Culross se extiende por una ladera orientada al sur, donde el microclima relativamente templado permite la proliferación de bonitos jardines, casi todos ellos privados y no visitables. Pero uno de ellos estaba abierto al público a cambio de un donativo, cada cual lo que considere oportuno, para una organización que lucha contra las enfermedades cardiovasculares. Loable. Pero ¿y su dejaran de desayunar marranadas llenas de grasas animales? Se ponen morados.
Carlos Carreter
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