Con el título original de Corsage, corsé en castellano, lo cual tiene mucho sentido viendo la película, ha llegado a las pantallas españolas con el tonto tantísimo título de La emperatriz rebelde, la última película de la austriaca Marie Kreutzer, que vuelve a revisar la figura y personalidad de una figura histórica tan maltratada por el cine como fue la emperatriz consorte Isabel de Austria. Las audiencias de todo el mundo tienen una visión altamente deformada de esta aristócrata bávara, que realizó un matrimonio de conveniencia con el emperador Francisco José I de Austria. Un matrimonio cuya realidad estuvo muy alejada del cuento de hadas que nos contaron en las películas protagonizadas por Romy Schneider en los años 50 del siglo XX dirigidas por Ernst Marischka. Por supuesto, la más famosa fue Sissi, en la que se multiplicaban las eses del sobrenombre popular de la emperatriz, Sisi, aunque es más que probable que el sobrenombre familiar fuese el más alemán Lisi. Hasta eso puede que sea falso.

En cualquier caso Kreutzer nos trae a una emperatriz que cumple 40 años, encarnada por Vicky Krieps, una actriz muy de moda en las producciones germánicas, todavía hermosa, pero preocupada por el inefable paso de la edad y su repercusión en el físico de las personas. Con un marido que realmente la quiere, pero harta y cansada de la almidonada corte austriaca, y probablemente también del marido. Más anhelante de conocer el mundo y la modernidad que de sostener las desfasadas tradiciones de la casa Habsburgo.
La película ofrece una peculiar lectura de la personalidad del personaje, y ofrece un relato basado en hechos reales, pero altamente ficcionalizado, en el que no faltan numurosas anacondas, como escuchar el As tears go by de Mike Jagger en forma de cuarteto de cuerda en ese momento del siglo XIX, o conocer el cinematógrafo con filmación sobre película biperforada de 35 mm, cuando este tipo de película fue desarrollada entre Edison, que fabricaba cámaras, y Kodak que fabricaba películas a principios de los años 90 del siglo XIX, y que fue usada por los hermanos Lumière en 1995 para la primera película proyectada de la historia después de filmarla con un aparato similar al que aparece en este largometraje, supuestamente unos 15 a 20 años de lo que le corresponde. Hay más. En cualquier caso, la película no pretende realizar un retrato fiel del personaje histórico sino realizar una reflexión psicológica del personaje como mujer, madre y emperatriz, y como colisionan estas dimensiones entre sí para conflictuar a la persona. Y no deja de haber potentes críticas a la hipocresía de la época, cuando se organiza que el emperador tenga una amante adolescente, que a pesar de su joven edad ya se encuentra casada. Que el emperador tuvo dicha amante es real, que empezaría con la adolescente recién casada con catorce años y hasta que esta rondaba los veintinueve, incluso con más que probable descendencia fruto de esa relación.

La película está excelentemente interpretada, ya he comentado que Krieps es una actriz bien valorad en la actualidad, que es fácil ver en la pantalla o en la televisión incluso fuera de su país de origen. Dispone de reparto multinacional, y aunque la película tiene financiación mayoritariamente austriaca, creo que predominan los intérpretes alemanes, con presencia de algunos de otras nacionalidades (húngara, francesa, inglesa,…)
La película me pareció interesante cuando la vimos, pero me dejó un poco cariacontecido. El sorprendente final, en el cual también podemos encontrar algún que otro notable anacronismo, nos llevó también a que saliésemos de la sala de cine rascándonos la cabeza, pensando en cual sería realmente la tesis de esta directora a la hora de hacer la película. De todos modos, con el tiempo y el pensamiento sobre ella, mi valoración ha ido en aumento. Y en la actualidad estoy convencido de haber presenciado una excelente película. La crítica la pone por las nubes, pero el público votante en IMDb, como suele suceder con estas producciones menos comerciales, más de autor, es más tibio en su valoración. Pero eso no es mala señal necesariamente. Sencillamente, si eres de los que te gusta el cine para ver pirotecnia y atiborrarte de palomitas y cocacola,… esta no es tu película.
Valoración
- Dirección: ****
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: ****
