[Libro – historieta] Saga volumen 10 – Brian K. Vaughan y Fiona Staples

Literatura

Después de dejar saldada mis deudas con las Paper Girls y revisitar recientemente el universo de Valerian y Laureline, después de mis vacaciones de principios de otoño cogí carrerilla con la cosa de leer historietas, o cómics, como prefiráis llamarlos, para mí son lo mismo, y con gran ilusión me agencié el último volumen publicado de las aventuras de Hazel y su familia en Saga.

No sabía muy bien cómo ilustrar esta entrada… así que sigo con fotos del rollo de película que presenté ayer.

Esta serie de aventuras espaciales escrita por el notable Brian K. Vaughan y exquisitamente ilustrada por Fiona Staples, entró en pausa tras la publicación en 2018 del volumen 9, que daba por cerrado el gran arco argumental que comenzó con el nacimiento de la niña protagonista, y que terminó con… bueno, no lo voy a destripar por si estáis interesados, pero con algún triste acontecimiento. Probablemente entre lo más destacado de mis aventuras espaciales favoritas, este alegato antibélico y en pro de la convivencia y la diversidad, pero muy para adultos, y sin concesiones a la placidez argumental y a la autocomplacencia, ahora ya sabemos que el segundo gran arco argumental también será de nueve volúmenes, uno al año si no surgen inconvenientes, y que terminará por lo tanto en 2030. Buff,… Cuan largo me lo fiais, amigo Sancho.

Comparado con otros volúmenes de la serie, la trama argumental de este es relativamente tranquila, es decir, no es tranquila en absoluta, sólo lo parece, y nos sigue sumergiendo en un universo en el cual, como si se tratase del mismísimo planeta Tierra de nuestro universo, no te puedes fiar de casi nadie. Sean de la especie que sean los personajes de la historia, su comportamiento es tremendamente humano. Y tras un período de precariedad, pero de salir adelante, Hazel y su familia volverán a encontrarse en el punto de mira de muchas partes interesadas en que desaparezcan. Para siempre. De ese universo y de cualquier otro. Los temas no han cambiado. Y el tono se mantiene. Al igual que la excelencia en los guiones y en la ilustración. Definitivamente, se podría decir que en su conjunto, si no es una obra maestra, le falta poco.