His three daughters (2023; 48/20240925)
Esta semana parece que se ha animado un poquito la cartelera cinematográfica en salas de pantalla grande. Aunque probablemente tarde un tiempo en comentar las películas de estreno, porque voy a hacer un paréntesis, y el Cuaderno de ruta entrará en modo de «sólo fotos». No obstante, el miércoles pasado dejé las series que veo después de cenar en favor de una película estrenada directamente en plataforma en línea, con un reparto sumamente atractivo. Dirigida por Azazel Jacobs, de quien sólo he visto episodios de teleseries, creo, tiene sabor a teatro adaptado al cine, aunque es una obra original para el cine escrita para Jacobs, que yo sepa.

Tres hermanas se reúnen en un apartamento de Nueva York, donde vive su padre (Jay O. Sanders) con una de ellas (Natasha Lyonne), para esperar el fallecimiento de este que se encuentra en cuidados paliativos terminales en su casa. La mayor (Carrie Coon) vive también en Nueva York con su propia familia, pero pasa poco a visitar a su padre y a su hermana. La menor (Elizabeth Olsen) vive también con su propia familia en la costa oeste, por lo que aún visita con menos frecuencia. La que vive con el padre no es hija biológica, ya que era hija de su segunda esposa, aunque la adoptó y la crio como propia. Durante estos días surgirán las diferencias entre las tres hermanas, con distintos caracteres y distintos valores, a las que sólo parece unirles una cosa. Su padre. Que ahora está muriendo.
Como ya he comentado, tiene sabor a teatro. Prácticamente sólo hay un escenario, el apartamento. Hay unas pocas escenas exteriores, en un banco delante del edificio donde se encuentra el apartamento. Y básicamente lo que hay son diálogos. Los diálogos entre las tres hermanas, y eventualmente con los secundarios que aparecen. Los temas son previsibles. El principal está claro; qué es ser familia. La familia es un grupo de personas en las que sólo dos, cuando existe una pareja fundadora, han decidido ser familia. Los demás han llegado ahí sin ser preguntados. Y a pesar de ellos, se supone que existen unos vínculos, unas relaciones de afecto, una red de apoyo mutuo. Pero, ¿cuáles son sus límites? Y, ¿cómo conciliar los diferentes valores y perspectivas de quienes forman la familia?

Ya he mencionado que decidí ver la película por su reparto. Las tres actrices han mostrado una solvencia y una profesionalidad actoral más que sobrada a lo largo de su carrera, independientemente de que unas u otras hayan hecho otro tipo de trabajos más alimenticios o lucrativos. Son buenas actrices dramáticas, y en esta película son el principal aliciente. El director/guionista les ofrece una buena base, no especialmente original, es una historia que resuena, que tiene elementos de «esto ya lo he visto en alguna ocasión», pero ellas se encargan de darle alma y hacer que merezca bastante la pena dedicar estos 100 minutos a ver cine. Si tenéis Netflix, no os la perdáis.
Valoración
Dirección: ***
Interpretación: ****
Valoración subjetiva: ****

