No hay mucho que comentar esta semana, pero sí que hay alguna cosa muy, muy interesante. El título de la entrada de este jueves ya lo dice todo. Pero vamos primero con lo más ligero.
Nos llega la noticia de que una de las series ligeras veraniegas, razonablemente agradables de ver, Perception, ha sido cancelada. Y eso que terminó con cliffhanger incluido. Bueno. No sería el no va más televisivo. Pero entretenía un rato, y los personajes eran simpáticos. Me da un poquito de pena, pero qué se le va a hacer.
Parece que Selfie ha sido borrada de la existencia. Karen Gillan no ha triunfado en su aventura americana. Lo cierto es que la serie, sin ser tan mala como pareció en un momento dado, tampoco pasaba de cierta mediocridad. Es posible que les quede por ahí algún episodio que emitan de vez en cuando. Como está sucediendo con Forever, un procedimental del estilo de Perception, y que sí me entretiene bastante.

Ambiente otoñal, para una entrada en el que el personaje más destacado es una mujer en el otoño de su vida.
Tenemos una novedad, State of Affairs. Sus productores son los de Grey’s Anatomy, y la protagonista es Katherine Heigl que también salió de aquel culebrón médico. Esto nos da una idea de por donde pueden ir el tono. Pero eso sí, esta chica ahora protagoniza a una analista de la CIA, relacionada a nivel personal con la presidenta de los EE.UU. Veremos lo que sale, pero puede ser como un híbrido entre Homeland y un drama de high school. De momento la mantengo en cartelera, aunque puede convertirse en uno de mis guilty pleasures. Porque sus guiones, sus diálogos y sus interpretaciones hacen aguas por todas partes, y sin embargo en ningún momento me he planteado no ver el segundo episodio. Por lo menos la Heigl sigue estando de toma pan y moja. Buena actriz nunca lo ha sido, y a estas alturas es difícil que aprenda… pero…
A vuelto The Fall. Ese duelo irlandés entre un asesino en serie de mujeres morenas y guapas y una policía un poco de vuelta de todo. Reconozco que hace tanto tiempo de la primera temporada que no recuerdo mucho por dónde íbamos. Pero las interpretaciones de Jamie Dornan y Gillian Anderson son tan estupendas que ya sólo por eso merece la pena. Y además es desasosegante con ganas.

Hojas de tonos ocres sobre las remansadas aguas de los ríos y canales.
Y finalmente mi recomendación absoluta de esta semana. Se trata de Olive Kitteridge, una miniserie de cuatro episodios en el que recorreremos la vida durante 25 años de una mujer de mediana edad, Olive (Frances McDormand), profesora de instituto en algún lugar perdido en el norte de Nueva Inglaterra, de muy difícil carácter, y sus relaciones con su familia, especialmente su marido Henry (Richard Jenkins). Adaptación de la novela del mismo título de Elizabeth Strout, que tiene una estructura similar de historias cortas interrelacionadas pero con discontinuidades entre ellas, con lapsos de tiempo entre las mismas. Por lo tanto, si Olive es de mediana edad en el primer episodio, es ya prácticamente una anciana en el último. Recital interpretativo por todo lo alto de McDormand, no es que no supiéramos de sus cualidades, perfectamente acompañada por un reparto en estado de gracia. A no perdérsela.

Una historia de cuando la vida empieza a ponerse cuesta arriba y el tiempo empieza a correr rápidamente cuesta abajo.