[Recomendaciones fotográficas] Un obituario, el fotógrafo de plató y alguna cosa más

Fotografía

Me enteré por la entrada que Clavoardiendo le dedicaba a la noticia, pero luego fue apareciendo poco a poco en la mayoría de los sitios en internet que sigo para estar al día en la cosa fotográfica. El neerlandés Erwin Olaf (1959 – 2023) falleció hace unos pocos días como consecuencia de una complicación tras someterse a un trasplante de pulmón. Hacía tiempo que no oía hablar de él, cuando hace unos años era una presencia frecuente en los medios especializados y no tan especializados. Supongo que se deberá a la enfermedad, sea cual sea la que llevó al mencionado trasplante. Los retratos y las escenas que fotografiaba, muy planificados, muy representados, eran de una precisión técnica impresionante, con un gran dominio de la iluminación y la composición. Aunque a mí en ocasiones me ha transmitido una cierta frialdad, no ajena a otros fotógrafos de su misma nacionalidad. Sus temas, en sus trabajos más personales, eran muy existencialistas, especialmente reflejando el sentimiento de alienación de muchas personas y colectivos en la sociedad actual. Que la tierra le sea leve.

En los últimos años, por razones que no vienen al caso, no es que los Países Bajos sean mi país favorito, ni mucho menos. Pero en homenaje a Erwin Olaf dejaré unas fotos de mi visita a la ciudad de Haarlem hace ya catorce años.

En Lensculture me ha llamado la atención las fotografías de la fotógrafa japonesa Mayumi Suzuki, en las que reflexiona y hace catarsis del estresante proceso de someterse a un tratamiento de infertilidad para alcanzar una maternidad que se resiste. Se insiste en el artículo que la cuestión es más difícil en Japón, por las carencias en educación sobre sexualidad y fertilidad. Suzuki combina autorretratos, naturalezas muertas, imágenes clínicas procedentes del diagnóstico por la imagen para realizar una reflexión profunda y compleja sobre esas dificultades. Me ha parecido muy interesante. Es originaria de Onagawa, una pequeña ciudad en la costa del Pacífico japonesa, muy afectada por el terremoto de 2011, pero que una de las que más rápidamente y más dinámicamente se recuperó. La fotógrafa ha dedicado también proyectos a las consecuencias del seísmo.

Feature shoot dedicó un artículo hace unos días a la fotografía de plató, o al foto fija como se le llama últimamente. El fotógrafo que documenta con su cámara el proceso de rodaje y prepara el material promocional de una película o serie de televisión. Normalmente resulta en un trabajo muy anónimo a pesar de que el fotógrafo esté incluido en los créditos de la película. Pero ha habido fotógrafos de prestigio que han realizado trabajos muy interesantes documentando rodajes. Recordemos a los fotógrafos de Magnum Photos que documentaron el rodaje de The Misfits, última película (completa) de Clark Gable y Marilyn Monroe. En el artículo que traigo aquí, el fotógrafo de rodaje es David Dettman, y se centra en uno de los capítulos más célebres y aclamados de la serie Black Mirror, San Junipero. Las fotografías recogen la visión cinematográfica de la producción, pero me sirven fundamentalmente para hacer un reconocimiento a estos fotógrafos. En no pocas ocasiones nos ofrecen retratos o escenas maravillosas.

[Recomendaciones fotográficas] Chernobyl y fotografía japonesa

Fotografía

Normalmente suelo reservar mis recomendaciones fotográficas para la tranquilidad de los domingos por la mañana. Y de hecho, tengo algunos marcadores guardados que, tal vez, si no surge otra cuestión más interesante, sirvan para hablar de otras recomendaciones fotográficas al final de la semana. Pero un par de cuestiones me han impulsado a escribir las de hoy.

Terminada la maquetación de los libros de fotografía de mi reciente viaje a China, he empezado a investigar el rendimiento de algunas de las fotografías digitales reveladas en blanco y negro. Y lo cierto es que me parece un camino interesante para algunas de ellas.

Aunque no ha llegado todavía el momento de hablar sobre ella, estoy bastante impactado por la serie de HBO Chernobyl. Una serie superlativa. Una obra maestra del medio televisivo. Y al mismo tiempo, una obra maestra del medio cinematográfico, aunque este reservada a la pequeña pantalla. En las series televisivas, la autoría se la suele llevar un señor que no es el director de la serie, al contrario de lo que sucede en el cine. Es el creador de la serie, un señor que luego aparecerá en los créditos como productor ejecutivo o entre los guionistas, aunque cada vez con más frecuencia aparece bajo ese epígrafe de creador. Entre los angloparlantes es frecuente oír hablar de él como showrunner. El director de una serie suele ser múltiple; cada episodio puede tener un director distinto. Y es una labor más artesana que en las producciones para la gran pantalla. No se le reconoce la autoría de la producción. Aunque conforme aumenta la complejidad de las series de televisión, su papel se vuelve más importante. Los cinco episodios de esta serie han sido dirigidos por el mismo director, Johan Renck, un sueco que ha desarrollado su carrera en la televisión, los vídeos musicales y la publicidad. Pero Renck también es fotógrafo. Y recientemente, con motivo del lanzamiento al mercado de los nuevos productos de Hasselblad, esta marca ha publicado un artículo con fotografías de rodaje de Renck de la serie Chernobyl. Y están muy bien, y recogen perfectamente el ambiente de la serie, cuyo director de fotografía es Jakob Ihre. Otro sueco. En la página web de Renck encontramos más ejemplos de su trabajo fotográfico, que principalmente se desarrolla en el ámbito de la fotografía comercial de publicidad y moda. No soy muy dado a publicar recomendaciones procedentes de las páginas comerciales de las marcas de equipos, pero en esta ocasión… me parece oportuna la excepción.

Llevamos unos días debatiendo el segundo turno de vacaciones que disfrutaré a primeros de octubre. Hace tiempo que llevamos hablando de volver a Japón. Pero no lo tenía yo previsto para este año. Ya hemos viajado a Asia, a China. No tenemos una idea clara, al menos todavía, de qué haríamos, aunque por motivo que puedo comentar tendríamos que pasar algunos días en Osaka. Y también está la cuestión de que me desequilibra un poco el presupuesto personal destinado a viajes. China es bastante más barato que Japón. Pero el tema está encima de la mesa. Lo cual ha coincidido con el acceso a varios enlaces en los que se relaciona la fotografía y el país nipón, como para tentarme. Voy a comentar algunos.

En Feature Shoot nos hablan de la fotógrafa Michiko Chiyoda, tanto sus serenas series en blanco y negro, que aportan notables dosis de nostalgia hacia el Japón más tradicional, vemos fotografías en color, en una serie dedicada a la caligrafía tradicional. En cualquier caso, me parecen fotografías bellas, poéticas y una autora a seguir con atención.

Otra fotógrafa, que me llamó la atención en una entrada de Phases Magazine. Se trata de Mayumi Suzuki. Es hija y nieta de fotógrafos que mantuvieron durante décadas su estudio fotográfico en Onagawa, su ciudad natal. El tsunami de 2011 destruyó la ciudad y sus padres desaparecieron. Su fotografía, con cámara de campo de gran formato, está muy ligada al territorio y a las relaciones familiares.

Cuando fotografía y literatura se funden en una misma obra, generalmente, aunque no necesariamente, un libro, suelen salir trabajos muy interesante. Elizabeth Avedon nos habla en una entrada reciente de su blog de Kwaidan, en la que se combinan las historias fantasmales de los primeros años del siglo XX de Lafcadio Hearn con las fotografías del fotógrafo actual pero de estilo tradicional Hiroshi Watanabe. Un libro que no me importaría tener.

Masahisa Fukase fue un fotógrafo japonés conocido por su tendencia a la obsesión. Se obsesionó por los gatos. Se obsesionó por su segunda mujer, Yoko Wanibe (también aquí y aquí), que acabó abandonándolo harta de esa obsesión. Y como consecuencia del duelo por el abandono, se obsesionó por los cuervos, fotografías que constituyen su trabajo más celebre. Aunque también el que le llevó a un final trágico. De todo ello nos hablan, y lo explican muy bien, en Cartier-Bresson es un reloj.

Por último, me ha llamado el artículo que en Old Skull han dedicado a las fotografías que del viaje a Tokio hicieron Damjan Cvetkov Dimitrov y Nina Geometrieva. Alojados en un hotel cápsula, dedicaron su viaje al Tokio más futurista, a la arquitectura más moderna. Quizá también la más deshumanizada. País de contrastes se suele denominar a Japón (y a tantos otros). Pero esos contrastes quizá sean más notables en la capital.