[Cine] Copie conforme (2010)

Cine

Copie conforme (2010), 4 de noviembre de 2010

La posibilidad de ver a Juliette Binoche en versión original, en la primera película de Abbas Kiarostami de carácter occidental, en los paisajes y pueblos de la Toscana, y teniendo en cuenta que la crítica no había tratado mal del todo el filme, hacía que la incursión para verlo fuera segura. Así que a continuación os cuento de qué va este largo diálogo de hora y tres cuartos de duración.

Sinopsis

En Arezzo, ciudad de la Toscana, un escritor inglés (William Shimell) presenta su libro sobre el valor de las copias en el arte frente a la obra original. Entre el auditorio, hay una mujer (Binoche) con su inquieto hijo, inquieto él, inquieta ella. La mujer, que debe atender al joven preadolescente, entrega una nota al representante del escritor y se va a dar de merendar al chaval. Al día siguiente, un domingo, la mujer, que resulta tener una galería de antigüedades, se reúne en su tienda con el escritor para dialogar sobre el contenido del libro. Este propone salir a dar un paseo para aprovechar el buen día, y cogen el coche de ella y se dirigen al pintoresco pueblo de Lucignano. Allí pasearán entre los turistas y las muchas novias que se casan en esta población y seguirán conversando. En un momento dado, mientras toman un café, la intervención de la camarera, una mujer ya de cierta edad, hará que la conversación adopte nuevos derroteros. Derroteros que cambiarán nuestra imagen de la pareja, de su relación, de sus problemas y de lo que estamos viendo. En un momento dado, nos preguntamos cuál es la pareja original y cuál es la copia.

Dirección y producción

No es nuevo el esquema fílmico en el que dos personas durante el transcurso de la película, que representa un día, una tarde, una velada o el tiempo que sea, limitado, conversan sobre diversos temas, trascendentes en sus vidas, y en su relación si es el caso. Y he oído hablar de esta película como de un «remake emocional» de Viaggio in Italia (Te querré siempre), película que no recuerdo haber visto. En este caso, la cámara de Kiarostami decide acompañar directamente a las personas, fundamentalmente a los protagonistas y eventualmente a otros personajes con los que se encuentran, interaccionan, y provocan en ellos cambios que modifican sus percepciones y sus opiniones. Es una película de detalles, a los que hay que estar especialmente atento. Vemos poco de los lugares en los que transcurre la acción. Muchas veces intuimos como es el entorno, o lo vemos reflejado en el parabrisas de un automóvil, o en un espejo retrovisor y uno de pared simultáneamente. Y en esa atención a los detalles, cuando la mantienes, encuentras muchas de las claves de la historia que te están contando.

Me parecen muy destacables, desde esta atención a los detalles, los trabajos de fotografía y de sonido. Constantemente acompañan a los personajes los sonidos del ambiente que les rodea, que complementan perfectamente la parca información visual que a veces se nos ofrece, al estar la cámara centrada siempre en los personajes. Y la iluminación, ya que es la luz del sol la que nos va a ir marcando los tiempos. La luz dura del mediodía cuando los personajes se trasladan por la mañana, la luz suave y dorada de la tarde… las campanas de las iglesias que nos informan también de la hora que es. Ningún detalle es superfluo.

Interpretación

Es el punto fuerte de la película, todo el reparto está muy bien. No sólo los dos protagonistas que casi monopolizan el filme. También las breves intervenciones del hijo (Adrian Moore), de la dueña de la cafetería (Gianna Giachetti) y del turista francés (Jean-Claude Carrière) son excelentes, siendo además trascendentes para la evolución y la comprensión del filme. Sin embargo, quien se apodera sin contemplaciones de la pantalla es Binoche. Una actriz que ya no puede ocultar su madurez, y probablemente tampoco lo pretende, nos ofrece una variedad de situaciones y sentimientos, que van desde las preocupaciones habituales de una «maruja» al cargo de su retoño, hasta la sensualidad de la mujer que ya con cierta edad aspira todavía a ser considerada como objeto de deseo y de atención, de amor por el hombre al que quiere. Una versatilidad tremenda, acompañada por el atractivo físico que todavía mantiene.

Ah, una cuestión fundamental. Es absolutamente necesario ver esta película en versión original. De hecho, el título de la misma tal y como lo he puesto es el original francés, ya que en castellano la han titulado Copia certificada. Pero es que los personajes de la misma hablan indistintamente en francés, en inglés y en italiano. Y los cambios de idioma son importantes. Y lo que se dice en cada idioma también.

Conclusión

Desde mi punto de vista, una película bastante recomendable por dos cuestiones. Por un lado, por la maestría del director, que es capaz de poner en escena de una forma muy sutil e inteligente una larga conversación que podría haber resultado bastante tediosa de otro modo, y que sin embargo nos atrae y nos interesa. Especialmente tras el giro presentado por la conversación con la dueña del café, momento en el que la película cambia radicalmente. Opto por dejar que el potencial espectador lo descubra por sí mismo. Por otro lado, como ya hemos comentado, por la espléndida interpretación de la que disfrutamos. Eso sí, aficionados al cine de acción o del cine «en el que pasa algo», abstenerse. Las cosas que pasan en esta película pasan en el interior de los personajes. Todo lo demás, no es más que un largo paseo por la Toscana. Que tampoco está mal.

Calificación

Dirección: ****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva:
****

El escritor de la película toma la idea de su libro al contemplar una escena entre una madre y su hijo a los pies de la copia del David de Michelangelo que está en la Piazza de la Signoria de Florencia - Canon Powershot G6

Un lugar donde quedarse (2009)

Cine

Un lugar donde quedarse (Away We Go, 2009), 23 de noviembre de 2009.

El principal motivo por el cual hemos ido a ver esta película es por los excelentes antecedentes de  su director, Sam Mendes. No es que haya habido una acogida muy calurosa en su estreno en nuestro país. Las críticas que he leído por ahí han sido más bien tibias. Pero bueno… Es Sam Mendes, y había que verla.

Hay que decir que se trata de una película muy diferente a las anteriores. Tiene el tratamiento, incluso los temas, de lo que habitualmente se llama el cine independiente americano. En este caso una joven pareja, no tan joven, va a tener un hijo por lo que se plantean cómo y dónde van a vivir, que sea el mejor entorno familiar. En su momento se mudaron al lugar donde viven los padres de él, para tener un apoyo, pero estos les anuncian que se van a vivir dos años a Europa. A partir de ahí, comenzarán un periplo que les llevará a Phoenix y Tucson en Arizona, a Madison creo que en Wisconsin, a Montreal en Canadá, a Miami en Florida, y a un lugar indeterminado, donde finalmente establecerán su hogar. En este periplo, revisitarán a sus amigos y familiares, buscando un entorno amigable, que les ofrezca un apoyo ante las dudas y los miedos que les plantea la responsabilidad de la paternidad y del establecimiento de una familia formal.

Por lo tanto, no es una película de acción, sino de diálogos y de reflexión. Un filme que sólo tiene sentido en una sociedad como la norteamericana, donde la movilidad a lo largo de la vida de una persona es normal, frente al sedentarismo europeo, y especialmente el español, donde tanto nos aferramos al lugar de origen. La realización, aunque sencilla, está muy cuidada y en ella abundan los primeros planos de las personas que dialogan, aunque siempre conservando de fondo el entorno, siempre cambiante en el que se mueven.

Los protagonistas absolutos son los dos miembros de la pareja que inician esta particular road-movie (aunque se desplacen de forma diversa, no sólo por carretera). Y están interpretados por los para mí desconocidos John Krasinski y Maya Rudolph, que resuelven la papeleta con buen oficio. Entre los secundarios, los más conocidos son Jeff Daniels en una breve intervención y Maggie Gyllenhaal, siempre sólida actriz, en una exótica intervención. Todos ellos cumplen con buena nota.

En resumen, un pequeño drama con toques de humor y buen rollo general, que no nos cansará ya que dura un poco más de hora y media, hecho con dignidad, y que aunque nos describe una cultura un poco alienígena para los europeos, tampoco disgustará. Una buena opción para pasar una tarde agradable de cine.

Como mi puntuación sobre 10 puntos no me parecía suficientemente discriminativa, paso a una de estrellitas que vendrá a querer decir los siguiente.

***** – Obra maestra imprescindible.
**** – Muy buena, recomendable.
*** – Buena o aceptable, según las preferencias individuales.
** – Floja, sólo apta para fanáticos del tema, de los personajes o de los protagonistas.
* – Mala, no pierdas tu tiempo ni tu dinero.
o – Atentado contra el buen gusto, contra la dignidad; crimen de lesa humanidad.

Y a la película de hoy le pongo:

Dirección: ***
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: ***

El ambiente melancólico del filme se acomoda bien a una imagen otoñal como la que os dejo hoy.

Hojas

Hojas otoñales a orillas del Canal Imperial de Aragón a su paso por Zaragoza - Panasonic Lumix GF1, G 20/1,7 ASPH.