Me encuentro con la recomendación de este libro a partir de la iniciativa de un par de simpáticas blogueras para «apadrinar libros». El desembolso de su versión electrónica es realmente modesto, y puede ser una experiencia distinta. Porque este es uno de esos libros que se gestó a través de internet, y que poco a poco van tomando forma, y puede suponer la forma en que se geste la literatura del futuro inmediato. Bueno. No tengo ni idea de si será así. Pero a lo mejor.
Fuckowski, memorias de un ingeniero
Alfredo de Hoces
Edición electrónica
Libro que suponemos con tintes autobiográficos que su autor Alfredo de Hoces publicó en internet, donde está disponible para su lectura gratuita si se quiere, aunque yo compré el libro electrónico, para mayor comodidad. En una serie de capítulos, este ingeniero que no tiene la carrera terminada va contándonos las miserias de su vida laboral como programador en una empresa de consultoría informática, hasta alcanzar la epifanía que le lleva a dar un cambio en su vida, y afrontarla con otra perspectiva.
En líneas generales, es un libro divertido. A veces muy divertido. El episodio de los huevos es para morirse de la risa. Pero yo soy funcionario público y, por lo tanto, la casuística de las relaciones laborales tiene elementos distintos en algunos aspectos, que ahora no voy a comentar. Simplemente decir que hay cosas que he visto reflejadas que también se dan en mi entorno, otras que no aunque las intuía o había oído hablar de ellas, y otras que me parecen marcianas. Y si así va la empresa privada, como para que me vengan criticando a los que ejercemos la función pública. Y tengo razones, por los contactos eventuales entre empresa privada y administración pública, que no poco de verdad hay en el libro.
Sin embargo, he encontrado la obra más superficial de lo que esperaba. Como parodia funciona bastante bien, pero como reflexión en profundidad tengo la sensación de que voy navegando mientras leo en un mar de lugares comunes, algunos bastantes predecibles. Entendámonos, es divertido. Más si tienes alguna profesión similar de alguna forma a la del bueno de Fuckowski, pero supongo que algunos matices se podrían haber añadido, especialmente a la retahíla de estereotipados personajes que van desfilando por el libro.