[Cine] Triangle of sadness (2022)

Cine

Triangle of sadness (2022; 17/20230223)

Sensaciones muy contradictorias me despierta esta película del sueco Ruben Östlund, de la que muy poco sabíamos hasta su estreno, pero que nos animamos a ver ante algunas críticas que la hacían muy prometedora. Previamente había visto una película de Östlund, que no me disgustó, pero en la que acabé con la sensación de que no culminó del todo bien una buena faena con muy buenos mimbres. Aunque todos los comentarios que el tono estaba en el entorno de la comedia satírica. O al menos paródica.

Segunda ocasión en pocos días que ilustro la entrada con fotos de Estocolmo. La película de hoy comienza con secuencias en la capital sueca.

Dividida en tres actos, en el primero conocemos a una pareja de modelos, él en declive (Harris Dickinson), ella al alza (Charlbi Dean), y con una dinámica peculiar. Parece que se quieren… pero no necesariamente se entienden. En el segundo, esta pareja se embarca en un crucero de lujo, que compartirán con un conjunto de ricachones pasajeros, que representan todo lo podrido de la sociedad capitalista globalizada actual, y con los empleados del barco, destinados a complacer a los anteriores, pero pasando desapercibidos como si no existiesen. Y capitaneados por un bebedor capitán (Woody Harrelson) que se encierra en su camarote mientras pone como fondo musical La Internacional a gran volumen. Una tormenta y un ataque pirata arruinarán el crucero. En el tercer acto, en una isla «desierta», los ricos supervivientes de un naufragio dependerán de las habilidades de la señora que limpia los lavabos (Dolly de Leon) para sobrevivir hasta que sean rescatados.

La película tiene intenciones claramente subversivas. Si el primer acto subvierte las relaciones de poder en una pareja de enamorados, el segundo acto pone en ridículo en un escenario paródico, absurdo, satírico, a aquellos que ostentan el poder político, económico y social en las sociedades globalizadas actuales, mientras que el tercer acto subvierte las relaciones de poder, cuando estos «poderosos» se convierten en inútiles y dependen de las habilidades de los sirvientes. Se cierra la película en una secuencia en la que el absurdo, que se veía venir, que se intuía constantemente, hace explotar la historia, devolviéndonos a la realidad con una final abierto que cada cual puede interpretar como quiera. Desde muchos puntos de vista, una película excelente, realizada con una precisión casi milimétrica.

Apoyada además por unas interpretaciones que están a un nivel superior al que parecen, hemos de lamentar el fallecimiento poco después de finalizar el rodaje de una de las protagonistas, Charlbi Dean, la película aspiraba a ser rompedora y una referencia para el futuro. Sin embargo, en muchos momentos se lastra por el efectismo de la situación. Si el primer y el tercer acto son contenidos e interesantes, mucho más interesante el primero, el acto central, en su crescendo hacia la catástrofe entra en una serie de situaciones que me parecen más efectistas que efectivas. Me dejan una sensación de exceso, probablemente no necesario porque la tesis ya había sido planteada, y me generan una cierta insatisfacción en el balance global de la película. Que en ocasiones me parece la versión borde y canalla de la genial The Party de Blake Edwards, también crítica social de una época, aunque mucho más amable. Y divertida.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] Valerian: Shigouzlooz Inc. – Wilfrid Lupano y Mathieu Lauffray

Literatura

Cuando comenté el último libro que he leído de Yōko Ogawa estaba convencido de que no habría ocasión para añadir un libro más a la lista del 2022, y que me quedaría con los 30 que daban por cumplido mi reto anual, de lo que os hablaré mañana. Pero al día siguiente, terminando mis compras relacionadas con la Navidad y el Año Nuevo, entré en una librería especializada en cómics, fantasía y ciencia ficción, más por curiosear y coger ideas que para comprar, y me encontré con este volumen de la serie Valérian visto por… dedicado a las aventuras de Valérian y Laureline. Hace unas semanas os hablaba de los volúmenes realizados en los últimos años por autores distintos de los originales, Pierre Christin y Jean-Claude Mézières, a modo de homenaje. Y este es uno de ellos, con guion de Wilfrid Lupano e ilustración de Mathieu Lauffray. No conocía previamente a estos autores. El libro está traducido al castellano, y está muy recientemente publicado, si no recuerdo mal con fecha 6 de diciembre de 2022. O sea que es una novedad. Su original francés es de 2017. Creo que hasta ahora no había leído nunca una traducción al castellano de estas aventuras.

Este nuevo interés por las aventuras de los agentes espaciotemporales de Galaxity surgió con motivo de mi reciente estancia en Toulouse, así que unas fotos de la capital occitana para ilustrar la entrada.

El caso es que lo hojee en la tienda y se me apeteció. El argumento va sobre unos trapicheros que dañan un robot que contiene en sus datos de memoria un país independiente de carácter virtual en el cual se radican, por ser un paraíso fiscal, muchas empresas multinacionales del universo. Entre ellas, la que tras una apuesta en el juego se ha hecho con la propiedad del planeta Tierra,… de hace 3.800 millones de años, por lo que si interviene en el pone en riesgo la aparición de la vida sobre el planeta y todo lo que viene después. Galaxity destinará a Valérian y Laureline para resolver la situación. El problema es que su actual propietario no está interesado en el planeta sino en el código genético de Laureline, lo que le permitirá, por ser su propietario, crear una mercadería basada en la imagen y figura de la guapa agente espaciotemporal que se presume muy lucrativa. Aunque Laureline… no está precisamente por la labor.

Nos encontramos ante una de las aventuras de la pareja de agentes espacio temporales más divertidas que recuerdo. Muy dinámica, muy divertida, con fino sentido del humor, en el que ambos agentes conservan sus personalidades, Valérian siempre valiente pero bastante zoquete y capaz de liarlo todo, y Laureline proactiva, inteligente y resolutiva. Pero es que detrás de las aventuras y del humor no deja de haber una ingeniosa crítica a la hipocresía de las empresas multinacionales, de los sistemas comerciales, de los micropaíses que subsisten como paraísos fiscales, del empeño en poseer códigos genéticos o elementos naturales que no deberían tener ni reconocerse como propiedad de nadie… en fin, muchas de las prácticas carentes de ética de los sistemas empresariales y comerciales actuales.

Sinceramente, una vez empezado, porque no pensaba que iba a tener tiempo para ello, ya no pude dejar de encontrar momentos para terminarlo cuanto antes, porque realmente me lo pasaba muy bien con su lectura. Una aventura espacial, con Laureline de coprotagonista, divertida y con su enjundia. Quién puede pedir más.

[Cine] Aftersun (2022) / Glass Onion: A Knives Out mystery (2022)

Sin categorizar

Con el final de año se me han acumulado las películas para comentar. Especialmente porque, al tener días de fiesta, tengo más tiempo para ir a verlas. Y porque después de una temporada sin saber muy bien que ver cada semana, de repente hay varias cosas que interesan. En cualquier caso, aunque deje dos o tres para después de año nuevo, o para el día de año nuevo, como en otras ocasiones, vamos con un par de ellas.

Aftersun (2022; 65/20221222)

Ópera prima de la directora escocesa Charlotte Wells, relativamente joven realizadora de la que poco se sabe, que también escribe el guion de la película. Una película de bajo presupuesto, rodada en un centro turístico de Turquía donde van de vacaciones un padre relativamente joven (Paul Mescal), separado, y al que las cosas no le van bien en la vida, con su hija de 11 años (Frankie Corio). Ambos intentan poner de su parte para que sean unas buenas vacaciones, aunque realmente tienen poco que decirse el uno al otro, son casi desconocidos, que casi no se ven. De vez en cuando se nos ofrecen unas imágenes de la niña cuando ya es adulta, por lo que sabemos que fue la última vez que vio a su padre.

Un película transcurre en Turquía, la otra en Grecia. Pues para las fotos, Turquía tendrá que ser.

Una película muy personal. Uno se pregunta, por la edad de la directora y la del personaje protagonista femenino cuando es adulta si estará basada en experiencias propias. Una reflexión profunda del extrañamiento de aquellos que siendo familia, se ven separados y convertidos en extraños. También, mirando al padre, una reflexión sobre la soledad, el fracaso en la vida, la carencia de expectativas, el alienamiento que muchos adultos, incluso jóvenes, sufren hoy en día. También una reflexión sobre el despertar al mundo de los adultos, en una niña que todavía es niña, pero que no tardará en asomarse a la pubertad. Obviamente, la niña es producto de una relación excesivamente temprana e inmadura. No pudo tener el padre mucho más de 20 años cuando nació.

La directora financió la película gracias a las ayudas de la fundación del festival de Sundance, tras presentar uno de sus cortometrajes. Y lo ha aprovechado bien. Filmada con personalidad, con una mirada muy directa e inquisitiva, sin diálogos superfluos, que no tocan, en un ambiente tan aparentemente relajante como unas vacaciones en la playa, nos deja momentos duros para ambos personajes protagonistas. Protagonistas excelentemente interpretados, con una de esas situaciones en que un intérprete infantil roba la película al resto, aunque el actor que hace de padre consigue salir bien parado del evento. En cualquier caso, muy recomendable, pero con el estado de ánimo adecuado. Que no es una película amable.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

Glass Onion: A Knives Out mystery (2022; 66/20221226)

Más que una secuela, no encontramos en una segunda entrega de los casos del mejor detective del mundo, Benoit Blanc (Daniel Craig), tras la acertada primera entrega que tanto gustó, a mí el primero. Y así mismo, dirigida por el mismo director, Rian Johnson. Un director que ha dirigido también una de las mejores películas de viajes en el tiempo que recuerdo, la entrega más interesante de la tercera trilogía de Star Wars, incluso si no le salió redonda, y alguna otra cosa de interés.

Johnson sigue apegado a la misma fórmula, la parodia de las whodunit mezclada con crítica, incluso sátira diría yo, social. Si en la primera película de la franquicia ponía en tela de juicio la presunta tolerancia y apertura de los liberales norteamericanos a la hora de aceptar entre ellos a personas de otras etnias y orígenes geográficos, entre otras cosas, aquí la emprende con los modernos empresarios estrella, que han dado el pelotazo jóvenes, que se creen los reyes del mundo aunque sean unos zopencos de mucho cuidado. Seguramente, en el que más piensa uno en estas circunstancias es Elon Musk. Pero puede ser Zuckerberg, u otros. El protagonista, presunto antagonista, ya veremos al final si lo es o no, es un excéntrico supermegamillonario (Edward Norton) que se ha rodeado de una corte de parásitos aduladores que depende de él para sobrevivir porque son unos patanes, especialmente después de deshacerse de su socia en la empresa (Janelle Monáe), con malas artes en un juicio. Y a esta corte invita durante la pandemia de covid-19 a una isla privada en el Jónico, ¿o será el Egeo?, donde se presentará también la socia despechada y nuestro detective favorito, al que al parecer nadie esperaba. Van a jugar a descubrir a un asesino ficticio para divertirse,… pero de repente empezarán a darse muertes reales. Y luego… está la Mona Lisa.

Vamos con lo negativo. La película la he visto en Netflix. Tan apenas duró en la cartelera en cines. Lo justo para cumplir. Y creo que esta película, en pantalla pequeña desmerece. Por otro lado, después de haber visto la primera, que sorprendió, esta… no tanto. Ya esperas el tono, aunque no la espectacularidad de medios conque se ha rodado. Pero la espectacularidad y la pirotecnia, en este tipo de películas, es… eso. Pirotecnia. Lo importante es la historia y como se cuenta. Y luego… del coral reparto,… hay intérpretes que bien… y otros que simplemente pasan. No es un reparto tan inspirado como el de la primera entrega. Por lo demás, sus críticas y el desarrollo de la historia están bien, y tienen puntos muy buenos, que la hacen muy muy visualizable. Y recomendable.

No obstante, no entiendo los entusiasmos que ha levantado en algunos. Está bastante bien, pero sin más. ¿O mejoraría mi opinión si la hubiese visto en pantalla grande? Es cierto que en la sala de cine te concentras mejor en la película. Sin duda.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] The Bubble (2022)

Cine

The Bubble (2022; 33/20220615)

No voy a perder mucho tiempo con esta película. Es una de las mayores calamidades que he visto en los últimos tiempos. Como ya vengo comentando en otras semanas, la cartelera en salas no está muy activa o atractiva. Se estrena mucho, llama la atención poco. Así que no quedamos para ir al cine la semana pasada, y decidí darle una oportunidad a los estrenos directos en plataforma en línea. Y esta película tenía un director con nombre en el ámbito de la comedia, Judd Apatow, y algunos nombres más o menos de moda en el reparto como Karen Gillan, David Duchovny, Pedro Pascal, Rob Delaney entre otros, muchos británicos, en un reparto muy coral y con abundantes cameos.

Algunas escenas tomadas en Inglaterra, donde parece que se hace el rodaje de la película, aunque según IMDb esta tenga nacionalidad nortamericana.

Pretende se una crítica o parodia de los rodajes de blockbusters de franquicias de acción, centrándose en concreto en los dinosaurios, pero en tiempos de pandemia. La «burbuja» del título hace referencia a la medida de contención en la transmisión de un patógeno, aislando entre sí a grupos de personas, cada uno de ellos una «burbuja», de otros grupos, permitiendo la realización de una actividad colectiva o productiva. La «burbuja» en este caso es el equipo de rodaje de la película ficticia Cliff Beasts 6 (Bestias del acantilado 6), con dinosaurios voladores… pero que no tienen nada que ver con los pterodactilos, sino como T. rex con alas. Pero en el rodaje todo va mal, todo está mal organizado, y lo que iba a ser una estancia en un hotel-mansión británico apartado del mundo durante unas pocas semanas se eterniza durante muuuuuuchas semanas.

El problema es que no sólo van las cosas mal en la película de ficción. El problema es que el guion de la película está lleno de lugares comunes, muy vulgares, muy manidos, con poco enlace entre sí y que hacen poca gracia y van cansando cada vez más durante la larga duración del largometraje. Y encima… los intérpretes no están a la altura. Recibiendo mucho peso en la película, muy coral por lo demás, Karen Gillan, quien, por buenos recuerdos que nos traiga por su Amelia Pond, no ha mostrado después una especial buena progresión como actriz, quedando en el grupo de las mediocridades capaces de destacar algo si hay un director que es capaz de exprimir sus limitadas capacidades.

Película que empieza con buenas premisas pero que acaba haciéndose larga, casi insoportable, estando a punto de apagar el televisor en varias ocasiones. Yo no la recomendaría ni a los abonados a Netflix insomnes.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: **
  • Valoración subjetiva: *

[Cine] Everything everywhere all at once (2022)

Cine

Everything everywhere all at once (2022; 32/20220609)

Digámoslo claro. Sin saber muy bien qué es lo que iba a ver, incluso con cierto reparo ante lo que había oído/leído, mi principal motivación para llegarme a las salas de cine por esta película era su protagonista, Michelle Yeoh (楊紫瓊, Yeoh Chukeng es su nombre real). No sé cómo será esta señora en la realidad, pero por algún motivo siempre me transmite buenas sensaciones, y por poco interesante que sea la película o serie de televisión en la que participa, su trabajo siempre me parece interesante. Fíjate que aguanté viendo cierta serie de la franquicia Star Trek mientras ella apareció en la misma. Así que nos dirigimos el jueves pasado a ver esta película dirigida y escrita por los Daniels, Dan Kwan y Daniel Scheinert, y que me ha resultado mucho más interesante y divertida de lo que pensaba.

De cuando visitamos Nueva York, de vez en cuando recuerdo el follón que montaban los visitantes chinos en torno al «Charging Bull» de Arturo di Modica en el Bajo Manhattan, entusiasmados por el bicho. Y no… no estábamos en el año del Buey del calendario chino.

Estos directores están especializados en la representación de la realidad a través del absurdo, de cierto dadaísmo. Y nos habla de una familia, la formada por Evelyn Wang (Yeoh) junto con su marido, Waymond (Ke Huy Quan), su hija lesbiana, Joy (Stephanie Hsu), y su temido padre, Gong Gong (James Hong), que está de visita en el momento en que son sometidos a una inspección de hacienda por parte de una estricta funcionaria (Jamie Lee Curtis). Y mientras esto sucede… Evelyn se verá sumida en una vorágine de aventuras cuando se vea mezclada con los alter ego de todos estos personajes procedentes de distintas versiones de sí mismos en un infinito multiverso, con viajes entre distintos universos, realidades alternativas, luchas de artes marciales, villanas que buscan destruir el universo con todo el mal concentrado en un baguel de choclate, o versiones evolutivas con salchichas de Fráncfort en lugar de dedos. ¿Conseguirá Evelyn salvar el multiverso? ¿Conseguirá Evelyn salvar a su familia? ¿Conseguirá Evelyn salvarse a sí misma?

Si lo anterior os ha parecido confuso… es que la película utiliza la confusión y el absurdo, y múltiples homenajes a múltiples géneros cinematográficos, para hablarnos de hechos muy cercanos, muy humanos y muy próximos. La Evelyn que protagoniza la película, inmigrante china en Estados Unidos, copropietaria de una lavandería, es definida en un momento dado de la película como la versión de sí misma que existe en un universo en el que sistemáticamente va tomando las peores decisiones posibles cada vez que le surge una disyuntiva. Y, por lo tanto, su vida, su familia, ella misma, acaban siendo unas catástrofes. Unas catástrofes que nos recuerdan demasiado a las vidas de muchas personas corrientes. Y como digo siempre, una buena película de ciencia ficción o fantasía siempre nos habla con claridad de nosotros mismos y de las cosas que suceden en el mundo real. En este caso, a través del absurdo.

Y como no, también entusiasmados con la genitalidad de la bestia de bronce.

La película es larga, y con cierta frecuencia cae en una confusión que me parece que no siempre es buscada o intencional. Quizá por eso no recibe una valoración subjetiva personal más alta. Pero deja buen sabor de boca, y lo que nos cuenta va creciendo en nuestro pensamiento incluso horas o días después de salir del cine. Pero si algo permite que tal cosa suceda es el estupendo trabajo de su reparto. Un reparto que recupera gente. Por supuesto, el buen hacer de Michelle Yeoh. Pero no deja de manejar enormes guiños cinéfilos y a la cultura popular a través de un reparto con mucho oficio. Cuanto tiempo hacía que no veíamos brillar, diviertiéndonos de paso, a Jamie Lee Curtis. Cuántos recuerdan que Ke Huy Quan es el Short Round (Tapón en la versión doblada al castellano de España) que recordamos con cariño en la segunda entrega de las aventuras de Indiana Jones. Cuántos identifican a James Hong con el fabricante de ojos para replicantes en Blade Runner. Y qué decir del excelente de la más joven del reparto, Stephanie Hsu, y el duelo interpretativo, y argumental, con Yeoh, interpretando el doble papel de hija incomprendida y cada vez más alejada de su madre, y de villana en su amenazante dominio de este peculiar multiverso. Muy recomendable. Francamente, poco convencional, dotada de abundante y desenfrenada acción, pero al servicio de muy interesantes reflexiones sobre nosotros mismos, nuestras decisiones y su repercusión sobre nuestras vidas y nuestro entorno social.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***
Sin embargo, estas chiquetas asiáticas no son escolares chinas mostrando, puño en alto, su fidelidad al PCCh, que gobierna dictatorialmente el gigante asiático. Son adolescentes japonesas imitando la pose de la Estatua de la Libertad, la única escultura que rivaliza en popularidad con el Toro de Wall Street en la ciudad de Nueva York.

[TV] Cosas de series; nos vemos en el espacio

Televisión

Hoy vamos con una entrada televisiva dedicada a las aventuras espaciales. Género televisivo al que me sigo apuntando siempre, aunque me decepcione con demasiada frecuencia. Pero antes, un breve sobre Death to 2021, un mediometraje de una hora de duración en la oferta de Netflix, en el que se hace un repaso a las calamidades del año 2021. Entre el documental y el cachondeo de ficción, con una serie de actores y actrices interpretando estereotipos de gentes diversas, en general nocivas socialmente, que dan su «visión» sobre lo que ha sido el año. Lo vi porque en diversos medios hablaban bien de él, y sólo es una hora de duración. Pero me resultó demasiado centrado en los Estados Unidos como para que al final me resultara algo más que anecdótico. Lo que ya no entiendo es porqué el título en castellano es un escatológico A la mierda el 2021, versión grosera de ese Muerte al 2021, que me parece innecesaria e innecesariamente sensacionalista. Pero vamos con el espacio.

Entre la sequía permanente y el agua ocasional en el tiempo o en el espacio, que mejor que unos paisajes de los Monegros para ilustrar las aventuras espaciales de hoy.

Hemos asistido a la temporada tercera de la versión excesivamente doctrinal de Lost in Space, en la que sus alabanzas a la familia más o menos tradicional, a la amistad, y a la confianza ciega a las acciones imprudentes de unos críos han acabado cansándome bastante. Creo que con los medios que han puesto para realizar esta serie, podrían haber pagado a algún guionista competente para contar una historia interesante de verdad, y con algún tipo de engarce en la realidad. No una serie de doctrina muy conservadora disfrazada de buenrollismo progresista políticamente correcto. Muy estomagante en su temporada final. Una lástima.

Confieso que cuando empecé a ver anuncios en Netflix de The Silent Sea quedé muy intrigado. Por antecedentes recientes de aventuras espaciales realizadas en este país, y por algún nombre interesante en el reparto. El título anterior es el título internacional de la surcoreana Goyo-eui bada 고요의 바다, y en IMDb aparece como el título oficial de la serie. El título coreano hace referencia al Mare Tranquillitatis, uno de los maria más conocidos de la Luna y que da lugar al título en castellano de la serie, Mar de la Tranquilidad. Los maria, yo prefiero el termino latino al castellano mares, son extensiones basálticas de origen volcánico, que parecieron mares en el sentido terrestre, extensiones acuáticas, que no son, a los primeros astrónomos que observaron nuestro satélite. Por eso prefiero el término latino. Y si usamos el término en castellano, no olvidarnos del adjetivo, llamémosles mares lunares. Pero el caso es que aquí se juega al equívoco, puesto que está involucrada el agua de una u otra forma en la trama.

En un futuro no muy lejano, catastrófico, cuasi apocalíptico, en la Tierra está desapareciendo el agua. Los ríos y los mares se están secando. Y hay un sistema de castas basado en el acceso al agua. La protagonista (Bae Doona), una exobióloga, es llamada para una misión espacial en la Luna. Una base en el satélite terrestre sufrió un acontecimiento catastrófico, aparentemente de carácter radioactivo, cinco años atrás, y murieron sus ocupantes. La científica jefe fue la hermana de la protagonista. El objeto de la misión es recuperar unas muestras que quedaron allí abandonadas y que pueden ser importantes en la crisis que sufre el planeta. Pero claro, las cosas no van a ser fáciles, se han dicho muchas mentiras, se han ocultado muchos hechos, y todo va a ser más complejo desde el principio. Especialmente por culpa del agua lunar.

La serie me despierta sentimientos encontrados. Como ciencia ficción,… es enervante. Como siempre hacen los coreanos, copian descaradamente ideas y situaciones de otras series o películas. El emplazamiento de la base lunar parece una copia de algunas instalaciones de cierta serie ucrónica con viajes a la Luna cuya tercera temporada esperamos. Y la trama general es la típica del terror ante una amenaza alienígena. Pero dan mil patadas a los manuales básicos de física, química y biología, sin ninguna consideración, hasta casi (o sin casi) el absurdo. Pero por otra parte, el guion de la trama, tomando lo anterior como un simple macguffin sin importancia, va de menos a más, el trabajo de los intérpretes es bastante sólido, y llega un momento que te ves absorbido, en los limitados ocho episodios de 45 minutos en que se divide la historia. Están bien dosificadas estas duraciones. Aunque el desenlace tiene elementos que ponen muy, pero que muy, a prueba la suspensión voluntaria de la incredulidad del espectador, por excesivamente fantásticos/fantasiosos. Sensaciones por lo tanto contrapuestas, entre el suspenso y el notable, entre el placer inconfesable y la producción interesante de ciencia ficción con un planteamiento científico muy descuidado. En fin. No se puede tener todo.

[Cine en TV] Las últimas del año: Don’t look up (2021) – Being the Ricardos (2021) – Red Notice (2021)

Cine

Ya viene siendo habitual es que el día 1 de enero lo dedico a comentar la última o las últimas películas vistas en el año anterior, para poder hacer el resumen del año el 2 de enero. Y así sucederá este año también. En esta ocasión, son tres estrenos cuasidirectos en plataforma, dos en Netflix y uno en Amazon Primer Video, a los que tenía ganas. Y que aprovechando que esta semana he tenido fiesta, he podido acostarme más tarde y tener más tiempo para estar dos horas o más seguidas delante del televisor. Para no hacer esto demasiado largo, les dedicaré lo justito.

Para ilustrar la entrada, una de las localizaciones más majas de la peor de las tres películas de hoy.

Don’t look up (2021; 79/20211225)

Fue película para el día de Navidad. Una película de Adam McKay, con un reparto encabezado por Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence, con la participación de nombres como Meryl Streep, Cate Blanchett y Timothée Chalamet entre otros. Menciono los de más relumbrón o más de moda. Y que ha dividido a la crítica. Entre quienes la adoran y entre quienes la consideran mediocre. Y quizá los dos grupos tengan razón.

La historia de dos científicos que anuncian el apocalipsis con toda certeza salvo que se actúe pronto, pero nadie les hace caso, o lo hacen tarde, no sólo no es una mala idea, ya ha habido ideas similares, sino que además, en esta tercera década del siglo XXI, necesaria. Hay una diversidad de momentos buenos en la película, y el reparto no lo hace mal. Pero el conjunto es irregular, con bajones notables en la narración. Ha despertado comentarios críticos por las diferencias salariales entre protagonistas masculinos y femeninos. No basta para animar a la gente a suscribirse a Netflix, por los ya suscritos, pueden darle una oportunidad y quedarse con lo positivo. Creo que todavía se puede ver en pantalla grande.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Being the Ricardos (2021; 80/20211228)

Las vidas y trabajos de Lucille Ball (Nicole Kidman) y Desi Arnaz (Javier Bardem), protagonistas de esta película de Aaron Sorkin, resuenan mucho en la cultura popular norteamericana, pero muy poco en la española. Sin embargo, las buenas críticas a un reparto de cierto prestigio al que podríamos sumar, entre otros, a J.K. Simmons como secundario de lujo, me llevaron a ver esta película sobre una semana crítica para uno de los programas de televisión más famosos en EE.UU., por cuestiones políticas y por la vida personal del matrimonio entre ambos personajes.

La película está bien hecha, pero el tema resulta sólo mínimamente interesante, visto desde este lado del charco. Pero el buen trabajo del reparto, están realmente muy bien, hace que sea una buena opción para los suscriptores de Amazon Prime Video.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

Red Notice (2021; 81/20211231)

Netflix anunció a principios de 2021 que iba a estrenar un mínimo de un largometraje de producción propia a la semana, aunque el promedio sería mayor. Y así ha sido. Pero la mayor parte de ellos han sido sin interés, o totalmente prescindibles. Igual que lo que sucede en los estrenos en la pantalla grande. Cuando se estrenó esta película de ladrones de guante blanco (no tan blanco, hay sus buenas dosis de violencia) dirigida por Rawson Marshall Thurber, la crítica se puso de acuerdo en masacrarla. O sea… del montón prescindible. Pero la audiencia le dio un nota alta, siendo de las películas más vistas en la plataforma.

Y es comprensible… porque es el guilty pleasure perfecto. Con un reparto razonablemente carismático gracias a Dwayne Johnson, pero sobre todo a Ryan Reynolds, y especialmente a Gal Gadot, la película es calamitosa en un tantas cosas que no voy a ponerme a ello en el breve espacio que le dedico. Pero al mismo tiempo te diviertes. La asumes como una parodia del género, que no sé si era la intención, y pasas las dos horas sin problemas y sin que se te haga larga. Aunque ya aviso, dice y hace tonterías tremendas. Las tres estrellas son por el factor diversión… en realidad sería más apropiado no pasar de las dos estrellas en mi valoración subjetiva.

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] The French Dispatch (2021)

Cine

The French Dispatch (2021; 67/20211102)

Wes Anderson se ha convertido en la última década, ya venía anunciando su bondades de antes, en uno de los favoritos de los más cinéfilos de los asistentes a las salas de cine. Su cuidada y distintiva estética, sus historias, llenas de empatía y cariño hacia sus personajes, su estilo característico suponen un cine diferenciado y, muchas veces, un soplo de aire fresco ante las películas realizadas bajo «receta», todas iguales en sus componentes, historia y desarrollo, que tanto abundan en la industria cinematográfica, liderada por compañías como Disney/Marvel y similares. Los «macdonalds» del cine, por mucho que disfracen su carácter de productos de consumo rápido, por no decir «comida cinematográfica basura», con presupuestos muchimillonarios y abundancia de artificios visuales. Así que, no sé si muchos, pero si unos cuantos esperábamos con ganas el estreno de su nueva película, retrasada un año en su estreno por el bien sabido incidente epidémico, que tantos quebraderos de cabezas nos ha generado en los dos últimos años.

Inevitablemente, París, con algunas fotos de los rollos de película en blanco y negro que hice hace algo más de dos años.

El título completo de la película debería ser The French Dispatch of Liberty, Kansas Evening Sun, puesto que se nos habla de un suplemento ilustrado de un periódico de algún lugar del mencionado estado del medio oeste norteamericano. Un suplemento ilustrado que llega a su último número, para el cual se preparan y seleccionan algunos de los artículos más destacados de su historia. El suplemento se elabora desde Ennui-sur-Blasé (no se traducen los juegos de palabras en la película, pero bajo la forma que tienen algunos nombres de poblaciones francesas a orillas de un río o un mar, la ciudad de Ennui a orilla del río Blasé, el nombre de la ciudad significa Tedio sobre hastiado, hay constantes juegos de palabras en la película, que sólo alcanzamos a disfrutar aquellos que tenemos algunos conocimientos del idioma de Molière). Ennui-sur-Blasé tiene un parecido notable con ciertas ideas tópicas, con ciertos lugares comunes que se difunden sobre la capital francesa, París. En forma de episodios, cada uno reproduce un artículo de la revista sobre temas distintos y sobre distintas épocas, un recorrido por la ciudad, el arte contemporáneo y las obras de un preso a perpetuidad por asesinato, las aventuras de unos estudiantes revolucionarios inspirados en el mayo del 68, o el secuestro de la hija de un comisario de policía resuelta por las habilidades culinarias de uno de los tenientes bajo su mando. Y finaliza con la redacción aplicándose a la tarea de redactar el obituario de su director (Bill Murray).

La película insiste y lleva a nuevos extremos en el estilismo esteticista del director, quizá llevándolo demasiado lejos, aunque reconozco que a mí es una estética que me gusta, y se basa en un reparto extremadamente coral, con muchas apariciones de caras conocidas, prestigiosas, de la interpretación en el cine actual, en inglés o en francés, muchas veces quedando en la práctica al nivel de un simple cameo. Aunque cierto es que aquellos que tienen más minutos en pantalla, como Benicio del Toro, Tilda Swinton, la guapísima Léa Seydoux, Timothée Chalamet, Lyna Khoudri, Frances McDormand, Jeffrey Wright y otros que me dejo, lo hacen ciertamente muy bien. Valoración que hago desde el punto de vista de que se les pide un punto de exageración en sus personajes, en una película que oscila entre el homenaje, la parodia, la sátira y el cariño hacia las personas.

La película es un homenaje y una reivindicación de un cierto estilo de periodismo. No del periodismo en general y, ciertamente, no del periodismo que sufrimos en la actualidad. El formato, las ilustraciones y los artículos del ficticio The French Dispatch nos llevan irremediablemente a referenciar constantemente a The New Yorker, una revista, todavía vivita y coleando, reconocida por su alto nivel en las ilustraciones, por la calidad de sus artículos, por la elevada ética a la hora de verificar la veracidad de los hechos narrados y por el alto nivel literario de sus redactores. O sea… si estamos reivindicando y homenajeando esto… es que estamos lanzando un profunda crítica al periodismo actual de medias verdades, o directamente de falsedades, de falta de rigor, de oportunismo, de sensacionalismo, de lenguaje basto y limitado y de malas fotos tomadas con un teléfonos móviles. Y me parece muy bien que tales cosas se pongan en la picota de la crítica pública.

Dicho todo lo cual, la película me ha gustado, especialmente conforme la he dejado reposar en el recuerdo. Pero no me ha entusiasmado. No tiene el mismo nivel de calidez y espontaneidad de películas anteriores del director. En las anteriores, la maravillosa estética con la que trabaja Anderson estaba al servicio de la historia que se contaba, mientras que en la actual parece convertirse en la principal motivación del director. No me arrepiento nada de haberla visto, me ha merecido la pena, pero quizá las expectativas depositadas en ella eran demasiado elevadas. Es lo que hay.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Tiempo después (2018)

Cine

Tiempo después (2018; 65/20181231)

José Luis Cuerda nos hace un guiño con el título de esta película a una de sus obras más recordadas y celebradas, objeto de culto por los amantes del cine donde los haya, aquel Amanece que no es poco, que sirvió para despertar no pocas inquietudes y algunas conciencias. Nos hace creer que funciona como una segunda parte, y así la han publicitado en algunos sitios o la han comentado en otros, de aquella película célebre. A al menos, que es una historia del mismo universo. Pero situada en 9177, en un mundo que ha quedado circunscrito a un enorme edificio de carácter brutalista, donde existe el «buen orden» capitalista, y un poblado chabolista a poca distancia. Todo ello rodeado de un paisaje sospechosamente parecido a alguno de los más famosos de las películas del far west rodadas en el estado de Arizona.

Bueeeno,… no es Monument Valley, pero la sierra de Armantes tiene su encanto.

A mí no me funciona como tal. Tampoco es el primer intento tras el «Amanece…» que hace Cuerda de trasladar la crítica social a un entorno de absurdo donde las cosas están o parecen fuera de lugar. Ya nos ofreció en los años noventa su visión particular del Cielo católico, en un evidente intento de continuar con la fórmula que le dio el éxito unos años antes, aunque el resultado, simpático, no dejase de resultar relativamente fallido. Y por otra parte, si el «Amanece…» no dejaba de ser una extrapolación al absurdo de la sociedad española más tradicional, la nueva película es una clara crítica política en la que se defienden los conceptos de la izquierda, sin ahorrar en varios momentos la crítica a la propia «izquierda» organizada, aparte de la tradicional puesta en solfa de los conceptos tradicionales de la derecha ultramontana española; Dios (el clero), Patria (los militares), y Rey (las oligarquías). Sin embargo, esos conceptos de izquierda que defienden, no dejan de resultar también periclitados, por lo que la conclusión de la trama de la película es prácticamente inevitable tal y como es.

La película es coral, aunque creo que merece la pena que se destaque el trabajo de Roberto Álamo, que es lo más parecido que tenemos a un protagonista en esta película, y de un absolutamente entrañable César Sarachu, que cada vez que lo veo no puedo evitar evocar aquellos divertidísmos Yapecoyoportí de Los Güebones, y que aquí nos toca profundamente la fibra cardiaca, entendiendo el «corazón» como es lugar imaginario donde residen los sentimientos y lo más íntimo de la persona. Luego hay una larga de retahíla de caras conocidas, muchas de las cuales no pasan de cameos, con interpretaciones unas veces más y otras menos afortunadas. Como curiosidad, es la primera ver que veo a Blanca Suárez que, además de estar guapa, no lo hace mal. Tampoco es para matarse… por ello.

No me puedo sustraer a dejaros por aquí a César Sarachu en sus mejores tiempos de los Güebones… Riamos un ratito.

La película también abunda en referencias a la cultura popular, y menos popular. Que no voy a desgranar pero que van desde algún que otro rey pasmado (¿dónde se metió Laura del Sol?) hasta el monólogo de Roy Batty bajo la lluvia. Y globalmente resulta una película… simpática. Con chascarrillos quizá demasiado previsibles, más tendente a la sonrisa que a la risa, aunque no faltaron espectadores en la sala, profundos nostálgicos de un mundo que no es, y que probablemente nunca fue, que se animaron ha soltar alguna carcajada al principio ante cualquier tontorrona alusión, hasta que entendieron que el rollo no era esa. No creo que alcance nunca, ni de lejos, el nivel de apreciación colectiva que la película de hace treinta años. Pero en cualquier caso, como suena a despedida, lo único que se me ocurre decir para terminar es ¡Gracias José Luis! ¡Sinceramente, muchas gracias!

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] Manual revisado del boy scout

Literatura

Esta semana vamos a ponernos transgresores. Sí. En esta época de lo políticamente correcto, donde unas impuestas restricciones en «nombre del respeto» sirven para cortar muchos actos de crítica a lo que va mal en la sociedad, no vendrá mal recordar a aquellos que han gustado de provocar, de ser sumamente «incorrectos» desde el punto de vista político, de meter el dedo profundamente en el ojo de quienes pretenden guiar el camino de los ciudadanos por una estrecha senda de lo que es «correcto» y lo que no.

William Burroughs, autor de este opúsculo que nos trae muy bien presentado La Felguera Editores, traducido por Javier Calvo, es uno de los intelectuales, escritor de ficción, ensayista, muy orientado a la crítica hacia una sociedad que considera hipócrita, que surge dentro de la llamada generación «beat» en la posguerra mundial. Aunque el no se sienta cómodo con el calificativo. En culquier caso, sí que constituye una influencia notable para los movimientos contraculturales posteriores a la década 60. Son muchos los que señalan su influencia en el «punk» británico que surgen en los años 70.

Aunque Burroughs es un escritor norteamericano, por algún motivo, cuando lees esta transgresora proposición, lo que se viene a la mente es la sociedad británica. Y por eso ilustro la entrada con algunas vistas de Canterbury y Londres.

Aunque Burroughs es un escritor norteamericano, por algún motivo, cuando lees esta transgresora proposición, lo que se viene a la mente es la sociedad británica. Y por eso ilustro la entrada con algunas vistas de Canterbury y Londres.

En este opúsculo, que de entrada pone en solfa con su título una de las más sólidas instituciones juveniles del mundo anglosajón, e incluso podríamos decir del mundo entero, esconde un presunto manual del terrorista para una revolución cuyo carácter ideológico es en el mejor de los casos confuso. De hecho, en esta monumental parodia, que tras un aspecto de propuestas reales esconde un conjunto de dislates monumentales sobre cómo organizar una revolución… que por cierto tiene más carácter fascista que otra cosa, da la impresión es el NSDAP y su ascenso al poder quienes «inspiran» a Burroughs, pero con las formas culturales de la segunda mitad del siglo XX. Son críticas sociales que hay que leer a muchas bandas si el lector no se quiere escandalizar y rechazar la obra a las primeras de cambio.

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Las obras transgresoras son siempre incómodas. Un «manual del terrorista» redactado en los años 70 del siglo XX, aunque no se publicó hasta mucho más tarde, en un mundo donde los atentados terroristas tanto han marcado el comienzo del siglo XXI, en muchas ocasiones para mal y en diversas dimensiones, puede incomodar a muchos. Pero un cierto grado de transgresión dentro la cultura de un sociedad es necesaria para promover el cambio, para evitar el inmovilismo. Ese inmovilismo tan propiciado por «lo políticamente correcto». No me atrevo a decir que este opúsculo sea recomendable para todos los lectores, aunque tampoco seré yo quien le diga a alguien que no lo lea. Pero de la misma forma que Burroughs era un profundo crítico social, hay que leerlo con un profundo sentido crítico y con la mente muy abierta. En ese caso, puede aprovechar y nos daremos cuentas que hay muchas de las críticas sociales que se hacen a la sociedad de los años 60 y 70 que siguen siendo válidas hoy en día.

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[Cine] ¡Ave, César! (2016), todos los caminos llevan a Roma,… menos este que lleva a ninguna parte

Cine

¡Ave, César! (Hail, Cesar!, 2015; 142016-0225)

Antes de ayer mentí vilmente. Dije que iba a hacer un comentario breve, y me salió uno como todos… Pero es que las cosas son así. Hoy sí que tengo intención de que este comentario sea breve… porque esta última película de los Coen, Ethan y Joel, que tan magnífico ejemplos de buen cine nos han dejado, incluso cuando no han estado acertados, es absolutamente prescindible. Ni os molestéis.

Las películas épicas de romanos con mensaje religioso ultranconservador fueron una de las señas de identidad de los años 50.

Las películas épicas de romanos con mensaje religioso ultranconservador fueron una de las señas de identidad de los años 50.

No es que esta comedia en la que asistimos a las dificultades de un directivo de un gran estudio cinematográfico en algún momento de los años 50, Eddie Mannix (Josh Brolin), para mantener el orden y la productividad en la empresa sea una catástrofe absoluta. Es que no hay forma de encontrar por qué alguien puede considerarla interesante. Ni me voy a molestar en comentar la larga lista de intérpretes que hacen algún papel, todos ellos intrascendentes, en este filme. Por el largometraje en sí mismo es intrascendente. Una comedia que no hace gracia, y que sólo atraerá a quienes siendo algo masoquistas añoren las formas de hacer cine en aquellas época.

Esa es la premisa del filme, mezclada con los escandalillos de las estrellas; homosexualidades, pendoneos, hijos naturales...

Esa es la premisa del filme, mezclada con los escandalillos de las estrellas; homosexualidades, pendoneos, hijos naturales…

Se supone que critica el sistema de los grandes estudios, la hipocresía de la vida social de las estrellas, el ambiente político de la época,… pero de verdad que las escenas y las historias van pasando ante la pantalla sin que consigan hacer mella en tí como espectador. No te importa absolutamente nada de lo que está pasando.

Dicen que el peor sentimiento que puedes despertar en alguien es la indiferencia. Pues eso… para qué seguir hablando. Bueno… Scarlett Johansson sigue estando guapísima… pero ¿dónde estará aquella prometedora actriz que habitaba en el interior de tan bello envoltorio?

Valoración

  • Dirección: **
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

Y por supuesto, la "macartyana" idea de que todos los guionistas eran "rojos"... En algún momento a los Coen les pasó algún tipo de idea para criticar ridiculizando esa persecución... pero se les va de las manos, sin gracia alguna.

Y por supuesto, la «macartyana» idea de que todos los guionistas eran «rojos»… En algún momento a los Coen les pasó algún tipo de idea para criticar ridiculizando esa persecución… pero se les va de las manos, sin gracia alguna.

[Libro] Tamara Drewe

Literatura

Historieta que cae en mis manos y cuya autora, la británica Posy Simmonds, parece especializada en adaptar al mundo moderno personajes femeninos de novelas clásicas de la literatura inglesa. En la que toca hoy, parece que la historia es una adaptación de una novela de Thomas Hardy, Far from de Madding Crow (Lejos del mundanal ruido). El caso es que cuando empecé a leer esta historieta me empezó a sonar. Y me di cuenta que había sido adaptada al cine por Stephen Frears, película que vi hace un tiempo en televisión. Bueno, ahora os cuento qué me ha parecido.

Tamara Drewe
Posy Simmonds; traducido por Lorenzo F. Diaz
Editorial Sins Entido; Madrid, 2009

En algún lugar de la campiña inglesa, en una granja, un matrimonio en torno a los 50 años, Beth y su marido Nicholas, han creado un refugio para escritores que necesitan paz y tranquilidad para su trabajo. El mismo Nicholas es un escritor de éxito, para el que todo va bien en la vida, salvo algún sobresalto en su matrimonio debido a que es un mujeriego empedernido. Pero esa paz se verá perturbada cuando a una mansión cercana venga a vivir Tamara Drewe, una chica del pueblo, no muy agraciada por el tamaño de su nariz, pero que vuelve tras la muerte de su madre, operada, guapísima, vanidosa, sexy y convertida en una columnista de prensa de éxito. Pronto le lloverán los moscones a su alrededor; Nicholas, Andy, jardinero y amor de adolescencia, y Ben, baterista de un grupo de rock de éxito. Para acabar de enredarlo, dos adolescentes, Casey y Jody, candidatas a ser las cotillas y metomentodos del pueblo meteran sus naricitas en el asunto por la atracción que esta última siente hacia el baterista.

Wells

De las zonas que he recorrido de Inglaterra, el lugar ficticio donde transcurre la acción de la historieta, me recuerda al pueblo de Wells, en el condado de Somerset, y alrededores.

Es curioso lo de esta historia. La novela original en la que se inspira, por lo que me informo, tiene claros tonos de drama, e incluso de tragedia. Esta historieta que hoy nos ocupa se convierte en parodia y crítica social, se mueve por el terreno de la comedia predominantemente, aunque conserva algún rasgo trágico en su desenlace. La película que la adapta al cine, que ya adelanto que me parece visible pero tirando a floja, es una comedia romántica, con algún rasgo paródico, y en el que el aspecto trágico queda reducido al mínimo, y tiene una vertiente francamente chusca.

A falta de leer la novela original, algo que de momento no me he planteado, creo que la versión en historieta, situada en el mundo moderno, utilizando alguno de los elementos actuales como la telefonía movil, internet y otras cuestiones similares con habilidad en la trama, es bastante equilibrada. Bien narrada, alterna textos con viñetas, y varía según las circunstancias el estilo de las mismas. Creo que está bastante bien para leerla «por capítulos», cada noche unas páginas, dejando reposar la trama, y jugando un poco a imaginar por donde se desarrollarán los enredos que se están planteando. Es cierto que algunos de los desenlaces son previsibles, pero no deja de haber un cierto margen a la sorpresa. De fondo, carga con abundancia de cargas de profundidad contra el gremio de los novelistas, contra la banalidad de la fama, contra la institución matrimonial de la clase media, y contra diversos tópicos en general, propios de la sociedad actual.

Wells

Además de típicas casitas rurales, también había alguna mansión, aunque la de la foto creo que estaba relacionada con los clérigos de la catedral.

Ya he comentado que la película que la adapta está por debajo en calidad. Aunque razonablemnte fiel en líneas generales, suaviza el desenlace ahorrándonos algún elemento trágico, suaviza los aspectos paródicos de la historieta, y sirve fundamentalmente de vehículo de lucimiento de su protagonista femenina, la guapísima Gemma Arterton, la cual por otra parte es una actriz flojilla. Por lo menos hasta el momento. Aunque para mí su imagen más sexy es esta. Pero son manías mías.

Historieta bastante recomendable, para quien guste de este género literario y gráfico.

Wells (Catedral)

Porque a pesar de ser un pueblo grandote, tenía una pedazo catedral que no veas, donde zascandileaban los adolescentes, y no en la parada del autobús como en la historieta de hoy. En realidad, Wells era más grande que el pueblo de la historieta, pero un poco ese ambiente.