No soy mucho de fijarme en los libros premiados en los premios «de prestigio», como el Planeta, el Nadal y esas cosas. Teóricamente «anónimos» para el jurado recuerdo las risas que hice que con unos amigos cuando dieron el Planeta a Lorenzo Silva por una novela de la pareja Bevilacqua y Chamorro en un momento en que a esta pareja los conocían hasta en la Guardia Civil. No sé si realmente a estas alturas en las bases del premio sigue lo del anonimato, pero si es así, en esa ocasión al menos la cosa sería de risa. En cualquier caso, siempre me he sentido más atraído por los Nadal… aunque no sea más que su primer premiada, Nada de Carmen Laforet, me parece una novela inmensa. Más teniendo en cuenta la difícil sociedad española de los años cuarenta y que Laforet no tenía más que 23 años cuando la escribió.

Como no tengo fotografías apropiadas para ilustrar esta novela, me limitaré a mostrar algunas fotos realizadas con el Summicron 50 mm de Leica, que en principio no adquirí por sufrir de una pérdida de nitidez por depósito de vapores de disolvente sobre sus lentes.
Pero no divaguemos. A lo que vamos. El caso es que hace un par de meses me recomendaron vivamente el libro del mejicano Jorge Zepeda Patterson que aquí traigo, que además tiene un título relativamente sugerente, y decidí darle una oportunidad. Aunque haya ganado un premio Planeta.
Milena o el fémur más bello del mundo
Jorge Zepeda Patterson
Editorial Planeta, 2014
Versión electrónica
La novela nos cuenta la historia de una joven y guapa prostituta de alto nivel en Ciudad de Méjico que se da a la fuga tras la muerte en pleno coito de su amante, un importante empresario mejicano de la prensa, y ser perseguida por las mafias de la trata de mujeres como esclavas sexuales. Un grupo de personas relacionadas con el finado comprenderán que la joven, conocida como Milena, de origen croata, guarda algunos secretos importantes que llevan a que se produzcan intrusiones en las propiedades de este. Comenzará en ese momento un carrera contra el reloj en los que uno querrán atrapar y quizá matar a Milena, mientras los otros quieren encontrarla para protegerla y desentrañar los misterios que encierran.

El caso es que ha vuelto a mis manos, ya de regalo, y lo probé con un carrete de negativo en color Kodak Portra 160, el día de año nuevo.
No dedicaré mucho tiempo al comentario de esta novela. Sólo diré que me costó entrar en la historia, y que posteriormente me pareció que se extendía en exceso sin que hubiese materia suficiente para ello. Muchos lugares comunes que emparentan la novela más con los superventas norteamericanos de intriga, de los que se publican por decenas en todo el mundo, típica novela de librería de aeropuerto, que una auténtica reflexión en profundidad sobre el problema de la esclavitud sexual y las mafias internacionales de la delincuencia. Como siempre, los malos son rusos, o magrebíes o rumanos… Pensaba que eso era un tópico en España, pero parece que también al otro lado del charco, y la resolución es relativamente predecible.
Lectura que no molesta demasiado, pero que tampoco aporta demasiado. No el estilo de historia que me suele gustar a mí. Desde luego no una novela que me parezca merecedora de un premio de prestigio. Aunque escrita por un mejicano, no hay muchos coloquialismos, está escrita en un castellano relativamente estándar, y no genera los quebraderos de cabeza léxicos que pueden causar otros escritores del continente americano. ¿Quizá escrita pensando en un público amplio castellanoparlante y no sólo en el público mejicano? Probablemente. Al fin y al cabo se presentó al premio Planeta.

Y aunque se nota la pérdida de nitidez y el efecto «flou», cuando no hay altas luces prominentes no tiene un rendimiento desagradable. No para usarlo de continuo, pero oye…
A mí me gusto la verdad. No es tampoco una maravilla pero no me pareció mal…por encima de la media de los Planeta. Abrzs