[TV] Cosas de series; Ronda de series orientales

Televisión

Ya sabréis los habituales de estas páginas que uno de mis vicios (in)confesables desde que aterrizaron las plataformas de cine y series bajo demanda en internet son las series orientales. Uno de mis guilty pleasures, puesto que dejan bastante que desear en diversos aspectos, unas veces en guiones, otras en actuaciones, otras en producción,… pero al mismo tiempo tienen un no sé qué divertido que hace que siga enganchándome a algunas. De vez en cuando hay alguna tan infumable o con temas que no me interesan que se queda en el primer o segundo episodio. Pero otras siguen adelante. Lo de hoy es lo que en la práctica he ido viendo desde el establecimiento de las medidas especiales por la pandemia de covid-19. La mayor parte de estos episodios los veo en fin de semana, aunque hay excepciones.

Nos pidieron ayuda unos amigos con niños todavía entre los 8 y los 13 años con las series de anime, por si podían salirse en la televisión de los caminos trillados. Hemos tocado varias series, no necesariamente vistas enteras, pero sí como para orientar. A mí me tocaron en suerte alguna demasiado cursi, alguna muy bien valorada pero excesivamente excesivamente melodramática, y alguna bastante salada y razonablemente divertida… siempre que tengas entre 11 y 13 años. Quizá de la que empecé a curiosear ayer comente algo más… puede que sea divertida en general. Aunque tiene un problema conceptual de base… que ya veremos.

Fotográficamente nos vamos a China, donde hice algunos carretes en blanco y negro. Si no hubiese sido por el maldito coronavirus de los h..v.s, ahora mismo estaría en aquel país… de vacaciones. Probablemente en Xi’an o alrededores… En fin…

Si las series que predominan en las plataformas son las surcoreanas, especialmente en Netflix, seguidas de las japonesas, poco a poco se van colando de otros países. Tailandia, Taiwán… ya han aparecido por aquí. Incluso procedentes de la China continental. Como Nai He BOSS Yao Qu Wo [奈何BOSS要娶我], o Well-intended love para el mundo no sinoparlante (traducción literal del título chino, Porqué quiere casarse conmigo el BOSS). Reúne todos los defectos característicos de estas series; situaciones tópicas, absurdas, malos de cartón piedra, protagonistas femeninas encantadoras con amigas con desparpajo, y un protagonista masculino que es un sieso, pero con buen corazón. Un guion de risa, abundante emplazamiento de producto y situaciones ridículas que siempre terminan bien. Pero a pesar de sus muchos y terribles defectos, la ves mientras consigues mantener la mente absolutamente en blanco. La demostración de que es posible vivir sin pensar.

Y una de las últimas producciones surcoreanas para Netflix es Hyena [하이에나, haiena], donde mezclan el drama legal con ramificaciones políticas con la comedia romántica, con ciertos toques de screwball comedy, ya sabéis, las comedias románticas donde las chicas siempre llevan la iniciativa y ponen en cuestión de forma cariñosa la masculinada del protagonista varón. Eso sí, con final feliz. Aparte de ser un ejemplo extremo de publicidad por emplazamiento de producto, pero realmente hasta llegar a lo humorísticamente paródico, con los defectos habituales de situaciones más o menos inverosímiles, que ponen duramente a prueba la suspensión de la incredulidad del espectador, lo cierto es que no está mal interpretada y hay momento muy divertidos. Siempre y cuando [potente condicional aquí] estés dispuesto a entrar en el juego de este tipo de series, está bien. Incluso bastante bien.