[Recomendaciones fotográficas] Battaglia y algunas cosas más

Fotografía

Estaba en Italia o a punto de partir hacia tierras italianas cuando me enteré del fallecimiento de la fotógrafa siciliana Leitizia Battaglia (1935 – 2022). Era ya mayor. 87 años. Pero se hizo respetar como fotógrafa por sus sobresalientes trabajos sobre la mafia de su Sicilia natal, documentando con pocos miedos, aparentemente, las campañas de terror de la organización criminal. Y se le atribuye su mérito y su parte en los esfuerzos por limpiar Palermo de la opresión de estos criminales, excesivamente romantizados por muchos. Su fotografía es directa, sin tapujos. De primera fila y directa tanto a los ojos del sujeto como del espectador. Una de las mejores fotógrafas (o fotógrafos) documentalistas del siglo XX. Cuya obra hay que conocer y respetar como a una de las grandes figuras de la historia de la fotografía.

Versiones en blanco y negro de algunas fotografías realizadas en Trani, región italiana de Apulia, hace poco más de una semana.

El Nueva York cultural y artístico que va desde finales de los años 60 del siglo XX hasta principios de los años 80, cuando aparece la pandemia de sida, ha sido fotografiado desde muchos puntos de vista. Especialmente las personas que allí estuvieron, y especialmente las que se movieron fuera de los círculos de la «cultura oficial». En Another Magazine nos ofrecieron recientemente la visión de Marcia Resnick con sus retratos de muchos de estos protagonistas de la cultura alternativa. Una visión más, que no viene mal conocer.

Frida Kahlo fue una artista mejicana, convertida hasta cierto punto en un icono pop, no siempre bien comprendida por sus propios admiradores, dado que era una mujer compleja, multidisciplinar, y con alguna que otra arista. En parte su vida se vio condicionada por un accidente que la sumió en dolores de forma crónica hasta el día de su muerte. Otra grande de la fotografía, mejicana y mundial, Graciela Iturbide, tal y como nos contó Leire Etxezarra en su cuenta de Instagram, tras la muerte de la artista se acercó a las habitaciones no visitables de su casa museo para tomar nota fotográfica de esa vertiente más íntima y dolorosa de la artista.

No hace mucho, en una de estas entradas, hablaba del autorretrato. Pero más allá del omnipresente selfi actual, este toma muchas formas. En la cuenta de Instagram del Festival Revela-t nos han mostrado algunos de los estilizados, llenos de grafismos, autorretratos del finlandés Arno Rafael Minkkinen. Imágenes en los que reflexiona sobre la plasticidad y formas del cuerpo humano, utilizando el propio, y dándole un valor simbólico que trasciende la frontera conceptual del propio autorretrato. Siempre me ha gustado.

Finalmente, en Blind Magazine me ha llamado la atención la serie Lovesody del japonés Motoyuki Daifu (instagram). Y en ella nos habla de la breve historia de amor, duró unos meses, con una joven madre de un niño, embarazada de otro, en los que convivieron en un estado de caos doméstico y familiar completo por esa compleja situación de conciliar la pareja, con la maternidad, con el entorno doméstico en estado de caos por la presencia de un niño. Una mirada no exenta de ternura. El título de la serie es un acrónimo de Love rhapsody. Y en música, una rapsodia es un tema que se compone a partir de la unión libre de diversas unidades rítmicas y temáticas, que no tienen vínculo entre sí. Pues así se unen, libremente, las fotografías de Daifu.