[Recomendaciones fotográficas] De autorretratos a catarsis diversas

Fotografía

Llevo unas semanas sin recomendaciones fotográficas propiamente dichas. El domingo pasado fueron libros. Pero con el viaje a Andalucía de la semana anterior… se han ido acumulando mis marcadores sobre fotografías y fotógrafos interesantes. Así que he tenido que seleccionar algunos y desechar otros, haciendo borrón y cuenta nueva.

Los «selfis». Omnipresentes. Todos iguales. Todos expresando la vanidad del «mira que guapa/o soy» o «mira en qué sitio tan interesante estoy (y tú no)». Frente a ellos la nobleza del autorretrato como forma artística. En Lenscratch dedicaron una semana a fotógrafos que tienen como base de su trabajo artístico el autorretrato.

En Cartier-Bresson no es un reloj nos hablan de Amy Arbus. Y de alguna forma, seguimos hablando del autorretrato como forma de expresión personal, artística y, quizá, como actividad terapéutica. Amy Arbus es la segunda hija, la menor, de la conocida fotógrafa Diane Arbus. Y tenía 17 años cuando su madre se tomó una sobredosis de barbitúricos, y se cortó las venas en una bañera en 1971. Aunque se resistió, para evitar las inevitables comparaciones con su madre, habiendo nacido con inclinaciones artísticas, al final se convirtió en fotógrafas, y desde 1980 vivía de esta actividad. En 1992, con 38 años, fue aceptado en un taller con Richard Avedon, y en ese contexto realizó una serie de autorretratos, desnuda, muy expuesta, en el interior de una bañera. Una serie que ha interpretado como una catarsis de la forma en que se suicidió su madre. Por lo demás, sus fotografías, aunque no tenga el genio de su madre, tiene una gran nivel, y de un modo un otro se aprecia la influencia de Diane en las fotografías de Amy. Diane Arbus dejó un cierto número de retratos de su hija Amy de niña. Y tienen la mirada de una madre, genio de la fotografía, no la de la fotógrafa inquisitiva, que busca lo más extraño en el alma humana.

Han sido las elecciones en Estados Unidos. Y, afortunadamente, parece que han expulsado de la poltrona a uno de los nuevos fascistas que pululan por el mundo. Son incontables los fotógrafos que se han dedicado a documentar el proceso electoral, y más incontables todavía las fotografías tomadas. Pero me ha parecido interesante el artículo de The Picture Show de la radio pública norteamericana (NPR), en la que la fotógrafa Katie Hayes Luke ha retratado a los votantes de todo signo, intentando reflejar en esos retratos las motivaciones de los votantes a la hora de elegir su voto. Las fotografías se acompañan de un texto, una carta escrita y firmada por las personas retratadas, dirigida a Donald Trump.

Gregory Crewdson es un fotógrafo que habitualmente nos transporta a paisaje urbanos en gran formato, de gran perfección técnica e iluminación muy cuidada. En muchas ocasiones, el sistema de trabajo de Crewdson se asemeja más al del rodaje de una película que al de la realización de un fotografía. En uno de sus últimos trabajos, llevado a cabo entre 2018 y 2019, recorremos una serie de paisajes urbanos y suburbanos en localidades de Nueva Inglaterra, y que muestran una realidad muy alejada del sueño americano de prosperidad y libertad. Y donde la presencia del ser humano se ve tremendamente empequeñecida por el ambiente. Lo hemos visto en Creative Boom.

Finalmente, como todo el mundo sufre cada día en sus vidas por las consecuencias que trae, seguimos en un mundo con una pandemia activa. Y siguen apareciendo los resultados en forma de fotografías de proyectos que se han llevado a cabo en este año para reflejar o reflexionar sobre las consecuencias de la pandemia.

En Lensculture, me ha parecido interesante el trabajo de la británica Julia Fullerton-Batten, cuyo estilo recuerda a veces a Crewdson, en el que refleja la situación del confinamiento de sus conciudadanos a los que fotografía, no pocas veces con humor, desde la calle y a través de los cristales de sus ventanas, puertas o balcones. Magistral uso de la luz, jugando con el ambiente crepuscular de la caída de la tarde y la luz artificial que nos llega desde el interior de las viviendas. Las fotografía se acompañan de un pie de foto describiendo la peripecia de las personas que aparecen en sus viviendas.

Y, finalmente, en Feature Shoot, armándose de todo el humor del mundo, el fotógrafo y escritor Neil Kramer nos habla del conjunto de circunstancias que se dieron en el momento del confinamiento domiciliario de los habitantes de Queens en Nueva York. Pocos días antes del confinamiento, su madre, ya bastante anciana, se había mudado a vivir con él, que vivía solo. Y en vísperas de que se decretase el confinamiento, su exmujer, que vive habitualmente en Los Angeles se había mudado unos días al apartamento de Kremer, de dos habitaciones y un baño, temporalmente porque un problema en su casa, precisaba obras importantes… y todo quedo detenido, y los tres atrapados en el interior del pequeño apartamento de Queens. Mucho humor. Y mucha inteligencia en este trabajo.

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