«Fotografía»… de las palabras griegas que significan dibujar con luz, pintar con luz, escribir con luz,… este es el origen etimológico de la palabra «fotografía». Pero uno escribe, dibuja o pinta sobre el papel… o por lo menos esa es la creencia que muchos tenemos. Sí, sí… ya sé que ahora hay mucha gente que pintad, dibuja o diseña en el ordenador… Y cuyas creaciones son realmente muy meritorias e interesantes. No pretendo desmerecer su trabajo en absoluto; el mayor de mis respetos. Mmm… pero cuando la imagen encuentra su soporte adecuado… es otra cosa.

Y con la fotografía es lo mismo. Ya sabemos que la inmensa mayoría de las fotografías actuales están «condenadas» a verse en la pantalla de un dispositivo personal portátil (teléfono inteligente, tableta…). Y probablemente a perderse y olvidarse en ellos. Si una fotografía ha de permanecer… tiene que haberse convertido en imagen sobre papel. O sobre otros medios físicos. Pero ha de hacerse material sólida, materia plástica. Suelo trasladar algunas de mis fotografías a papel a través de libros; de viajes, resúmenes anuales, dedicados a algún acontecimiento. Pero ahora he encontrado otra forma de hacerlo.
Lo explico en De los píxeles al papel – Fujifilm Instax Share SP-3. Y las fotos de hoy son escaneados de esas pequeñas fotografías que desde el viernes estoy en condiciones de crear.
