Hoy, en mi diario de viaje fotográfico he estado comentando las fotos realizadas con una «nueva» película para negativos en color. Lo podéis leer en La “nueva” película para negativos en color de Lomography – Canon EOS 650 con EF 85 mm f1.8 USM y LomoChrome Color ’92. Pero el comentario me ha llevado a una pequeña investigación por la red de redes. Porque los resultados eran tan parecidos a los encontrados con otra película fotográfica que no he podido otra cosa que sospechar que eran lo mismo, pero vendidas bajo distintas marcas. Incluso una tercera marca esta involucrada en el asunto. Y en un mundo en el que cada vez quedan menos fabricantes de película fotográfica en color, esto es algo habitual. Y sinceramente, me molesta no saber con qué estoy fotografiando, más allá de la palabrería publicitaria del reenvasador y distribuidor de la película, más dirigida a los hispsters millenials que a los aficionados a la fotografía seria.

Recientemente tuve que dedicar una mañana a la compra de un nuevo frigorífico para mi hogar. El que tenía llevaba un tiempo haciendo cosas raras, y esto se agudizó de repente en medio de la última ola de calor que hemos sufrido. La cuarta del verano, dicen. Y última. Espero. Bueno, ahora nos dicen que ya estamos en el otoño climatológico, aunque falten un par de semanas para el otoño astronómico. En el comercio, hablando de los distintos modelos, de repente el vendedor me habló de tres modelos distintos de características muy similares… y me le quedé mirando,… Me entendió y cambió el tono de la conversación. Se dio cuenta que sabía que las tres marcas mencionadas eran del mismo grupo fabricante alemán, aunque con fábrica en Zaragoza, y confesó que se trataba en la práctica del mismo aparato con distinta cosmética. A partir de ahí decidió que no quería perder el cliente, me trató con el respeto debido a una persona con un mínimo de inteligencia, y no perdió el tiempo en chorradas. Fue al grano de las características buscadas. Bien por su cambio de actitud, pero me molesta este juego de confusión bajo el juego de las marcas, que no deja de ser una forma de embaucar al personal.
En fin. No creo que esto se resuelva a corto plazo. Es el capitalismo. ¿Es malo el capitalismo? Hay opiniones. La mía es que sin una debida regulación y con contrapesos en favor de los ciudadanos, los consumidores, sí, es malo. Con la debida regulación… ya veremos. Las olas de calor también parecen indicar que el clima del planeta no se lleva bien con los excesos productivos de los sistemas capitalistas. Y otras cuestiones.


