[Cine] The brutalist (2024)

Cine

The brutalist (2025; 05/20250127)

Las series de fotografías que ilustran las entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie.

Teníamos muchas ganas de ver esta película. Aunque cada vez sentimos menos apego a la temporada de premios del cine, y especialmente a los Oscar, teníamos la sensación de que esta podía ser la gran candidata de este año. Una película de un desconocido para nosotros Brady Corbet, no habíamos tenido la ocasión de ver sus dos largometrajes previos, pero con un reparto muy atractivo, y con unas primeras críticas muy potentes. Así que fuimos con elevadas expectativas, aunque con el miedo a la larga duración de la película, algo que cada vez encontramos más difícil de justificar.

El personaje protagonista nos cuentan que estudio en la Bauhaus de Dessau. Un lugar que visité en el 100º aniversario de la fundación de esta prestigiosa escuela que murió con la llegada del nazismo. La visité en Dessau, aunque nació en Weimar, que también visité y que tiene un museo dedicado a esta escuela.

.

Corbet nos traslada a los tiempos inmediatos tras el final de la Segunda guerra mundial, cuando acompañamos a un arquitecto judío húngaro (Adrien Brody), que ha sobrevivido a los campos de exterminio, en su migración a los Estados Unidos donde lo recibe un primo suyo (Alessandro Nivola), que lleva tiempo en el país y ha acabado asimilado a la cultura norteamericana y convertido al catolicismo. Mientras, su esposa (Felicity Jones) y su sobrina (Raffey Cassidy), la hija de su hermana, también supervivientes de otro campo de exterminio, están atrapadas en alguna frontera de la Europa central u oriental. En América, irá tirando en el negocio de su primo, hasta que un incidente con un multimillonario (Guy Pearce) acabará distanciando a los dos primos. Pero en su momento el multimillonario reconocerá su error y el potencial del arquitecto, formado en la Bauhaus de Dessau, como arquitecto y diseñador. Y así, le encargará una obra faraónica, un centro cultural y religioso, que se convertirá en una odisea para todos los protagonistas. El arquitecto, el millonario, y la esposa que acabará llegando a Estados Unidos con la sobrina.

Esta película es lo que se llama una obra magna. Aunque no necesariamente con el megapresupuesto que otras obras magnas habrán tenido. Una autentica odisea. O quizá, dado el carácter judío de sus personajes protagonistas, habría que hablar de su travesía en el desierto hasta alcanzar algún tipo de tierra prometida. La película nos habla del sufrimiento, de la creatividad, de la xenofobia y el racismo, de los choques culturales provocados por las migraciones, del abuso del poderoso hacia el desvalido, de los traumas arrastrados. Es una película compleja en su contenido y en su continente. La realización es magistral, pudiéndose disfrutar de prácticamente cada uno de los cuadros del film, que tiene un diseño de producción absolutamente de primer orden. Y especialmente, de unas interpretaciones poderosas. Los tres personajes principales, interpretados por Brody, Pearce y Jones están excelente, y podrían copar perfectamente el podio de ganadores del Oscar a la interpretación, por lo que he podido apreciar de los candidatos hasta el momento.

Y a pesar de todo… como me ha pasado con otras películas en los últimos tiempos, en un momento dado, la película casi me expulsa de si misma. Casi me produce una desconexión. No soy capaz de analizar las causas del fenómeno. Ya digo que tanto la realización como las interpretaciones están al nivel de las obras maestras. Y sin embargo, en el último tramo de la película en la segunda mitad de la segunda parte del laaaaaargo metraje, casi me voy, casi me empiezo a desentender de lo que está pasando en la pantalla. Ni siquiera la belleza de los planos en las canteras de Carrara me consigue enganchar. Más sentí que mi mente divagaba sobre lo estupendo que sería visitar en algún momento esas canteras. La película termina con un epílogo que sirve para que si la gente no se ha coscado, sepa como interpretar la película. No sobra… pero siento que tampoco era necesario. Aunque hay otros que opinan que es esencial y aporta. Siempre he pensado que el auténtico espectador de cine entiende lo que está sucediendo y saca sus propias conclusiones.

Creo que es una película que hay que ver. Es necesaria. Pero no es una película sencilla. No es una película amable. Y exige no poco del espectador. Avisados quedáis. Esta semana tendremos que ver algo más ligero. Por cierto, ¿no está Brody un tanto encasillado?

Valoración

Dirección: *****
Interpretación: *****
Valoración subjetiva: ***

[Cine] Disobedience (2017)

Cine

Disobedience (2017; 30/20180530)

La excesiva banalidad de la última propuesta galáctica nos hizo querer algo más, cinematográficamente hablando para esta semana que se ha pasado. Y hojeando la cartelera zaragozana, nos encontramos con esta propuesta del chileno Sebastián Lelio, un director que está en alza en los últimos años, pero de quien no había visto nada, adaptando una novela de Naomi Alderman (pongo el artículo de la wikipedia inglesa, por la española es excesivamente escueta). Es curioso que sea una película que sólo ha llegado a la cartelera en Zaragoza en versión original. Y de agradecer, porque ha ampliado las opciones horarias para verla. En cualquier caso, he de reconocer que el principal  reclamo para llevarnos a la sala de cine fue el prometedor reparto.

20121006-060069.jpg

No tengo ni idea de dónde se encuentran las comunidades ultraortodoxas judías en Londres, ni me importa; de todos modos nos vamos a dar un paseo por la capital británica.

La película nos cuenta como la fotógrafa Ronit Krushka (Rachel Weisz), alias «Ronnie Curtis», regresa a Londres desde Nueva York donde vive y trabaja, con motivo del fallecimiento de su padre, un influyente rabino, Rav Krushka (Anton Lesser) de la comunidad judía ortodoxa de la capital británica. Allí es recibida fríamente por esta comunidad, y acogida, aunque también con cierta frialdad, por un buen amigo de su infancia, Dovid Kuperman (Alessandro Nivola), rabino, sucesor espiritual de su padre. Y a quien se encuentra casado con otra amiga de su infancia, Esti (Rachel McAdams), con quien mantuvo una relación en la juventud, que motivó su extrañamiento de la comunidad judía.

Compleja historia en la que se mezclan dos temas, el amor homosexual entre dos mujeres, y la vida sectaria y la fuerte presión del grupo en una comunidad religiosa ortodoxa. Voy a poner un pequeño vídeo…

José F. Ortuño es un guionista y director que tiene un canal en Youtube que, desgraciadamente actualiza con mucha menos frecuencia de lo que nos gustaría. Pero que en pequeñas piezas que van de los 30 segundos a los dos minutos da unas impresionantes lecciones de cine. Aprendes un montón. Y como veis en el vídeo anterior, nos enseña cómo es importantísimo estar al loro de lo que se dice o se presenta al principio de cada película. Y el sermón del rabino muerto al principio de la película es fundamental, porque define el tema de la película. De la misma forma, que el sermón se cierra con las palabras del rabino vivo hacia el final. En esta ocasión, la relación lésbica entre las dos protagonistas no es el tema fundamental, aunque sea un tema importante. Es más bien el macguffin que mueve a los personajes. Un macguffin que no es nada banal, como los planteaba el inventor del término. Porque el tema, el meollo de la película es el derecho a decidir tu vida, el libre albedrío… algo a lo que se han opuesto, se oponen y se opondrán siempre las comunidades ortodoxas, sean religiosas, sean políticas, sean nacionales o tribales, que pretenden definir siempre de forma absoluta qué debe ser un ser humano.

20121006-0852.jpg

No voy a entrar en los detalles. Pero cada uno de los tres personajes principales de la película ha de encontrar su camino y su lugar, marcados por las obras o las palabras del rabino muerto, que es el cuarto gran protagonista del filme. Ni que decir tiene, que si el objetivo se consigue es gracias a la sólida y consistente dirección de Lelio. Pero sobretodo, por la solidez interpretativa de un trío protagonista en estado de gracia actoral, destacando todos ellos, pero en especial McAdams, que nos muestra con solidez un fenomenal proceso de maduración lleno de matices.

Película que en estos momentos siento muy infravalorada por la crítica y el público. Y no lo acabo de entender. Es de esas películas que crecen en tu cabeza conforme pasan las horas y los días desde que se encienden las luces de la sala de cine. Ni que decir tiene que la encuentro totalmente recomendable. Menos para cenutrios que profesen cualquiera que sea su ortodoxia ideológica. Y aunque la película se presente como la historia de un amor lésbico, es eso y mucho mucho más.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

Nota: creo que estoy pensando en elaborar una entrada con los vídeos de Ortuño para mostrar porqué, con sus imperfecciones, que las tiene en abundancia, el episodio VIII de Star Wars es una de las más interesantes películas de la saga y con ventaja, y que merece mucho la pena.

20121006-060079.jpg