[Recomendaciones fotográficas] Las primeras recomendaciones del año, tras las fiestas de final de año

Fotografía

Entre unas cosas y otras, hace unas semanas que no había una entrada de recomendaciones fotográficas. O estas habían tomado la forma de recomendaciones sobre libros que recientemente han entrado en mi biblioteca. Pues nada aquí tenemos unas cuantas. Pero antes de eso comentar una cuestión sobre las fotos acompañantes. Llevaba mucho tiempo sin usar mi compacta digital, la Fujifilm Finepix XF10. Y la he vuelto a poner en marcha. Desde que volví de mi viaje a China en la primavera de 2019, la considero una cámara fallida pero utilizable. Algunas reflexiones sobre mi nueva puesta en marcha las encontraréis en Fujifilm Finepix XF10 «Reboot».

Y ahora sí, vamos con las recomendaciones. He mencionado mi viaje a China. Desde 2014, en el que hicimos nuestro primer viaje a Japón, hasta el 2019, último año en el que se pudo viajar libremente por el mundo, realizamos un viaje al año de promedio al Asia más oriental. Y la verdad es que la consideramos una de las regiones del mundo donde más divertido es viajar. No entraré ahora en los porqués… pero así nos parece. Y lo echamos de menos. Quizá por ello, me fijo con frecuencia en enlaces a fotografía y fotógrafos relacionados que esa parte del mundo.

Por ejemplo, sigo habitualmente la página Photography of China, desde nos llegan recomendaciones sobre fotógrafos de aquel país, o sobre fotógrafos de otras partes del mundo que le dedican todo o parte de su trabajo al gigante asiático. El último que me ha llamado la atención es Maleonn, fotógrafo nacido en Shanghái, del que he leído un par de artículos en esas páginas recientemente. La primera nos habla del estudio portátil con el que se ha recorrido kilómetros y kilómetros de su país, fotografiando a las gentes de formas muy divertidas, y a la vez alusivas a algunas de las características del país o de sus acontecimientos históricos más o menos recientes.

La segunda nos habla de los montajes que realiza en torno a antiguas fotografías con diversos objetos, como flores, otras imágenes fotográficas o no, animales, u otros objetos, que digitaliza en un escáner, obteniendo una nueva imagen de alta resolución que cambia o modifica el significado de la fotografía original, en origen sencillas fotografías de recuerdo de alguna familia o grupos de amigos, en formato cuadrado, en blanco y negro. Curioso e interesante.

A este tipo de fotografías, que no están realizadas con un interés documental profesional o con un interés artístico, en las que el fin principal no es la fotografía en sí misma sino recordar, evocar, o lo que sea a un nivel particular, en la que la fotografía es un medio instrumental sin más, los anglófonos la llaman vernacular photography. Lo que pasa es que la definición de la palabra vernáculo,a que ofrece la Real Academia, no satisface el concepto de la cognada del idioma inglés. El Wiktionary en español ofrece otra acepción de la palabra vernáculo,a que define como «vulgar, corriente»… y que se acerca más a lo del inglés. Pues bien, en Lensculture dedican un interesante artículo a la «fotografía vulgar y corriente», en la que también es posible encontrar imágenes de gran interés estético, poético o documental. Por lo que no merece la pena desdeñarla simplemente por su falta de pretensiones iniciales, o por su ámbito privado.

Volvamos al Asia oriental. En esta ocasión a otra página dedicada a otro de los países del entorno. Pen ペン Magazine dedica sus páginas a la cultura japonesa o relacionada con el País del Sol Naciente. Y ha habido un par de artículos que me han interesado sobre el tema en las últimas semanas. Por un lado, la exploración del entorno natural del ciervo shika en la isla de Hokkaido por parte de Chieko Shiraishi, una fotógrafa que sigo desde hace un tiempo en Instagram (creo que ya había mencionado este trabajo), y por otro lado el expresionismo en la fotografía de flores por parte de la fotógrafa Mika Ninagawa. En su cuenta en Instagram descubrimos que este estilo expresionista lo aplica también a otros temas o motivos. Dos trabajos que se encuadran plenamente en las tradiciones visuales y estéticas niponas. Siempre interesantes.

Me llama la atención el artículo en Blind dedicado a las últimas líneas ferroviarias que utilizan la tracción con vapor, con carbón como combustible, de forma habitual. No me refiero a los ferrocarriles históricos que son puestos en la vía con fines promocionales o turísticos. Sino al uso comercial para el transporte de viajeros o mercancías de forma regular. Si ya otras formas de tracción ferroviaria más eficientes habían arrinconado al vapor a una nicho testimonial, la lucha contra la crisis climática hace imperativa la necesidad de acabar con la quema de combustibles fósiles, entre ellos el carbón. Pero he de reconocer que la estética de las viejas locomotoras de vapor es irresistible fotográficamente. El trabajo es del italiano Pietro Pietromarchi, que se ha recorrido lugares remotos en Asia, África y América del sur para documentar estos restos de otra época.

También en Blind publicaron un artículo dedicado a la ciudad de Pittsburgh, tal y como la vio en los años setenta el fotógrafo David Aschkenas. Las fotografías, con paisajes urbanos y fotografías de arquitectura muy interesante, están muy bien. Pero no han dejado de recordarme el trabajo de W. Eugene Smith sobre esta ciudad, un trabajo que lo agotó, pues tal fue su intención de exhaustiva documentación que Smith pretendió. Obviamente, algo tendrá, o tendría, la industrial ciudad norteamericana para que le dedicaran estos esfuerzos.

Otras cosas que me han interesado, los paisajes del oeste americano de Patrick Warner en Booooooom, y las reflexiones sobre los fotógrafos de rodaje en el cine en Blind. Esto último siempre me ha parecido muy interesante.

[Libros de fotografía] Alimento para la mente durante el #quedateencasa ¿o era #yomequedoencasa ?

Fotografía

Pues eso. Que la epidemia de coronavirus amenaza a los miembros más débiles de nuestra sociedad. Y entre ellos, la capacidad del sistema sanitario para responder con eficacia. Así que se nos recomienda quedarnos en casa. Después de varias semanas con el personal «desc.j.nado» por las cosas que les pasan a los chinos, ahora resulta que Europa lidera el número de casos y muertos. Aunque claro, nadie sabe lo que está pasando en otros continentes donde los sistemas no permiten contar ni controlar lo que pasa…

Pero en estos últimos días he recibido algunos libros y revistas de fotografía que me permitirán sobrellevar el tiempo de ser, de forma solidaria, un asocial. Y os los cuento.

Las fotografías acompañantes pertenecen al mismo carrete que las del de la excursión al curso alto de río Martín, pero utilizando como objetivo un Helios 44-2 58/2 de fabricación soviética, usado con un adaptador sobre la Canon EOS 650.

La revista Exit, con su número 77, ha cambiado de formas, aunque creo que sigue siendo lo mismo de forma. Cada número nos trae un tema, en este último el de las «Minorías», y nos muestra cómo algunos de los mejores fotógrafos del momento, y también de la historia, pero sobretodo actuales, observan, reflexionan o proponen sobre ese tema. Textos siempre en castellano y en inglés. No he tenido todavía de meterme en profundidad en este número, por lo que no puedo hablaros de ninguna recomendación de contenido en concreto, pero sin duda es una revista recomendable en sí misma. Siempre. Si antes os he dejado el enlace al número actual, os pongo también el enlace a la cuenta en Instagram de la revista.

Desde hace ya unos años, voy comprando de vez en cuando libros de la editorial Another Place Press (instagram). Como ellos mismos se definen, son una pequeña editorial independiente que muestra el trabajo de fotógrafos contemporáneos dedicados al paisaje. Paisaje humano, natural y, las más de las veces, ambos en interrelación. No compro todos sus libros pero tengo ya unos cuantos. Son ligeros, bien presentados, relativamente económicos y sobretodo pueden servir de inspiración para el aficionado a la fotografía que quiere encontrar sus proyectos y su propia visión. Recientemente he recibido el libro Undertow de Frances Scott (instagram). Esta es una fotógrafa natural de las islas Orcadas, al norte de Escocia, actualmente establecida en Glasgow, que ha decidido revisar mediante sus fotografías, en blanco y negro, su relación personal con el paisaje de sus islas de origen, especialmente el paisaje costero. Incluye un copia firmada de una de sus fotografías en tamaño Din A5.

Hace unos días, en unas recomendaciones fotográficas, os hablaba de Thomas Sauvin (instagram). Sauvin es un coleccionista francés que vive en Pekín, y que se dedica a buscar y coleccionar fotografías y negativos en los mercadillos de la capital china, donde eventualmente encuentra auténticas joyas, que organiza y publica de forma excelente. Cuando realicé en Coursera el curso del Museum of Modern Arte MoMA de Nueva York «Seeing Through Photographs«, pude introducirme en el análisis de lo que actualmente se da en llamar fotografía vernácula. Es decir, la fotografía que se realiza de forma cotidiana con sujetos y temas corrientes, distinta de la fotografía profesional, documental o comercial, o de la realizada con fines artísticos. Es decir, la fotografía que hace la gente de vacaciones, o cuando ve algo que le llama la atención, o de sus seres queridos, o las que toman los científicos, los policías u otras profesiones durante el ejercicio de su profesión. Me interesó la labor que hacía Sauvin, y me atrajo comprar el último libro que ha publicado, Great Leaps Forward. Con una presentación excelente, recoge una selección de fotografías del departamento de Educación Física de la Universidad de Xi’an. Y son de excelente calidad técnica y compositiva, realizadas todas un mismo día de junio de 1960, soleado y luminoso. Al mismo tiempo, el Gran Salto Adelante fue el nombre que recibió uno de los planes de desarrollo de la China de Mao, en esa misma época. Una iniciativa que fracasó y que causó horribles hambrunas, aunque esto es cuestionado por algunos críticos. Causó el desprestigio de Mao Ze Dong, aunque volvió en 1966 con otra terrible iniciativa, la Revolución Cultural, que también causó estragos en China. Las fotografías tienen una estética muy propia de los regímenes totalitarios, en la que se glorifica el cuerpo sano e ideológicamente perfecto de los jóvenes.

Bueno, esto es todo por el momento. Sigamos con el #yomequedoencasa.