Ya comenté que estuve el lunes pasado en Barcelona. Y una de las cosas que hice fue darme una vuelta por librerías. Es algo que hace años hacía mucho, pero que había descuidado en los últimos años. Y no muy lejos de Casanova Foto, donde recalé nada más llegar a la Ciudad Condal, esta la librería Laie, y un poquito más apartada, pero no mucho, la librería Central. Y como tenía bastante tiempo, me acerqué a ellas.
La librería Laie esta en la calle Pau Claris, que es continuación directa de Vía Layetana. No sé si de ahí le vendrá el nombre. Pero tiene muchas sucursales en museos y centros culturales. En Zaragoza regenta la librería y tienda de regalos de Caixaforum. Allí compre un pequeño librito dedicado a Anna Atkins, titulado Anna Atkins, la fotógrafa invisible de Lydia Oliva. Anna Atkins fue una fotógrafa pionera del siglo XIX, británica, que según nos cuenta la autora del libro fue anterior a otras figuras del momento, más conocidas por ser hombres. Atkins es conocida especialmente por el uso de la cianotipia la conservación de imágenes de plantas, ojas y flores, con fines documentales. Pero con una alto nivel estético. La cianotipia, ahora muy usada con fines artísticos, se usó inicialmente con fines técnicos. Era una forma sencilla de reproducir planos. En azul con líneas blancas, a partir del original blanco con líneas negras. El libro es pequeñito. Está basado en una ponencia de la autora en un congreso de fotografía hace ya trece o catorce años. Se lee enseguida. Y sus principales ilustraciones son las cianotipias de Atkins.
La librería Central están en la calle Mallorca. A un cuarto de hora caminando de la anterior. Me familiaricé con ella cuando visitaba hace años la ya desaparecida librería Kowasa, especializada en fotografía, y de la que eran vecinos. Es más amplia y con más catálogo que Laie. Y tiene un cierto saborcillo a otros tiempos. A cambiado poco desde que la conozco. Allí compré uno de los últimos libros que se han publicado, hace un año ya no obstante, de Saul Leiter. Leiter, uno de mis favoritos, precursor de la fotografía en color, pasó desapercibido durante la mayor parte de su vida, pero ha sido reivindicado con fuerza en los últimos tiempos. Con un archivo fotográfico de más de 40 mil fotogramas, hay material para muchos libros. Los que se presentan en este libro, con un papel mate que no es el que yo hubiera elegido en un principio, pero que no le sienta nada mal, no tienen la brillantez compositiva de sus fotografías más conocidas y publicadas. Pero ayudan a familiarizarse con el proceso de toma fotográfica del autor. Aportan comprensión a como sería el trabajo en la calle de Leiter, y por ello tienen un valor añadido. Y es que además, también están muy bien. La fotografía en la calle bien entendida, y no como muchos street photographers actualmente la entienden, tan descuidada e intrusiva. Muy recomendable.