[Recomendaciones fotográficas] Mas adolescencia y otras cosas

Fotografía

He retrasado un día mis habituales recomendaciones fotográficas, aprovechando el «superpuente» de diciembre, esa extraña acumulación de festivos, en los que al mismo tiempo se celebra de forma discreta y sin alharacas el hecho de que España tenga una constitución democrática y con más bombo las tradiciones más irracionales del fenómeno religioso. Y es que siempre lo he dicho… podremos debatir sobre el concepto de dios o su probable o improbable existencia/inexistencia. ¿Pero sobre que la tal María de Galilea fuera virgen cuando concibió al muchacho? ¡Anda ya!

Algunas de las fotos realizadas con película tradicional, Ilford HP5 Plus en cámara de un sólo uso, durante nuestro último viaje a Japón. En Tokio.

La semana pasada comentaba la visión de la adolescencia por una fotógrafa holandesa. Esta traigo otra fotógrafa, pero que procede del Oriente Medio, del Líbano, para mostrarnos otra visión de esa misma época de la vida. Se trata de Rania Matar (instagram), libanesa de origen palestina expatriada, y que apunta su cámara a chicas adolescentes de dos entornos culturales y sociales muy distintos, lo que nos permite indagar en lo que es común y lo que es diferente en las jóvenes de esa edad. Retratos ambientales en los Estados Unidos y en el Oriente Medio. Matar dota de más glamour a las chicas que lo que hacía Disktra. Pero me parece interesante contrastar las distintas visiones. Lo hemos visto en Blind Magazine.

También en Blind Magazine nos han hablado de la obra del norteamericano Ralph Gibson, un fotógrafo que ha recorrido temas y estilos muy diversos. Desde el blanco y negro más contrastado y con una mirada que se ha considerado por algunos como simbólica o surrealista, hasta un color brillante saturado y flirteando con la abstracción. No ha dejado de mostrarnos sus retratos o sus naturalezas muertas. Estas últimas me gustan mucho. Con 82 años, se le puede considerar ya un histórico de la fotografía contemporánea. Incluso un clásico de la misma.

En el perfil instagramero de Matt Stuart nos hablaban de la obra fotográfica del español Óscar Monzón (instagram) y su reciente libro buscando mostrar la diversidad y la escenografía de la gran ciudad, de la metrópolis moderna, que puede estar más influida de lo que pensamos por la intensa actividad publicitaria y propagandística que despliegan los medio desde hace unas décadas. Lo cierto es que me ha interesado bastante.

Issei Suda es uno de los fotógrafos documentales más notables del final del siglo XX. No tan conocido en Occidente como Araki o Moriyama, por ejemplo, per Suda tiene un cuerpo de obra importante que refleja con una mirada muy penetrante la vida cotidiana de la sociedad japonesa. Con una acercamiento más humanista a la figura humana, en su obra está la permanente tensión en los artistas japoneses entre la modernidad y las tradiciones, entre la realidad y la fantasía o lo extraordinario. Nos lo han recordado en Pen Magazine y es uno de esos fotógrafos que conviene conocer.

Y también desde Pen Magazine nos asomamos al trabajo de Nora Rupp… para darme cuenta al empezar a redactar sobre ello de qué ya hablé de él hace unos meses. Así que allí os dirijo.

[Libro de fotografía/Recomendaciones fotográficas] Ogawa Yasuhiro y algo más

Arte, Fotografía

Al igual que las semana pasadas, la entrada de hoy era para comentar mi última llegada a mi biblioteca de libros de fotografía. Pero incluiré también algunas recomendaciones que me parecen apropiadas.

También he de decir que las fotografías acompañantes son de mi participación en la #fp4party de este año, a la que he dedicado una segunda entrada, «fiesta» de la fotografía con película negativa en blanco y negro, cuya naturaleza ya os expliqué hace unos días. Los aspectos técnicos de las fotos de hoy los podéis encontrar en # FP4Party Edición 2021 – Leica M6.

Ya hice un breve comentario el domingo pasado del fotógrafo japonés Yasuhiro Ogawa, fotógrafo viajero que ha recorrido amplias regiones de Asia y otras partes del mundo. Tanto me gustaron las fotografías que vi de él en Photography of China, que decidí encargar el libro The Dreaming. Como el mismo explica, la idea le vino cuando cumplió los 50 años, y decidió revisar su colección de negativos en blanco y negro de sus viajes. Fundamentalmente, Asia oriental, Sudeste asiático y alguna otra parte del mundo como Centroamérica o Sudamérica. El resultado es un libro no muy extenso, ligero, muy manejable, agradable de hojear, que como su título indica nos traslada al viaje como un concepto de ensoñación. Etéreo. Apenas material. Paisajes y personas de los lugares que visita o con quienes se encuentra, despojados de los elementos que los perturban. Sobrios. Muchas veces jugando con las sombras, como le hubiera gustado a Tanizaki. O con las inclemencias del tiempo. Lo cierto es que desde que lo recibí a principio de semana, todos los días lo hojeo una ratito, y cada vez me gusta más. Y despierta, todavía más, en mí, el deseo de viajar. ¿Cuándo lo podremos satisfacer?

Como también lo ha hecho el artículo de Pen Magazine, en el que vemos algunas de las fotografías que la fotógrafa Nora Rupp realizó en su peregrinaje por los 88 templos budistas de las isla de Shikoku, la más pequeña y menos conocida de las cuatro principales del archipiélago japonés. Aunque para quienes hemos leído el Kafka en la orilla de Murakami no será familiar. Son fotografías directas. Tomadas sobre la marcha, sin buscar necesariamente el momento adecuado, la luz adecuada,… donde encuentra lo interesante, especialmente a los peregrinos, fácilmente distinguibles por su atuendo, ahí hace la foto. Lo que resulta en una fotografía sin tapujos, directa. Y por ello, nos aparece más sincera. Y a pesar de todo, bella. Hizo un librito de la peregrinación, Henro, pero no lo encuentro. Previamente hizo algo similar, aunque no me resuena lo mismo, con el Camino de Santiago.

Finalmente, Elizabeth Avedon dedica una de sus entradas a las fotografías de Tokio de Sean Perry. Tokio es una ciudad que me atrae constantemente, aunque luego, en los dos viajes en los que he parado allí unos días, no me resulte especialmente acogedora. Me abruma un tanto. Sólo algunos rincones de la ciudad me resultan realmente acogedores. Las fotografías de Perry, aunque bellas, no dejan de representar esa ciudad enorme, poco acogedora, de edificios enormes y casi amenazantes. Y sin embargo, lo que daría en estos momentos por volver a Tokio una tercera vez. Con el tiempo.