[Libro] La mirada de las furias

Literatura

Este es uno de esos libros que lees porque en algún sitio lees una entusiasta recomendación, ves que a priori es una space opera, o lo parece, género que me encanta desde jovencito, y que también me produce con frecuencia unas decepciones tremendas, y caes en la trampa esa de que nunca damos oportunidades a los autores patrios en la cosa de la ciencia ficción y que hay que portarse mejor con nuestro maltratado idioma y los que se expresan en él. Entonces, ya que estos libros son baratos en edición electrónica piensas que por qué no… y te pones a ello. En cualquier caso, va sobre la exploración espacial, y ya que hoy estamos con lo de la llegada de la sonda New Horizons a Plutón, pues me parece apropiado para la entrada de hoy del Cuaderno de Ruta.

La mirada de las furias
Javier Negrete
Edición electrónica en Amazon Kindle, 2012

Personalmente, el único planeta que he tenido ocasión de explorar es la Tierra; ni Plutón, ni el inhóspito lugar donde transcurre la acción de la novela.

Personalmente, el único planeta que he tenido ocasión de explorar es la Tierra; ni Plutón, ni el inhóspito lugar donde transcurre la acción de la novela.

Eremus es un geneto. Un ser humano de diseño, producido en un laboratorio. Fue diseñado para ser un asesino al servicio de una gran empresa, y tras un tiempo de actividad, retirado y congelado por una legislación contra este tipo de seres que obligaba su destrucción. Pero ahora ha surgido una crisis. La exploración espacial es posible, pero bajo las condiciones que impone una raza alienígena que tiene las claves para el viaje interestelar rompiendo las limitaciones de la velocidad de la luz. Una nave de esta raza alienígena se ha estrellado en un planeta colonizado por humanos, un planeta con una incipiente civilización, originalmente un planeta prisión, donde todavía impera hasta cierto punto la ley del más fuerte. Y nadie ha devuelto los restos de la nave. Los alienígenas amenazan con exterminar a la raza humana. Y tantos los poderes fácticos como los oficiales quieren el secreto que esconde la nave. Eremus será descongelado y enviado al planeta. Tiene 11 días antes de que se cumpla el ultimátum alienígena para desentrañar el misterio de la nave.

En principio, el planeta Tierra es bastante acogedor dentro de lo que cabe; y no le falta belleza como en estas vistas de la sierra de Algairén, Aragón (España).

En principio, el planeta Tierra es bastante acogedor dentro de lo que cabe; y no le falta belleza como en estas vistas de la sierra de Algairén, Aragón (España).

Estamos ante un producto de ciencia ficción bien intencionado, con una serie de elementos de partida que dan para una historia interesante. Y de hecho, la lectura de la novela se hace con facilidad, concediéndole la capacidad de entretener. Pero desgraciadamente, poco a poco se convierte en un entretenimiento un tanto vacío. Las relaciones de poder, que podría ser un tema de reflexión, se tratan desde un punto de vista muy tópico, lleno de lugares comunes y previsibles. La cuestión de la humanidad del ser creado y diseñado, el geneto, y por extensión la definición de qué nos hace humanos, tampoco aporta nada realmente novedoso, ni siquiera tenemos claro que al final sea una cuestión que importe mucho. Hay una historia «de amor» metida con calzador y que desde mi punto de vista, aunque pretende que actúe como un motor para las acciones del protagonista, podría ser perfectamente prescindible, nos ahorraría unas cuantas páginas, sin que la historia se resintiese. La aparición en escena de una «supervillana» otorga a la novela la banalidad propia del género de los superhéroes, plaga actual que nos obliga a soportar constantemente argumentos idénticos y prefabricados en cine y literatura, tanto escrita como gráfica, y de la que se contagia esta novela. Al final, te quedas con la sensación de que el autor ha cogido elementos de aquí y de allá para montar una historia de «serie B» y consumo fácil, con pretensiones, fallidas, de cierta trascendencia.

Bueno. No me atrevería a recomendar demasiado estas miradas furiosas, aunque me sirvieran para hacer llevadero algunos desplazamientos en tren por Canadá en las últimas vacaciones. Sigo sin encontrar un autor de ciencia ficción español que realmente me convenza con sus propuestas…

Desgraciadamente, sufre una plaga de pequeños organismos insignificantes llamados seres humanos, que lo están dejando echo unos zorros, y que amenazan con extenderse por el sistema solar... De momento mandas chismes con cámaras de fotos hasta los sitios más fríos... y eso que allí no hay nadie para hacerse un selfi.

Desgraciadamente, sufre una plaga de pequeños organismos insignificantes llamados seres humanos, que lo están dejando echo unos zorros, y que amenazan con extenderse por el sistema solar… De momento mandas chismes con cámaras de fotos hasta los sitios más fríos… y eso que allí no hay nadie para hacerse un selfi.

[Ciencia] ¿Son los islandeses descendientes de los «indios»? (también conocidos más correctamente como indígenas americanos)

Ciencia

Creo que, de acuerdo con las noticias que llegan sobre la situación bancaria en Islandia como consecuencia de la crisis de 2008, hay muchos que estarán de acuerdo en decir que los islandeses, últimamente, han «hecho el indio». Expresión de tipo etnocentrista, bien explicada en Cine y letras, que implica que alguien se ha dejado incautamente por otro más espabilado, y ampliamente difundida entre los hispanohablantes ibéricos. Desconozco si es utilizada por los habitantes del otro lado del charco. Supongo que para los descendientes de los indígenas americanos no será una expresión precisamente agradable. Y con razón.

Pero resulta que, aparte de esto, el estudio de los genomas de los islandeses, y más concretamente de sus mitocondrias, muestra que hay al menos 80, los que figuran en su base de datos al respecto, que tienen como antepasada a una mujer indígena de América. Dejaré por respeto de volver a utilizar la palabra «indio», salvo para referirme como tales a los propios de la India. No voy a perder el tiempo explicando la historia. Una noticia en Genciencia me ha llevado a leer un artículo en La ciencia y sus demonios, un sitio dedicado a la ciencia que puede ser interesante de seguir. Me han parecido muy rigurosos. Así que lo mejor es que lo leáis de ellos mismos.

Mi reflexión viene al cabo de cuál debe ser la actitud de cada cual a la hora de juzgar y asimilar los datos científicos. Es un hecho comprobado que en Islandia hay descendientes de los indígenas americanos, o de nativos de ciertas partes de Asia. Pero por mucho entusiasmo que hayan puesto los medios de comunicación, y ha habido numerosos ejemplos los últimos días, en afirmar que algún islandés se llevó a una indígena americana a su isla antes del siglo XI, se la benefició, y dejó descendencia, existen otras opciones para explicar la presencia de estos genes en la isla. La explicación ofrecida por los investigadores es la que ellos consideran más plausible; pero estamos lejos de poder afirmar con rotundidad que eso fue así.

La ciencia no trabaja con certezas. Trabaja con modelos teóricos. Paradigmas que ofrecen una explicación razonable a los hechos que conocemos, y que pueden ser susceptibles de ser afianzados por la experimentación o por ulteriores observaciones. Y por lo tanto, son válidos, hasta que nuevos datos nos invitan a buscar explicaciones mejores. Nada dogmas, nada de explicaciones categóricas. No hay gurús infalibles en la ciencia. No como en otras disciplinas de la actividad humana que nos amargan la vida con frecuencia. Aprovecho para reproducir una frase que he encontrado en el encabezamiento del mencionado blog La ciencia y sus demonios.

La primera gran virtud del hombre fue la duda
y el primer gran defecto la fe (Carl Sagan)

Hacia el jardín de invierno

Hoy me siento melancólico, y por eso, pongo una imagen del Parque Grande de Zaragoza que también me parece que evoca esa sensación de melancolía - Panasonic Lumix GF1, G 14/2,5 ASPH.