Estos dos últimos viernes, quienes participamos habitualmente en el grupo de Flickr «Fotógrafos en Zaragoza (FeZ)», hemos podido realizar prácticas de fotografía nocturna gracias a la amable y desinteresada tutoría de Ángel, excelente y cordial persona y compañero. El taller que se ha realizado en los alrededores del Puente de Piedra y las plazas del Pilar y La Seo de Zaragoza, se ha hecho dos veces debido al interés que ha suscitado. A mí me ha venido bien. Conocía buena parte de las técnicas a desarrollar, pero las tenía un poco oxidadas porque mis fotografías habituales van por otro lado. Pero bueno, os lo cuento con fotos.

Hemos empezado bastante antes del ocaso, junto al Club Náutico, con el fin de ensayar algunas técnicas preparatorias. Por ejemplo, el uso del flash como luz de relleno. La cola de la escultura de pez estaba totalmente en la sombra. Con la ayuda del flash, conseguimos iluminarla y darle detalle manteniendo el equilibrio con el cielo y el Puente de Piedra de fondo. La pena es que con tanta luz y con una velocidad de sincronización de 1/200, a 100 ISO he tenido que poner el diafragma a f/13, y hubiese preferido bastante menos profundidad de campo…

En el grupo hay un compañero que se suele responsabilizar de la foto colectiva de la actividad. Como no se ha quedado porque hizo el taller la semana pasada, me ha tocado a mí hacerla, encantado, y aquí estamos, en la hora dorada de la tarde, con La Seo de fondo.

Antes del ocaso, en la plaza del Pilar, hemos jugado con los contraluces, aprovechando el sol bajo de la tarde.

El ocaso lo hemos presenciado, y fotografiado, desde el Puente de Piedra. Aunque el cielo estaba un poco soso, casi totalmente despejado.

Hemos probado diversas técnicas para conseguir buenas fotos del ocaso; con gran aplicación de todo el personal, tanto de los habituales como de las nuevas caras que hemos tenido la suerte de conocer.

Un agradecimiento a Ángel, que además de tutelar desinteresadamente la actividad, se ha prestado a actuar como modelo, para trabajar el uso del flash durante el ocaso.

Tras el ocaso, hemos tomado una cervecita para esperar la hora azul, donde hemos mezclado la luz intensa luz azul natural del cielo con los tonos cálidos de la iluminación artificial de la zona monumental de la plaza del Pilar. Uno de los problemas de la noche ha sido el viento. En este caso, ha hecho que las flores quedaran ligeramente movidas durante una exposición de entre 1 y 4 segundos. Aunque eso no necesariamente es de mal efecto en este caso.

Conforme la luz natural escaseaba más, hemos salido a Echegaray y Caballero para fotografiar las estelas de luz de los vehículos que circulaban utilizando los trípodes y largas exposiciones, de hasta 30 segundos en mi caso. Para conseguir una exposición tan larga, he cerrado bastante el diafragma y se han producido estrellas de difracción en las fuentes puntuales de luz. ¿Quien sabe cuantas palas tiene el diafragma de mi EF 85/1,8?

Los problemas del viento se han hecho más notables cuando nos hemos vuelto a trasladar al Puente de Piedra para hacer ya las últimas fotos con la noche casi cerrada. A pesar de que las bondades de mi trípode, que las tiene, esta fotografía del Ebro hacia el Puente de Hierro ha quedado ligeramente trepidada por la acción del viento durante los 25 segundos de exposición.

Aparte de algunas típicas y tópicas fotografías del Pilar, he apuntado el objetivo aguas arriba del Ebro, donde todavía quedaban rastros de la luz rojiza del ocaso. Y me he encontrado a Venus, que en la exposición de 20 segundos aparece como una pequeña línea en lugar de como un punto en el cielo. Y nos hemos ido para casa, que hacía un biruji que pelaba.