Con la mayor parte de las series que nos han acompañado en la temporada 2012-2013, queda finiquitar por aquí alguna cosa, y algún comentarios sobre alguna novedad.
De las novedades relacionadas con el verano que se nos viene encima, he probado dos comedias de situación. Una la he abandonado al segundo capítulo. Ya hablé de ella la semana pasada, The Goodwin Games, y salvo que la chica es mona y la habíamos visto en alguna serie previa, nada de interés. Fuera. La otra, con Anne Heche al frente como una despendolada y calamitosa esposa, madre y amiga, que de repente tras estar a punto de morir atragantada siente que le habla una especie de dios, y que tiene que arreglar las cosas. Se llama Save Me. Tampoco promete mucho. No pinta bien la temporada de verano.
Nos resarciremos porque han vuelto las aventuras de cierto sheriff de las grandes praderas, Longmire, y que ha vuelto con un muy buen episodio inicial en su segunda temporada. Espero grandes cosas de esta serie que el año pasado fue de menos a más, dejando muy buen sabor de boca.

Hace unos días le cacé el soviético Industar-22 50/3,5 a la Olympus OM-D E-M5; que dura la lucha contra la pérdida de contraste por reflejos internos. Parque Pignatelli.

Y si el motivo que queréis fotografiar tiene abundante detalle, ni se os ocurra ponerlo en el borde del fotograma. Parque de la Memoria.
Me he puesto también con una serie suecodanesa que ha recibido cierta atención estos meses atrás. Bron/Broen, el puente en sueco y danés respectivamente, nos va contando el caso de un asesino en serie, con ínfulas de justiciero social, y cuyo primer crimen sucede en el puente del Oresund, que une ambos países nórdicos. De ahí el título. Estoy viendo a episodio por día, por lo que la semana que viene os cuento más y mi impresión global. Pero de momento me tiene muy enganchado.
También he visto la corta temporada inicial de Rectify. Los primeros siete días tras la salida de la cárcel de un reo condenado a muerte, y que después de diez años, su caso es revisado y sale en libertad. Con unos problemas tremendos para estar en el mundo real. Que además está en el profundo sur de los Estados Unidos, que parece que no es el lugar más acogedor. Dos cosas; no sabemos si fue o no responsable del crimen por el que se le condenó inicialmente y, la verdad, no importa. Excelentes interpretaciones, principalmente de su protagonista, Aden Young, y su interrelación con la guapa mujer de su hermanastro, Adelaide Clemens, que además es una cristiana integrista. Esta chica que parecía que iba en papel menor, ha tenido algunos de los momentos más morbosos de la serie. La vimos en Parade’s End. Muchas ganas de que vuelva.

Ya que hablamos de puentes, estuvimos dando un paseo, a cuenta de mi convalecencia, entre los puentes del Ebro. Por el de Santiago no pasa el tren como en el del Oresund, pero no falta el tranvía.

Luego, mientras nos tomábamos algo al resguardo del viento, nos preguntábamos si el puente de la Almozara sujeta a los troncos arrastrados por el río,… o es al revés. Esta posibilidad nos dejó un poco inquietos.
Se nos ha ido también la cuarta temporada de Modern Family. Qué decir de esta serie que no esté dicho ya. Aunque quizá ya no sorprenda tanto, sigue siendo una de las series más inteligentemente divertidas de la televisión actual, con su elenco aparentemente en constante estado de gracia interpretativa. Puesto que todos ellos nos han ido dando muestras en temporadas anteriores de su personalidad y cualidades, quizá este año haya tocado la revelación de Lily (Aubrey Anderson-Emmons), la pequeña de la familia si no contamos al recién nacido. Momentos hilarantes. Y sobre todo aquel dunphysmo, en aquel memorable capítulo en el que Phil (Ty Burrell) aleccionaba a su hija univesitaria:
Success is one percent inspiration, ninety eight perspiration and two percent attention to detail.
El éxito es un uno por ciento de inspiración, un noventa y ocho de sudor y un dos por ciento de atención al detalle.
En dos palabras, im-presionante.
Finalmente, me enteré el otro día, que para el otoño próximo se nos viene encima una serie titulada Resurrection. Y al conocer la línea argumental, me pregunté si sería un adaptación norteamericana de la francesa Les Revenants. No me ha quedado claro todavía, pero tenía guardada esta última, porque cuando la vi, aunque me gustó, sentí que por falta de concentración me había perdido cosas. La he vuelto a ver. Es buena. Mejor de lo que parece. Y efectivamente hay que poner mucha atención para no perderse detalle.





