No mucho que comentar esta semana. Decir que voy muy justo de tiempo para ver muchas de las novedades de este año y algunas de temporadas pasadas, por lo tanto he decidido hacer limpieza de mi cartelera televisiva:
De temporadas pasadas, no voy a seguir con la segunda temporada de The Librarians. Aunque simpática, no tiene calidad suficiente para mantener estas aventurillas en mi cartelera cuando está tan apretada.
La novedad de la semana pasada, Wicked City, no me atrajo lo suficiente y la voy a abandonar ya.
Blindspot, que es uno de los estrenos más destacados, no me parece que esté a la altura de las expectativas levantadas en los primeros episodios y también se cae de la cartelera.
The Grinder es una sitcom que tampoco me ha acabado de enganchar. No me gustan mucho los personajes.
Esta semana vi algún episodio de The Muppets, que han vuelto. Esta especie de 30 Rock con marionetas no me ha devuelto las sensaciones de mi adolescencia. Tampoco permanece.

Paisajes alpinos para acompañar una serie que se desarrolla en los Alpes. Bien es cierto que en los franceses, y aquí tenemos los suizos, en el encabezado (Zermatt) o en esta foto del mone Pilatus sobre Lucerna.
De este modo, me dejo espacio para probar algunas novedades potencialmente interesantes en las próximas semanas, y para recuperar retrasos de otras que quiero seguir viendo.
Y hemos asistido al final de la segunda temporada, y de momento de la serie, de Les Revenants. Los retornados de la muerte franceses nos han ofrecido dos temporadas de ocho episodios, con tonos muy distintos, desde luego mucho mejores que la película que las inspiró, y que de alguna forma dan un nuevo sentido al tema de los muertos vivientes. Esos zombis tan populares en la actualidad en diversas declinaciones… desde los «muertos andarines» con dos series propia, a los tipos «congelados» de Game of Thrones, pasando por… todo tipo de situaciones. Ya lo dicen los anglosajones, «Everithing’s best with zombies». Pero los zombis franceses, estos «retornados», no son iguales que los anglosajones. No dan asquito,… aunque algunas escena de asquito ha habido,… hablan y razonan, algunos por lo menos,… tienen sentimietos,… y andan desorientados en ese claustrofóbico valle alpino, donde las inundaciones parecen darse con excesiva frecuencia, y con consecuencias extrañas.
Las virtudes de la serie han sido puestas de manifiesto en diversas ocasiones. Realizada con un presupuesto bajo, cuenta sin embargo con un excelente reparto, y su realización técnica, si bien sencilla, es elegante y esmerada. Una cuidada banda sonora, un buen diseño de producción y una excelente fotografía dan empaque a la serie, dándole una personalidad propia, muy europea, alejada de los modos anglosajones. Aunque no podamos dejar de encontrar similitudes con productos anglosajones situados fuera de las corrientes principales.

O con los alpinistas subiendo al Breithorn en la frontera en Suiza e Italia, también cerca de Zermatt.
Una manía de muchas series con misterios es la de que parece que necesitan dar explicación a todos esos misterios. Lo cual es como asumir que los espectadores no son capaces de construir su propia historia con los ladrillos que ofrece la serie, o de concluir a su modo y rellenar los huecos el producto final. Una pena, porque si una serie o una película de cine obliga al espectador a hacer un esfuerzo para concluir el producto, hace de estas producciones algo más interactivo o proactivo por parte del espectador. Mucho más creativo. Y la segunda temporada de Les Revenants se las ha apañado para resolver tantos misterios como despertar otros. Porque la figura del niño Victor/Louis y ese final con bebé son misterios que van creciendo y que quedan sin resolver. ¿Podrían ser la base para que, cuando sea, cuando tengan una historia, volver con una tercera temporada? Chi lo sa! Perdón, en francés. Va savoir! Quién sabe.
Mi recomendación es darle una oportunidad. Aunque es de esas historias que tienen tantos matices y tantas historias paralelas, que sientes que siempre te estas perdiendo algo. Quizá,… en algún momento,… haga una segunda lectura. Perdón, visualización.

O en el llano rodeado de gigantes alpinos de Interlaken.