[Libro] Quienes se marchan de Omelas – Ursula K. Le Guin

Literatura

Ursula K. Le Guin es una de la autoras más destacadas de la ciencia ficción y la fantasía del siglo XX. Y sin embargo, no le he dedicado el tiempo necesario teniendo en cuenta ese estatus. Por ejemplo, en el ámbito de la fantasía, no le he dedicado tiempo a su Terramar, aunque tengo un libro de esa serie en lista de espera. Sólo me hace falta encontrar la motivación del momento. He leído algún otro relato corto además de este de 1973 que traigo aquí. Y además… su bibliografía es tan extensa. Necesito encontrar alguna guía de recomendaciones para iniciarse en la lectura de la autora.

Con frecuencia, los totalitarismos de cualquier signo justifican sus desmanes en el bien común o en el bien de la patria, aun perjudicando a la mayoría y, especialmente, al «chivo expiatorio» de turno. Extranjeros, otras religiones… cualquier diferencia cultural o social es válida. En las fotos, los edificios del EUR en Roma, que iba a ser una celebración del fascismo italiano, arruinada por la guerra mundial.

Pero en un momento dado, tras volver de un viaje de vacaciones, cayó en mis manos este relato corto de Le Guin, uno de los más celebrados de la californiana, que nos dejó no hace tanto, en 2018. En él, Le Guin nos transporta a Omelas, una ciudad en un lugar indeterminado, en el momento en que se celebra el solsticio de verano. Un lugar ideal, en el que, aunque no hay grandes avances tecnológicos, hay una sociedad igualitaria, sin desequilibrios en el reparto de la riqueza. Un lugar de ciudadanos cultivados, inteligentes. Es la utopía. Hasta que el narrador nos traslada a un rincón de la ciudad, donde se mantiene preso, a oscuras, en la miseria y en la inmundicia a un niño. Es el sacrificio que hay que hacer para mantener la felicidad de los ciudadanos de Omelas. Algunos de ellos se acercan a visitar al niño. No está prohibido, cualquiera lo puede hacer. Y muchos de ellos, al verlo, deciden abandonar la ciudad. Son quienes se marcha de Omelas.

El relato corto lo he leído en una edición de Nórdica, reciente, pero existen otras más antiguas, con otros traductores, en los que se titula en castlellano Los que abandonan Omelas. Y dicen que hay también versiones que se titulan Los que se alejan de Omelas. Con frecuencia se ha publicado en colecciones o antologías de relatos cortos de la autora. En cualquier caso, con economía de medios y conceptos, Le Guin lanza un reflexión ética de enorme calado y profundidad. No existen las utopías. Toda utopía es una distopía en el fondo. No puede haber felicidad para unos sin la desgracia de otros. Es el concepto del chivo expiatorio. Para que la mayoría disfrute, algunos han de ser sacrificados. ¿Es esto ético? ¿Es esta una felicidad real, la construida sobre el sufrimiento de los demás?

Le Guin no da soluciones al dilema. No es infrecuente en las sociedades y las organizaciones humanas que se sacrifique el bienestar o los intereses de algunos en beneficio de la mayoría. Tampoco es infrecuente que se aduzca el bien de la mayoría por parte de los gobernantes para introducir normas o acciones dañinas para algunos, y al final son unos pocos los que se benefician, mientras que el número de perjudicados real es mayor. La reflexión ética, y política, que provoca el relato es clara. Y a pesar de lo devastador que resulta, hay un punto de esperanza. Al menos algunos reconocen la injusticia. Y si bien no se rebelan y la eliminan, al menos abandonan la ciudad, quizá para dirigirse a lugar más difíciles… pero quizá ¿menos injustos? En cualquier caso, una lectura muy recomendable.

[Libro] The Time Traveller’s Almanac (1)

Literatura

Si durante unos meses entre el otoño y el invierno pasado fui intercalando en mis lecturas algunos libros dedicados de una u otra forma al viaje espacial, al viaje interestelar, ahora he comenzado a incluir algunas historias sobre el viaje en el tiempo. Una imposibilidad física para unos, mientras que para otros siempre puede quedar un resquicio en las leyes de esta ciencia que permita salvaguardar las leyes de la conservación de la materia y la energía o las relaciones de causalidad. El caso es que he adquirido un volumen, realmente voluminoso, incluso si está convertido de bits, ceros y unos, que nada abultan en mi lector electrónico.

Como son muchos los relatos que están incluidos en The Time Traveller’s Almanac: The Ultimate Treasury of Time Travel Fiction – Brought to You form the Future, los iré leyendo poco a poco, y comentaré por aquí cuando haya algún relato que me llame especialmente la atención. En esta primera tacada destacaré dos relatos.

Another history or A Fisherman en the Inland Sea – Ursula K. Le Guin

Un relato lleno de sensibilidad, dedicado a las segundas oportunidades. Un joven de un planeta básicamente agrario, abandona una sociedad donde las familias tienen gran importancia para la cohesión social, al mismo tiempo que suponen una compleja red de parentescos, al estar formadas por la unión de dos hombre y dos mujeres, con hijos comunes, aunque manteniendo ciertos tabúes para mantener la eugenesia. El joven se lanza al estudio de la física y del universo lo que le lleva a alejarse de su familia, irremediablemente tanto en el espacio como en el tiempo por el efecto de los viajes a velocidades relativísticas. Pero la ocasión le llevará a trabajar en la posibilidad de la transmisión instantánea de materia y energía entre dos puntos del universo, por alejados que estén. Y un accidente, quizá le dé la oportunidad de recuperar algo, o mucho de lo que perdió.

Interesante planteamiento el de crear una sociedad muy estructurada, de carácter conservador, pero con unos valores muy distintos a las sociedades de este tipo en nuestro planeta. Una amplia reflexión que utiliza el viaje del tiempo, aunque sea por efecto del azar, para hacernos pensar sobre qué haríamos si pudiésemos, al cabo de los años, disponer de segundas oportunidades. Anular el efecto del coste de oportunidad de tomar una decisión que nos atrae frente a otra a la que tampoco le haríamos ascos.

Entrada al Palacio de Dolmabahçe

Uno puede utilizar las fotografías, como sucedáneo de viaje en el tiempo. Pero a veces he pensado que regresar al año 1992 estaría bien. Y cambiar dos decisiones. Una… quizá hiciese un viaje poco después de mis vacaciones en Estambul,… uno que no hice, a pesar de que se me sugirió durante aquellos días en tierras turcas…

Triceratops Summer – Michael Swanwick

Un accidente durante un experimento físico en un laboratorio hace aparecer una gran manada de triceratops, pacíficos dinosaurios, en algún lugar de este planeta en la actualidad. ¿Qué harías si supieras que los científicos  que lo han provocado saben como volver a la normalidad, y lo van a hacer? Es decir, tienes tres meses para hacer lo que quieras, sin miedo a las consecuencias en el futuro, por que después todo se va a reiniciar a lo que hubiese sido tu vida, tres meses atrás, si no se hubiera producido el accidente. Como dedicaríamos ese tiempo extra que nos han dado… Seríamos criminales,… seríamos amantes,… haríamos el viaje de nuestra vida sin miedo a la ruina,…

El planteamiento es sencillo y la resolución también. Porque puede ser que estemos más condicionados por quienes realmente somos que por quienes soñamos ser.

En fin,… dentro de un tiempo, cuando vuelva a tener alguna remesa nueva de relatos que me hayan llamado la atención volveré a este «almanaque del viajero en el tiempo».

Alhambra y jardines del Generalife

O unas semanas más tardes en tierras granadinas, hacer algo que preferí no hacer… y que,… En fin. Mejor no pensar en ello. En cualquier caso, se confirma. Son las mujeres las que nos complican la vida y las decisiones. ;-)