Nueva foto propuesta a The Mirror Project

The Mirror Project

Tras un paseo por el Canal Imperial de Aragón y los pinares adyacentes, una foto junto a la Almenara de San Antonio de Padua. A ver si me la admiten pronto.

Compruebo en el diccionario de la R.A.E., que la palabra «almenara«, con el significado que aquí interesa, es un modismo local en las provincias de Teruel y Zaragoza:

almenara2.

(Del ár. hisp. manhár, y este del ár. clás. manhar, arroyo).

1. f. Ter. y Zar. Zanja por la cual se conduce al río el agua que sobra en las acequias.

2. f. Zar. Compuerta para la distribución del agua de riego.

Edificio de la Confederación Hidrográfica del Ebro junto a la Almenara de San Antonio, Zaragoza

La fotografía digital de alta calidad

Fotografía

Eso es a lo que aspiro, desde mi posición de aficionado. Y para ello me he agenciado el libro del mismo nombre, de José María Mellado, del cual se afirma es la mejor referencia en castellano sobre el procesado serio de la imagen digital. Pues nada. A ello. A estudiar. No perderé más tiempo.

León en mobiliario urbano, símbolo de la ciudad, Avenida de Cesáreo Alierta, Zaragoza

Las largas tardes de primavera

Fotografía personal, sociedad

Una de la ventajas de mi odiado cambio de hora de primavera, la única que percibo a nivel personal, es que las tardes de primavera se hacen largas. Apetece más estar en la calle. Aunque aún no nos hallamos desecho de los vientos desapacibles del invierno. Pero ya se sabe,… marzo ventoso…

Así, que ya se puede salir con la compacta en el bolsillo, para ver si se puede aprovechar alguna imagen con el sol «de capa caída». Algo es algo.

Avenida de Cesáreo Alierta, Zaragoza

Cambios de hora y ferias

ciudad, sociedad

Como todos los finales de marzo, llega el maldito cambio de hora de primavera, gracias al cual nos roban una hora, nos desequilibran nuestros ritmos de sueño y vigilia (por lo menos a mí), todo en nombre de un supuerto ahorro enegético, que a los ciudadanos de a pie nos cuesta ver por ninguna parte.

Por lo menos, aunque la mañana era ventosa y no demasiado agradable, también llegan las actividades propias de la estación que hacen de las mañanas de los domingos algo más ameno en la ciudad. Como por ejemplo la feria del libro de viejo y de ocasión que he encontrado plantada en la Plaza de Aragón. Estaba tristona, y eso que eran ya las doce. Pero es que a lo mejor para la mayor parte de las personas de bien, eran las once… y las once de un domingo en este país… es mucho madrugar.

Feria del libro viejo y de ocasión en la Plaza de Aragón de Zaragoza

Cambio de ordenador personal

informática

Un poco hartico de la guerra que me daban algunas aplicaciones con el Windows XP instalado en mi relativamente veterano PC, y a la luz del buen resultado que me está dando mi portátil iBook de Apple, he decidido cambiar de ordenador personal de sobremesa, me he agenciado un iMac de 20″, reacondicionado. Es decir, no es exactamente nuevo de fábrica, pero casi, y me he ahorrado aproximadamente un 15% del precio.

Me he dedicado la tarde a ir instalando mis aplicaciones favoritas, que no son muchas, pero si necesarias. Algo para escribir, algo para calcular, la música, y sobretodo para trabajar mis fotos.

Ahora mientras escribo ésto, estoy experimentando un poquito, y sobre el emulador Q estoy instalando la versión 6.10 de XUbuntu, porque esporádicamente uso Gnumeric, que no está adecuadamente trasladado a Mac OS. Un pantallazo del proceso de instalación…


En fin, que este fin de semana ya tengo cierto entretenimiento. Aunque como ya estoy familiarizado con el sistema, y la puesta a punto es sencilla y rápida, espero salir a hacer algunas fotos, y empezar a ser productivo. Que para eso estamos.

Cansado ya de las «ventanas» del «puertas«, que a veces me han resultado tan peligrosas como este balcón en Uncastillo, Zaragoza

Hannibal, el origen del mal (2007)

Cine

Hannibal, el origen del mal (Hannibal Rising, 2007), 20 de marzo de 2007

Acudimos a ver este filme con una mezcla de escepticismo y esperanza. El escepticismo viene de que la mayor parte de las secuelas y «precuelas» (curioso neologismo, que se está poniendo de moda) son productos oportunistas, que intentan ordeñar la vaca más allá de lo que muchas veces es razonable cuando alguna película tiene éxito. La consecuencia es que en contadas ocasiones el producto derivado alcanza la calidad del producto original, si es que alcanza calidad alguna. La esperanza es que los derivados de la exitosa El silencio de los corderos han tenido en general una calidad razonable, aunque no hayan sido necesariamente santo de mi devoción. El hecho de que algunas críticas sobre el filme que nos ocupa fueran razonablemente buenas, nos decide a sacar la entrada correspondiente.

El largometraje rodado por Peter Webber está correctamente realizado desde el punto de vista formal. La historia, que se refleja en una duración algo larga para lo que hay, está razonablemente bien planteada. Por otra parte, no es más que una más de las historias sobre venganzas que ya conocemos en el cine, sin aportar mayores novedades que los elementos gore, esperados dada la tónica general de la saga. Por lo tanto, tampoco son novedades en sentido estricto.

Donde en mi opinión falla la película es en la definición de los personajes. Es difícil de creer que la evolución del joven Lecter sea así por las circunstancias que pasan en su Lituania natal. Un carácter sociopático como el que hemos conocido en las películas anteriores no se hace; con él, se nace. El personaje de Gong Li es un florero puro y duro, en el que difícilmente podemos entender de dónde sale, porqué es como es, y porque narices es necesario que sea japonesa. Ni siquiera las presuntas enseñanzas hacia el joven Lecter tienen mucho que ver en cómo las cosas suceden después. El personaje del policía es bastante pobre, con muy credibilidad. Los malos tienen un perfil de malvados muy planos, sin matices. Da igual los intentos de los actores por hacerlo bien, empezando por el protagonista, Gaspard Ulliel. De donde no hay, no se puede sacar.

En resumen, una película que no aburre, de factura correcta, pero que no dice nada de especial. Simplemente, ordeñar la vaca del canibal para que siga produciendo beneficios. Con un siete en la interpretación por las ganas, lo dejaremos en un seis en la dirección por que no basta con que sea técnicamente correcta, tiene que haber algo más, y un seis en la apreciación global porque por lo menos te entretienes.

No es un castillo en Lituania, pero es un castillo… en Uncastillo, Zaragoza

"Switch Off And Let’s Go" – Que bitácora tan estupenda

Cine, sociedad

En diversas ocasiones me he quejado en estos pequeños artículos de las nefastas traducciones de los títulos de las películas extranjeras, así como de las pequeñas catástrofes que pueden escucharse en el doblaje de las mismas. Hoy, a través de un enlace que aparece en una entrada de Blog de cine, he conocido la bitácora Switch Off And Let’s Go (Apaga y vámonos) que trata sobre el problema de las traducciones en el cine, como no puede ser de otro modo con abundantes ejemplos y con mucho humor. Lleva poco tiempo en activo, pues sólo he visto en el histórico 8 entradas, correspondientes a los meses de febrero y marzo de este año. Pero me han encantado. Espero que tengan mucho éxito y permanezcan mucho tiempo abiertos, porque creo que vendrán muy bien. Un saludo y ánimo.

Cuerno tallado en el museo del castillo de Uncastillo, Zaragoza

Nevadas de primavera, mal pinta para los almendros

Fotografía personal, naturaleza

Hoy ha amanecido nevando en Zaragoza. Supongo que no cuajará. La temperatura no es extremadamente baja, y la nieve es muy húmeda. Pero por el camino hacia Huesca, en amplas zonas entre Gurrea y Almudévar, una fina capa de nieve cubría los campos. Si las temperaturas se mantienen bajas, mal pinta para los almendros que hace un par de semanas estaban en flor, como habéis ido viendo en las imágenes que he subido estos días atrás. A ver si al mediodía está en condiciones de tomar alguna foto camino de casa.

Almendro en flor en los alrededores de Almudévar, Huesca

Comienza la fórmula 1 con Ferrari en cabeza

fórmula 1

Que conste que no he visto la carrera. Las cuatro de la madrugada, por mucho que sea de un domingo, no es hora para ver la tele. Pero ese el principio del Campeonato.

Se veía venir. Los coches rojos venían corriendo mucho. Llevan una progresión muy buena desde mediada la temporada pasada. Estaban a priori mejor adaptados a los neumáticos. Las pruebas realizadas eran muy buenas. Así que daremos por bueno el segundo puesto de Alonso. Pero que no se olvide de una cosa. Que su éxito de los dos últimos años lo cimentó en gran medida en los buenos resultados de la primera mitad de la temporada. Así que convendrá no darle mucha ventaja a los del «caballito».

No, no es un circuito de carreras, pero es mono este camino en los alrededores de Ontinar del Salz, Zaragoza

Sigo liado, con cambios domésticos, y Tom Sawyer

arte música y literatura

Pues eso, como de limpieza primaveral que recuerdo que era algo que sucedía por iniciativa de la tía Polly en Las aventuras de Tom Sawyer del genial Mark Twain. Siempre me hizo gracia esa costumbre. En casa, limpieza general había con frecuencia. Para desesperación de los más pequeños. Especialmente para mi desesperación. Pero en las andanzas del pequeño aventurero de Missouri, a orillas del padre Mississippi, era algo que sucedía en primavera. En fin, creo que hace mil años que leí por última vez uno de mis libros de aventuras favoritos de la infancia y adolescencia. Debería volver a leerlo.

Pequeña flor en las cercanías de San Jorge, Huesca

El velo pintado (2006)

Cine

El velo pintado (The painted veil, 2006), 11 de marzo de 2007.

El filme, dirigido por John Curran, es una adaptación de la novela del mismo título de W. Somerset Maugham, un escrito frecuentemente llevado al cine. De hecho, The painted veil fue llevada ya al cine en 1934, haciendo el papel de Katty, la única, la divina, la inconmensurable, la Garbo. También el filme de 1957 protagonizado por Eleanor Parker, The Seventh Sin, está basado en la misma novela.

La aventuras y desventuras de una esposa británica infiel en la revuelta China de principios de siglo, dan lugar a un drama de redención personal en el que dos son los personajes que se enfrentan son el matrimonio formado por la esposa, interpretada por la guapa Naomi Watts, y el bacteriólogo, interpretado por el camaleónico Edward Norton.

La película se deja ver, pero no llega a emocionar. El comienzo es un poco brusco y apresurado, y más o menos entrevemos más que comprendemos de dónde vienen y quienes son los personajes. Este comienzo esquemático hace que nos resulte difícil que nos importe lo que les va a pasar. Tienen que pasar muchos minutos para empezar a entenderlos y para ese momento probablemente estaremos distraidos por los impresionantes paisajes que se nos ofrecen para deleite visual. Desde ese punto de vista, la película es un poco fallida. Siendo como es una historia de caracteres, estos no aparecen bien dibujados, quedando especialmente penalizada la esposa, por lo que ni siquiera el buen hacer habitual de la guapa actriz australiana consigue salvar. Más dibujado y más digno queda el papel del bacteriólogo, que permite a Norton cumplir como de costumbre con el cometido.

En fin, como resumen, un drama de principios de siglo que se salva por la buena factura técnica, la belleza de las localizaciones y determinados momentos y destellos en la historia, pero que nos deja un regusto a que algo le ha faltado para ser un producto redondo. Le pondremos un siete en la dirección por la corrección general, otro en la interpretación por el esfuerzo actoral, pero lo dejaremos en un seis en la valoración subjetiva.

Ríos, lagos y montañas son los escenarios de la película, aunque no estos que encontramos en el Lago Maggiore, Italia