La insoportable alegría de ser mediocres

Deporte, Política y sociedad

Este sábado pasado quedé a tomar un café/unas cervezas a media tarde. Charrar un rato y esas cosas. Nos dimos una vuelta, aunque la tarde estaba pesada; el calor era bochornoso y había amenaza de tormentas que no llegaron a descargar plenamente sobre la ciudad en ningún momento.

Tarde de tormenta

Nubes de tormenta amenazan la ciudad de Zaragoza - Panasonic Lumix LX3

Como estábamos cerca del Ebro, decidimos pasar a ver el ambiente del «mercadillo goyesco» que se habían inventado para este fin de semana, y que estaba instalado en el Parque Macanaz. Lo de «goyesco» desconozco a qué se debe… Salvo un tipo vestido de bandoleros, todos los demás eran iguales a los de los «mercadillos medievales». Vamos que se podían haber esmerado un poco. De todas formas, había poco ambiente. No sé si por el miedo a la tormenta, no había mucha gente. La mayor parte se encontraba alrededor del soplador de vidrio, que aun tenía un poco de salero. Pero ni siquiera se acercaban a los ensayos de un cantaor flamenco que estaba allí, el hombre, desgañitándose.

Bandolero

Recién llegado de Sierra Morena... supongo - Panasonic Lumix LX3

Vidriero

Artesano del vidrio mostrando su destreza - Panasonic Lumix LX3

Cantaor

Cantaor desgañitándose ante la indiferencia del respetable - Panasonic Lumix LX3

Pero lo que si resultó significativamente diferente de la tarde-noche zaragozana fue la celebración del ascenso del Real Zaragoza SAD a primera división. Esto desató un fervor, un entusiasmo y una alegría desbordada que me resulta difícil de comprender. No me gusta el fútbol, por lo tanto, carezco de las filias y fobias tribales que suelen afectar a los aficionados a este espectáculo. Quizá por eso no entienda que se celebre por todo lo alto que un equipo, el único de una ciudad de cerca de 700.000 habitantes, con un presupuesto relativamente elevado, pase de la mediocridad absoluta de estar en segunda división a la mediocridad relativa en la que bucean muchos de los clubes de primera división. Entendámonos, respeto a los clubes que están en segunda división porque las condiciones sociales y económica de su entorno les impiden llegar a más, o mantenerse en la presunta élite de ese deporte. Equipos como los de Huesca, Soria, Jérez, y otros… ciudades de tamaño modesto, con escasa masa social, con dificultad para vender derechos televisivos debido a las bajas audiencias que arrastran son dignos ocupantes de una plaza en esa categoría, y tienen todos mis respetos. No los considero mediocres, pues dan lo que pueden dar de sí mismos. Pero, ¿una entidad como el Real Zaragoza? Vergüenza les debería de dar, en lugar de mostrar tamaña alegría y someterse a un baño de masas, especialmente cuando las masas discriminan tan poco lo que es meritorio y lo que no.

Pero como fenómeno social,… ahí queda. A riesgo que me consideren un «mal patriota», «mal defensor de la ciudad», siempre me ha caído regular tirando a mal esa sociedad anónima deportiva que lleva el nombre de la ciudad en la que vivo. Soy así. Nadie es perfecto.

Visto el ambiente… nos fuimos a casa. Yo me puse el DVD de Desayuno con diamantes. Algún día tengo que habla de la película y de la novela…

¿Abanderados, o en-banderados?

No hacía frío, no, para que se tuviesen que abrigar con las banderas - Panasonic Lumix LX3

Oé,... oé,... oé,... no hay nada como tener algo inteligente que decir

Oé, oé, oé,... no hay nada como tener algo inteligente que decir - Panasonic Lumix LX3

Todos a la Plaza de España

Todos a la plaza de España... corre, que llegamos tarde - Panasonic Lumix LX3