[Televisión] Cosas de series; hasta la vista Longmire, hasta siempre Luther, y bienvenidos los políticos daneses

Televisión

En primer lugar las incorporaciones. En diversas ocasiones había oído buenas críticas de una drama político danés, BorgenBorgen es la palabra danesa para castillo, y es como se suele denominar al complejo gubernamental de Christiansborg en Copenhague, donde se encuentra el parlamento danés, las oficinas de su primer ministro y algún que otro órgano gubernamental. Lleva ya algunas temporadas en emitiéndose, así que voy a ver si me pongo al día hasta que empiece la temporada de otoño en serio en las televisiones norteamericanas. En su inicio, nos cuenta cómo la líder de un partido político minoritario llega al poder gracias a una carambola debida al desprestigio de los líderes de los partidos más importantes. Algunas de las situaciones políticas que he visto hasta ahora me han parecido un poco simplonas, pero la protagonista, Birgitte Nyborg (Sidse Babett Knudsen), y algunos de los personajes parecen tener bastante carisma, así que seguiré a por ella, a ver cómo evoluciona.

Ayuntamiento de Copenhague

Durante unas cuantas semanas, tocará pasear televisivamente por Copenhague. En la foto el ayuntamiento de la capital danesa.

Ya comenté que habían anunciado la no renovación de Bunheads. Un poquito de pena me dio. El caso es que a falta de una despedida en condiciones, algunas de sus más jóvenes protagonistas se han reunido para grabar, una última danza, una despedida final. Simpáticas. Os la dejo puesta.

Final de la segunda temporada para Longmire (Robert Taylor). Este western del siglo XXI en el ficticio condado de Absaroka, en las grandes praderas de Wyoming, empezó a la chita callando, se ha confirmado en su segunda temporada como una de las mejores series de televisión que nos llegan desde el otro lado del gran charco. Hemos asistido a todo tipo de intrigas y amenazas en ese peculiar microcosmos de rudos colonos y disntante cheyenes. Y nuevamente la serie ha ido ganando en intensidad conforme ha avanzado la temporada, combinando sabiamente la parte procedimental de cada episodio con las historias de fondo. La única pega que le pondría es que el personaje de la ayundate Vic (Katee Sackhoff), a pesar de tener su propia trama de fondo, ha perdido algo de fuerza y algo del sentido que tenía su presencia junto al viejo Longmire. Pero es una serie muy recomendable.

Frederiksholm Kanal

No tengo fotos del ‘borgen’ al que hace referencia el título de la serie, pero al fondo de este canal (Frederiksholm Kanal), algunos edificios soleados de la derecha, formarían parte del complejo gubernamental.

Adiós para siempre a Luther (Idris Elba). Menos mal que al final nos han permitido despedirnos también adecuadamente de la estupenda Alice Morgan (Ruth Wilson). El torturado policía británico, de métodos muy (¿demasiado?) heterodoxos se ha enfrentado a la que finalmente ha sido declarada como última temporada de la serie, con cuatro capítulos que han estado separados dos a dos por los casos externos, mientras que de fondo sufría la no menos heterodoxa investigación de un detective de asuntos externos, y en lo personal se le habría una nueva oportunidad de encontrar a alguien que le sacase de la soledad y de la senda de autodestrucción.  En líneas generales ha estado bien, aunque ninguna de las dos últimas temporadas ha llegado en mi opinión al nivel de la primera. Y es que en la  primera fue en la que pudimos disfrutar ampliamente de Alice, esa encantadora malvada que creo que es un personaje que marca diferencias. Que con su frialdad, ironía e inteligencia ofrece un contrapeso a la impulsividad y al todo corazón y tripas que es Luther. En esta última temporada hemos vuelto a disfrutar de ello. Eso sí, como una especie de deus ex-machina que en último resuelve (al menos en parte) las situaciones. El deus ex-machina no es un recurso argumental que me guste. Odio la llegada del séptimo de caballería cuando la situación es desesperada para los colonos cercados por los siux. Pero es Alice, y perdonamos por ello en esta ocasión la utilización del recurso. Echaré de menos a Luther. Pero confieso que, de quien estoy profundamente enamorado es de Alice Morgan.

Amalienborg

En algún momento, los políticos son recibidos por su majestad la reina, supongo que en Amalienborg.