Una de las carencias más importantes que encuentro en algunas cámaras compactas para película tradicional es la incapacidad o las dificultades para trabajar con filtros delante del objetivo de la cámara. Especialmente cuando se fotografía con película en blanco y negro. Los filtros de colores, amarillo, naranja, rojo, son los que más uso yo, aunque también cabe el verde, el azul o el infrarrojo, son fundamentales a la hora de controlar el contraste de la toma. Una de las características más interesantes desde el punto de vista creativo de las películas fotográficas es su sensibilidad espectral. Es decir, dentro de espectro de la radiación electromagnética que constituye la luz visible, a qué longitudes de onda una emulsión es especialmente sensible o no. Porque eso va a determinar cómo se van a restituir los distintos colores en tonos de gris.


Con mi reciente adquisición, la Olympus Trip 35, con la que estoy muy contento, he conseguido un adaptador que me permite utilizar algunos de los filtros que tengo, de 49 mm de diámetro de rosca, a la rosca de 43,5 mm del objetivo de la cámara, muy rara hoy en día. Las cuestiones técnicas las desarrollo en Olympus Trip 35 con filtro amarillo – Rollei Superpan 200. Para quienes no estén interesados, os dejo algunas fotos.

