Bergman Island (2021; 36/20220707)
Vimos esta película de la francesa Mia Hansen-Løve el pasado jueves y, aunque ya habíamos leído buenas críticas de ella, lo cierto es que fue una sorpresa más agradable de lo que esperábamos. Coproducción internacional con intérpretes luxemburgeses, británicos, americanos, suecos… con múltiples idiomas aunque el principal sea el inglés, que gira alrededor del particular homenaje de la directora a Ingmar Bergman, aunque manteniendo un estilo propio y una visión propia de los temas que abordó el prestigioso director sueco a lo largo de su carrera.

La isla de Bergman de la que habla el título es la isla de Fårö (pronúnciese como algo parecido a /foré/ más que /faro/). En esta isla, Bergman se recluía para escribir los guiones de sus películas, al mismo tiempo que rodó seis de ellas. También una de sus actrices preferidas, y directora a su vez, Liv Ullman, rodó alguna de sus películas aquí. Es una isla pequeña, con una superficie equivalente a la de un cuadrado de 10,5 kilómetros de lado (la quinta parte del tamaño de Ibiza aproximadamente), al norte de la más grande y populosa isla de Gotland. Y allí se encaminan un matrimonio de cineastas, ella, Chris (Vicky Krieps), apreciablemente más joven e inexperta que él, Tony (Tim Roth), más consolidado y prestigioso, y admirador del director sueco, que ha sido invitado a participar como conferenciante en la semana dedicada anualmente a Bergman. Aprovecharán para retirarse a una granja en la isla donde avanzarán en la escritura de sus propios proyectos. Pero las dudas y la mezcla entre su vida real y su historia de ficción, lo que afectará a su definición del personaje protagonista de su proyecto, Amy, encarnado por Mia Wasikowska.
La película es un ejercicio metarreferencial en el que además de las constantes alusiones al estilo, al hacer y a la vida de Ingmar Bergman, vemos una película, la protagonizada por Amy (Wasikowska), dentro de la película principal, la protagonizada por Chris (Krieps), y en la que en un momento se difumina hasta que punto son dos personas/personajes distintos, o dos narraciones sobre la misma persona/perosnaje. Pero todo ello está contado y desarrollado con mucha naturalidad, con transiciones entre los distintos niveles de realidad o de ficción muy suaves, pero que no desorientan al espectador. Al contrario, apetece entrar en el juego metarreferencial, que intriga y da frescura al conjunto. Todo ello sin caer en el sobredramatismo al que a veces invitan los conflictos internos de los personajes de Bergman, el director homenajeado, sino con la ligereza de la vida cotidiana en la que tenemos que lidiar al mismos tiempos con los profundo de nuestros sentimientos y con los problemas de convivencia de la vida diaria, que a veces incluso se pueden tratar con algo de humor.

Buen trabajo interpretativo, buena puesta en escena, un ritmo adecuado, una duración correcta, algunas ideas ingeniosas para contar la historia, todo contribuye a una buena experiencia, todavía mejor para el cinéfilo de corazón. Eso sí… si lo tuyo son los superhéroes vestidos de coloricos con abundante pirotecnia y destrucción del mundo,… pues igual no.
Valoración
- Dirección: ****
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: ****
