Crimes of the Future (2022; 47/20220925)
David Cronenberg es un director complejo, con películas que me han gustado mucho y otras que me han dejado… mmm… con una mirada atónica y una ceja de cierto escepticismo levantada. Sus películas no suelen ser amables. Físicamente muy poco amables. Pero aun con la violencia de películas como esta y esta, he de reconocer que fueron excelentes largometrajes, que merecen un lugar más que honroso en la historia del cine. Y con cierta frecuencia, con mucha frecuencia, con una actor fetiche para el como Viggo Mortensen. Pero he de reconocer que ha habido otras películas del director con las que no he podido, que me han tirado para atrás. No obstante, nos arriesgamos con este nuevo estreno del director canadiense.

Hace ya bastantes días que vi la película, antes de mi escapada por el sur de Francia, hace doce días ya. Y quizá no la vi en el mejor estado de ánimo para este tipo de cine. En un entorno extraño, entre distópico y postapocalíptico, la especie humana a comenzado un proceso de poderosas mutaciones que producen cambios corporales profundos que, junto con la aparición de personas con insensibilidad al dolor, dan lugar a «artistas» que organizan performances públicas de intervenciones quirúrgicas para mostrar estos cambios. Saul Tenser (Mortensen) y su compañera Caprice (Léa Seydoux) son una pareja de estos artistas. Pero pronto empezarán a surgir tensiones con los burócratas y policías que buscan tener controladas las mutaciones y los cambios, especialmente con la misteriosa Timlin (Kristen Stewart) y con grupo extremistas del cambio.

Visualmente muy atractiva, con excelentes interpretaciones, especialmente por parte de Mortensen y Seydoux, lo de Stewart no lo tengo tan claro, en un ambiente oscuro, claustrofóbico, desasosegante, no conseguí entrar del todo en la propuesta de Cronenberg y en sus puntos de vista. Incluso en varios momentos del largometraje este me expulsó y perdí en parte el hilo de lo que en la pantalla sucedía. Este horror corporal, como se ha definido, no es un tema que me enganche en exceso. Y en ocasiones me resulta más un entorno de explotación visual, no pocas veces imbricada con la explotación sexual, que otra cosa. Pero allá cada cual. A los críticos parece que les encanta; no se cuantos minutos se pegaron aplaudiendo en Cannes. Pero bueno… Por cierto, Cronenberg dirigió en 1970 otro largometraje con el mismo título, que no tiene nada que ver con este. Pero debe ser incluso más perturbador que la película actual.
Valoración
- Dirección: ****
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: **
