Hay varios motivos por los que decidí leer este libro de Edward Ashton, un autor incógnito para mí hasta ese momento. Un libro que, ya adelanto, me resultó entretenidísimo. El libro me vino recomendado por varias vías. Algunos comentaristas en internet,… de los que me fío a ratos,… y algún lector de carne y hueso de mi entorno,… de quien me fío bastante más. Pero además me enteré que próximamente se estrenará una película dirigida por Bong Joon Ho, el de Parásitos y Snowpiercer, entre otras, basada o inspirada, no sé muy bien, en esta novela. Se estrenará en un montón de sitios según IMDb, entre febrero y abril, aunque de España nada se dice. Así que, con esos antecedentes… tocaba darle una oportunidad. Además es una aventura espacial… un género de mis favoritos… a pesar de que también «me da muchos disgustos».

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La cosa va de una nave de colonización lanzada a un planeta del que se tiene la confianza de que puede ser habitable, pero que acaba resultando una bola de hielo, en la que hay una probabilidad baja de que el intento prospere. Y además, hay una especie viviente demasiado hostil a los colonos. Uno de ellos es Mickey 7, el reemplazable. Lo de 7 es porque es la séptima iteración de una misma persona que, voluntariamente, porque tenía que huir de unos acreedores un tanto violentos, firma en este puesto. El reemplazable es un miembro de la colonia que realiza las misiones de mayor riesgo, con elevada probabilidad de morir. Pero cuyos datos biológicos y cuyos datos cerebrales, incluidos recuerdos, son conservados, por lo que es posible obtener un clon… y de alguna forma ser «inmortal». En una de las misiones se le da por muerto, pero no ha sido así, y regresa a la colonia encontrándose con que Mickey 8 ha sido activado. Y esto es un tabú en la colonia, por lo que uno de los dos tiene que ir a la escotilla de reciclaje de materia orgánica, si me entendéis el concepto. Aunque ninguno quiere. Y además el comandante de la colonia es un extremista religioso que odia a los reemplazables. Y hay una amante… a la que los dos creen tener derecho. Y la comida está racionada y se la tienen que repartir. Y Mickey 7 tiene un secreto… hay otra especie inteligente en el planeta.

Lo bueno de la ciencia ficción que se escribe con un razonable nivel de inteligencia es que habla de los problemas reales de las sociedades humanas. Los integrismos, los tabúes, las ambiciones políticas, las ambiciones económicas, la distribución de la riqueza en situaciones de escasez, la falta de planificación de imprevistos, la explotación de algunos trabajadores, etcétera. Pero en este caso lo hace con unas dosis de aventuras espaciales, mezcladas con una intriga de confusiones y juegos del gato y el ratón, con bastante dosis de humor. Un humor irónico, a veces despreocupado, a veces amargo, pero que funciona.
Y así, el conjunto es realmente muy disfrutable y recomendable. Y afortunadamente, una rareza siendo una aventura espacial, es una historia que se termina en un único libro, y no acaba siendo una «trilogía» de cuatro o cinco volúmenes, cada más innecesario que el anterior, como sucede en muchas ocasiones. Aunque tiene publicado otro libro con otra aventura del mismo protagonista… que ya veremos si leeré. Aunque creo que antes que leer esa segunda aventura de Mickey 7, igual me aventuraría con otras aventuras del Ashton. Los comentarios indican que el humor es una presencia constante en este autor… y eso ya me viene bien.


