El destino fue el Parque Geológico de Aliaga, en la comarca de las Cuencas Mineras, provincia de Teruel. Una comarca que tuvo tiempos muy animados y cierta prosperidad gracias a la minería, pero el progresivo abandono del carbón como combustible, incluso antes de que se comprobara de la amenaza que supone el uso de combustibles fósiles para el clima del planeta, la han llevado a cierta depresión económica y demográfica. Pero hay lugares muy bellos en la naturaleza de la comarca que son susceptibles de explotación turística, y su principal atractivo es el Parque Geológico de Aliaga.
Integrado en la Red Ibérica de Espacios Geomineros, es el Parque Geológico más antiguo de la Península Ibérica declarado como tal. Y sumándolo a otros paisajes de la provincia de Teruel, merecería la pena promoverlo y protegerlo como a una mayor categoría, tal vez como Geoparque de la Unesco, como sucede con la comarca del Sobrarbe, también en Aragón. Por ejemplo, sumándolo al Parque Geológico del Maestrazgo. Aunque a veces me lío con las definiciones y delimitaciones, porque en ocasiones parece que el de Aliaga se encuentra ahora integrado en el del Maestrazgo. Bueno… lo que sea. Creo que ya me entendéis la idea. Tengo la sensación de que hay buen material para ello.
Por la mañana hicimos la ruta de pasarelas de los estrechos de Valloré, que ya nos gustó mucho. Se encuentran ya próximos a la pequeña localidad de Montoro de Mezquita. Entre esta población y una central de generación eléctrica aguas arriba del río Guadalope. Recientemente habilitada, esta ruta permite realizar una excursión fácil de hacer para todo tipo de personas, que permite apreciar la belleza paisajística del lugar, al mismo tiempo que atraerá al aficionado a la geología. No vendría mal que, con el tiempo, se instalasen mesas de interpretación de las formaciones geológicas que se aprecian en el lugar.
Después de comer unos bocadillos en un bar de Aliaga, muy atentos, porque hay que reconocer que estábamos un tanto desorganizados, por la tarde realizamos una pequeña excursión hasta el mirador del barranco de Villarrosario, para tener buenas vistas de la Hoz Mala, otro interesante entorno paisajístico y geológico en el curso del río Guadalope, que también se puede atravesar por la pasarelas habilitadas. En otra ocasión. Para realizar esta tranquila caminata, se parte de la antigua central térmica de Eléctricas Reunidas de Zaragoza, actualmente en desuso, y que constituye también un lugar de interés fotográfico, especialmente para los aficionados a la arqueología industrial. Como veis, todo de lo más variado.
Las fotografías en color, de captura digital, fueron realizadas con una cámara que llegó recientemente a mi poder. Lo explico en Adiós parcial a Panasonic y regreso a Olympus – Olympus OM-D E-M5 III. Dentro de unos días espero poder presentaros fotografías realizadas con película fotográfica tradicional en blanco y negro.