[TV] Cosas de series; animación gamberra y animación de chicas

Televisión

Vamos con una ronda de animación. Dos series de animación japonesa, una actual y otra de hace una década, y una de animación norteamericana, una segunda temporada.

Kimi no todoke 君に届け [algo así como acercándome a tí, creo] es una serie que he visto como consecuencia de una provocación externa. Fui desafiado a tragarme una serie de chicas, puramente de chicas. Una de las estereotípicas de lo que en el anime se llama género shōjo 少女 (literalmente, chica, pero no niña; adolescente). Emitida originalmente en su país de origen entre 2009 y 2011, elegí esta por que está en Netflix, y es muy valorada. También porque me recordó a alguna serie actual que me parece simpática. Se basa en un manga, y ha tenido otras adaptaciones al cine o a la televisión de acción real. Esencialmente va sobre una joven de instituto que tiene dificultades para relacionarse con sus compañeros que además la apodan Sadako (su nombre es Sawako 爽子) por su parecido con un personaje de películas de terror. La primera temporada no está mal, porque narra el proceso por el que va aprendiendo a relacionarse con otros compañeros haciendo amistades. Pero la segunda se centra en un romance con un chico de clase… y es bastante enojoso. Además, odio el recurso constante a la voz en off, que parece propio del género, por ser translación de lo que en el manga sería la transcripción de los pensamientos de la chica. Sinceramente, al final, ni fu ni fa. Obviamente muy orientada a un grupo demográfico muy concreto. Y con unos valores muy determinados que, aunque bien intencionados, pueden resultar rancios. Reflejo de un conservadurismo profundo en la sociedad nipona. No se la recomendaría a chicas de mi entorno que preguntasen. Pero en su momento, a su público le encantó, por lo que se ve.

Coincidió que cuando empecé con la anterior entró en la parrilla de Netflix Romantic killer (título original en inglés aunque sea anime japonés). Su protagonista también es una chica de instituto. Pero esta no es retraída ni tiene problemas de comunicación, simplemente pasa de liarse con chicos, y prefiere ir a lo suyo estudiando, comiendo chocolatinas, jugando a videojuegos y en compañía de su gato. Hasta que una especia de hada interfiere obligándola a lidiar con posibles novios. Aunque tiene un destinatario demográfico similar a la anterior es mucho más moderna y divertida. En primer lugar porque la chica nunca renuncia a un papel activo en las relaciones, a mantener su personalidad o tomar iniciativas si lo cree conveniente. Y en segundo lugar porque es una serie mucho más dinámica y divertida, y en la que no tienen que recurrir a voces en off y vida interior para mostrar cómo es y como piensa la chica. En incluso tiene su trama de misterio y acción. Parece que no se ajusta al estereotipo. Supongo que tendrá temporadas posteriores que, si mantienen el tono, serán muy visibles. También basada en un manga.

Y finalmente vamos a una segunda temporada de una serie de animación adulta y gamberra, relativamente transgresora. Inside job, la serie sobre una agencia secreta que lleva a cabo en la realidad todas esas acciones que la gente considera delirios conspiranoicos. Saben quién mató a Kennedy y por qué, dónde está Elvis, quienes son y dónde están los reptilianos, cómo se engañó a la gente haciéndole creer que alguien ha ido en alguna ocasión a la Luna, y controlan los entresijos del poder. Y son rivales de los Illuminati. Lo que pasa es que, a pesar de ser tan poderosos, son tan desastrosos como la T.I.A. de Mortadelo y Filemón. Pero a lo grande. Y con estilo. Su protagonista es una mujer joven, Reagan (Lizzy Caplan, voz), probablemente la más inteligente de todos los personajes que salen, pero que sufre las consecuencias de su desastrosa familia, de su desastrosos entorno y de su errático comportamiento. Lo cierto es que me parece una serie divertidísima, salida de la cabeza de Shion Takeuchi (norteamericana, aunque tenga ascendencia japonesa; supongo que no es casual que Reagan tenga una madre japonesa), que, con menor responsabilidad, ha participado en los equipos de guionistas de otras series y largometrajes animados muy interesantes. Consideradme fijo a las futuras temporadas de la serie mientras se mantengan.

[TV] Cosas de series; animación norteamericana entre la conspiradora y la aventura espacial

Televisión

La mayor parte de la animación que traigo a estas páginas es de origen japonés. Y esto se debe a dos motivos. El primero es que los nipones son mucho más prolíficos y estrenan mucho más títulos en las diversas plataformas digitales, especialmente Netflix y Amazon Prime. El segundo es que tienen una panoplia de temas y situaciones mucho más curiosa, «marciana» e intrigante que la animación occidental. Muchas veces no tienes ni idea de qué te vas a encontrar. La próxima vez que hable de animación japonesa intentaré recordar que tengo que ampliar esta idea. Pero si hay animación occidental interesante entre las series de las plataformas tampoco la rechazo. Ni mucho menos. Como las dos series que vienen a continuación.

Creo que la agencia de Reagan, la protagonista de «Inside Job» está en Washington DC. Pero podría estar en Nueva York, donde también da para mucha conspiranoia.

Por un lado, la segunda temporada de Star Trek: Lower Decks. Os voy a poner un gráfico.

Como podéis ver, para los votantes en IMdb, la valoración de los episodios de cada temporada van en aumento sistemáticamente. Y no sólo es eso. Para mí, en este sistema de votación hay que acercarse al siete para que la cosa merezca la pena, aunque hay excepciones. La mayor parte del excelente cine de autor tiene valoraciones discretas. La fast food cinematográfica tipo Marvel o DC tiene valoraciones altas y es entre floja y mala. Pero en este caso, creo que la cosa se ajusta. La primera temporada empieza en lo que yo considero un discreto aprobado. Pero el final de la segunda serie es un sostenido sobresaliente. Y esto me permite resumir mi opinión. Esta segunda temporada sobre la tripulación del montón de una nave espacial del montón es uno de los más divertidos productos que he visto en mi vida de la franquicia Star Trek. Muy recomendable. Se puede ver en Amazon Prime.

Inside Job, Ultrasecretos en España, es una serie reciente de Netflix con la que me lo he pasado bien. Coge la idea de las conspiranoias habituales de los pirados de los extraterrestres, el asesinato de Kennedy, los misterios de la Luna, a la que según algunos pirados no fuimos nunca, según otros fuimos y había marcianos, o la del círculo de misteriosos magnates que realmente gobierna el mundo, y nos busca como protagonista una antiheroina asocial (Lizzy Caplan, voz). Una chica que es un genio, pero que no se sabe relacionar socialmente, en parte por pertenecer, de alguna forma, al espectro autista, tipo Savant syndrome, en parte por la nefasta pareja de progenitores que le tocaron en suerte. Y la rodeas de tipos absurdos y extremadamente freaks, y situaciones no menos absurdas dentro del género conspiranoico, para hacer una divertida burla de los problemas políticos y sociales actuales. No es una genialidad, pero es muy divertida y merece la pena. Yo tengo ganas de una segunda temporada.

[Televisión] Cosas de series; adiós a Masters y Johnson

Televisión

Como siempre que se despide una serie de cierta entidad y calidad, reservaré un artículo en exclusiva a la despedida de Masters of Sex, producción que nos ha acompañado durante cuatro temporadas y que está inspirada en los trabajos y las vidas del médico ginecólogo William Masters y la psicóloga sexóloga Virginia Johnson.

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No se me han ocurrido unas fotografías específicas para esta serie… así que pondré algunas fotos recientemente tomadas en estos días de niebla en Zaragoza en las riberas del Canal Imperial de Aragón.

Pero una cosa es que la serie haya estado inspirada por Masters y Johnson y otra cosa es que la historia y las personalidades del Bill Masters (Michael Sheen) y la Gini Johnson (Lizzy Caplan) de la serie, usaré los diminutivos de los nombres para diferenciarlos, sean los reales aunque existan parecidos. Ciertamente, ambos trabajaron juntos desde 1957, cuando Virginia Johnson todavía no tenía su título, publicaron diversos trabajos científicos de importancia en el conocimiento de la sexualidad humana, y se casaron en 1971 tras el divorcio de Masters de su primera mujer, Elisabeth Ellis, Libby (Caitlin FitzGerald) en la serie. Pero la serie nunca ha pretendido ser un reflejo certero de la realidad de la pareja aunque estuviera basada en una biografía de la misma. Más bien lo que ha buscado ha sido mostrar un abanico de las complejidades de las relaciones de pareja, sexo incluido, a través del peculiar trío formado por los tres protagonistas mencionados, hay que considerar al personaje de Libby necesariamente como un protagonista más, y la pléyade de personajes secundarios, unos más estables, otros recurrentes, que han ido transitando por la serie.

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Como sucede con muchas series de televisión, la primera temporada, en la que tuvimos ocasión de conocer a los personajes, se plantearon los potenciales conflictos entre ellos y el tono general de la serie, tuvo un tono más desenfadado. Muchas veces más cercano a la comedia, con las escenas de cama y desnudo apareciendo frecuentemente. Fue la temporada más entretenida, sin duda. La segunda temporada ya nos fue mostrando que la evolución de la serie iba a ser hacia el drama. Si esta segunda temporada explora con intensidad la compleja relación que se va generando entre Bill y Gini, en la tercera, Libby reivindica su importante papel en el trío protagonista. La serie se ha comparado con frecuencia con Mad Men. En primer lugar, por su ambientación y época. En segundo lugar, por tratar fundamentalmente de la relaciones humanas. Y también por algunas características de la propia dinámica de la serie. Da igual si en un momento dado el tono de la serie estaba más acertado o menos. En cualquier momento aparece una escena, con maravillosos diálogos y estupendas interpretaciones, que te deja pegado al sofá con los ojos atónitos y la boca abierta, por su intensidad y profundidad. Incluso en esta última temporada, donde el tono general ha sido más flojo, no han faltado los momentos de magnífico cine para la pequeña pantalla, del mejor, coronados por esa escena final que tan magníficamente habían ido profetizando diversos personajes secundarios, en la que nos deja claro que, independientemente de que la pareja haya sido conocida tradicional como Masters y Johnson, por personalidad, por carácter, por actitud, el nombre real de la misma tendría que haber sido Johnson y Masters.

Absolutamente recomendable. Y además creo que se ha despedido en el momento oportuno.

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