[Cine] Xuányá zhīshàng 懸崖之上 [Cliff walkers] (2021)

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Xuányá zhīshàng 懸崖之上 (2022; 60/20221127)

Con un título en mandarín que viene a significar Al borde del precipicio, no muy distinto en sentido del que han dado a la película para su distribución internacional, nos llegó hace unos días a la cartelera española una de las últimas películas del prestigioso director chino Zhang Yimou. Más prestigiosos por su pasado que por su presente, lleno de flirteos con los mandamases del régimen dictatorial del gigante asiático (y mundial). Pero siempre Zhang siempre ha tenido oficio a raudales, y una sesión matinal de domingo, una de las escasas en versión original que se han podido disfrutar en Zaragoza, fue una excusa perfecta para acercarnos a este trabajo.

Situada la acción en los años 30 del siglo XX, cuatro agentes del Partido Comunista Chino llegan desde la Unión Soviética para lanzarse sobre Manchukuo, la república títere de los japoneses en el nordeste de China. Su objetivo es liberar a un espía que ha sido detenido y que tiene conocimiento sobre los tejemanejes que los japoneses se llevan en este territorio. Pero hay topos que pondrán en riesgo su misión, que acabará siendo la de sobrevivir entre las numerosas trampas que les tenderán en las calles de Harbin.

No he visitado Harbin… Shanghái tendrá que ser.

Vayamos a lo positivo en primer lugar. El diseño de producción, la fotografía, el sonido… todos los apartados técnicos, así como algunas de las facetas artísticas de la película son de primer orden. Algo que era de esperar. Un director que ha demostrado de sobra sus capacidades para mover abundantes recursos en espectáculos visualmente muy atractivos, en el cine y en otras áreas, no falla. Ya he mencionado los buenos términos en los que parece estar con el régimen político, así que financiación no le faltará. Y además, cuenta con un reparto, desconocido en estos lares, pero evidentemente de gran solvencia interpretativa. Mucho positivo.

Pero se pierde en las formas, ya que estas están al servicio de una historia que ya hemos visto, y que se ve mejor servida de un tratamiento argumental austero, incidiendo en los aspectos psicológicos del riesgo de los protagonistas. Vamos. Que lo que necesita es a Hitchcock para el suspense con un poco de Wilder para la acción y el ingenio. Pero Zhang opta por elaborar una trama complicada en la que no es difícil perderse, con un exceso de dispersión en subtramas para cada grupito de personajes que pululan por la peligrosa Harbin. Y esto hace que al final te quedes con la sensación de que hay mucho ruido para pocas nueces.

Se ha acusado a la película de ser un objeto propagandístico del régimen chino, glorificando a los valientes y osados agentes del PCCh contra las fuerzas fascistas… Y sí,… por qué no. Pero eso sucede con el 95 % de las películas bélicas y de espías de las cinematografías mundiales, incluidas la de los Estados Unidos. Glorifican lo propio y convierten en villanos a los enemigos de forma simplona y descarada. Incluidas muchas de las grandes películas de la historia de cine. Oye tú… que Casablanca fue concebida como película propagandística en tiempos de guerra. Por supuesto, los villanos de la historia son los japoneses. Porque objetivamente hablando, los japoneses hicieron barbaridades en Manchuria. Aunque no aparecen en el filme. No sé si no querían sacar a gente hablando en japonés, o no hubo nadie en Japón dispuestos a participar, pero entiendo que los malos que aparecen en la película son el ejército y las fuerzas de seguridad chinos del gobierno títere de Manchukuo.

En fin… ¿es recomendable? Pues no está mal. Se deja ver. Pero podría haber sido mejor.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] The Last Recipe: Kirin no shita no kioku [ラストレシピ ~麒麟の舌の記憶~] (2017)

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The Last Recipe: Kirin no shita no kioku [ラストレシピ ~麒麟の舌の記憶~] (2019; 43/20190826)

Como ya he comentado en más de una ocasión últimamente, cada vez llegan con más frecuencia a nuestras carteleras las películas de Asia oriental, especialmente Japón, en menor grado Corea del Sur, y eventualmente, alguna China. Excepcionalmente, alguna de otro país. Pero sobre todo del País del Sol Naciente, como esta dirigida por Takita Yōjirō, director que tiene en su haber una de las películas más hermosas que he visto en lo que llevamos de siglo. Iba a decir que en los últimos diez años, pero resulta que la vi hace 10 años y un mes… así que he extendido un poquito el intervalo de tiempo, que también vale.

Creo que ya he comentado que volvemos a Japón. Dentro de tres semanas cojo vacaciones, y unos días más tarde volamos a Tokio. Aunque era tentador volver a visitar algunos de los estupendos lugares que ya conocimos, pero de los que siempre te quedas con ganas de más, en principio vamos a solapar poco el recorrido con respecto al viaje de 2014. No más del 10% será terreno ya conocido. Y sobre todo nos moveremos por la región de Kansai. Con unos poquitos días de repaso en Tokio.

En esta ocasión, nos cuenta la historia de un cocinero Sasaki Mitsuru (Ninomiya Kazunari), dotado con el don de un gusto a los sabores absoluto, aunque incapaz de realizar una adecuada gestión de los negocios, que lo arruina, y que se dedica a preparar para gente excéntrica y con mucho dinero un último plato exquisito antes de morir. De ahí el título en castellano, El cocinero de los últimos deseos, que no tiene nada ver con el título original, La última receta: la memoria de la lengua de la jirafa. El caso es que se ve involucrado en la búsqueda de las recetas de un cocinero activo en los años 30 del siglo XX en el estado títere de Manchukuo, Yamagata Naotaro (Nishijima Hidetoshi). Búsqueda detrás de la cual se esconde un importante secreto para Sasaki.

A esta película le he dado el aprobado… porque debía de estar de buen humor cuando lo decidí, porque hay un esfuerzo sincero detrás de la realización de la misma, y porque me acordaba de aquella película que he mencionado al principio. Supongo. Porque tiene varios problemas. El primero es que es una película que no sabe lo que quiere de ser de mayor. Empieza siendo una película de misterio, ¿dónde están las recetas perdidas? Continua siendo una intriga política de época, con los tejemanejes del ejército de Kwantung en Manchuria. Y termina resultando una sesión de cine cebolla, a propósito de dramas familiares, no bien ligados, ya que el tramo final se resuelve de forma muy precipitada. Lo cual evita que los espectadores se pongan en situación de disfrutar del correspondiente llanto que debería acompañar los últimos compases del largo largometraje. La película busca cierto empaque en la producción como película de época, aunque nunca deja de sentirse una excesiva artificiosidad en la ambientación. Con un par de puestas de sol con colores tan saturados como para provocar un desprendimiento de retina y algunos decorados un tanto postizos representando la actual ciudad china de Changchún, entonces llamada Hsinking.

Los actores hacen lo que pueden, pero no pueden evitar que el conjunto resulte un tanto frío, sin que se transmita toda la emoción que debería desprenderse de la pasión del cocinero de época por la cocina, así como los sentimientos por su familia.

La película resulta entretenida, aunque demasiado larga y desequilibrada, con altibajos en el ritmo y en la narración. Quizá por eso, por ser entretenida, hago que llegue al aprobado. Pero todo lo demás la pone en el trance de suspender. No me atrevería a recomendarla con carácter general, pero si alguien le quiere dar una oportunidad… ahí está.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***