Hoy miércoles es festivo en Zaragoza. San Valero. Y yo voy a estar muy ocupado. Así que ayer por la tarde dejé programada esta entrada. En la que muestro más rosas del Parque Grande de la ciudad tomadas con una técnica similar a la que usé con las que mostré este domingo pasado. Pero con otra cámara distinta y una técnica de exposición del flash distintas. Las cuestiones técnicas también las publiqué ayer en Carlos en Plata.
Hoy tengo una diversidad de recomendaciones, probablemente para todos los gustos. Pero antes que nada, la fotografías acompañantes, realizadas ayer mismo por la mañana en el Parque Grande de Zaragoza, han sido comentadas desde un punto de vista técnico en Carlos en Plata.
En varios medios norteamericanos ha sido comentado el fallecimiento del fotógrafo George Tice (1938-2025), calificado en algunas ocasiones incluso como una «leyenda de la fotografía». El caso es que yo no lo conocía. Y la cuestión es que lo que he podido ver revisando la web a partir de los medios que informaron de su fallecimiento, me ha parecido muy interesante. Así que habrá que dedicar un tiempo a familiarizarse con su obra. En la web del MoMA hay algunos ejemplos. Bajo el nombre George A. Tice.
Man Ray es uno de mis fotógrafos favoritos. Hay una cuestión curiosa sobre Man Ray, y en general con todos los surrealistas. Su forma de contemplar el mundo y su obrar está muy influenciada por el psicoanálisis de Sigmund Freud, que a mí me repele mucho. Aunque presentada como una teoría de la psique humana y un método terapéutico, lo cierto es que es un sistema de creencias que no tiene una base científica que la sostenga. Vamos, que no se diferencia mucho de los chamanes y hechiceros místicos de muchas culturas, basados en diversas creencias religiosas. Pero en el psicoanálisis, sin un dios, aun Freud y otros sean sus profetas. Pero pasa como con las religiones reconocidas como tales. Aunque no tengan base racional para creer en ellas, han llevado a la creacionista de espléndidas obras de artes. Y eso ha sucedido con el surrealismo inspirado por las teorías freudianas. Y me encantan. En un artículo que leí hace unos días, comentaban la vertiente erótica de la fotografía de Man Ray, también muy influenciada por ese psicoanálisis que tanta importancia da a la evolución de la sexualidad en el desarrollo de la personalidad. Especialmente en los aspectos más reprimidos de la sexualidad.
Uno de los fotógrafos que tampoco conocía, pero sobre el que he podido leer y conocer su obra en los últimos días, es el rumano afincado en Londres Ovidiu Selaru. Muchos lo caracterizarían como eso que hoy en día suelen llamar como street photographer, pero que es una denominación en la que parece que todo cabe, y al mismo tiempo tanta monotonía esta mostrando en los últimos tiempos. Para mí, los buenos, son fotógrafos documentales que se fijan en el paisaje urbano y en las gentes que lo pueblan. Y lo que más me ha gustado de Selaru son sus fotografías en color. Y es que siempre lo he dicho. Lo del blanco y negro… aunque se diga que es la esencia de la fotografía,… es que es más fácil de ejecutar porque hay una variable, maravillosa, menos que controlar. El color. Pero cuando se mantiene y se sabe usar y controlar… lo dicho… qué maravilla. Tomasz Trzebiatowski, de FRAMES Magazine, ha hecho un vídeo sobre este autor. Eso sí, que tengáis suerte con la invasiva publicidad de Youtube.
La fotografía de arquitectura me parece una de las disciplinas fotográficas más interesantes y bellas que puede haber, pero también mucho más difícil de lo que parece. Por eso, admiro a los buenos fotógrafos de arquitectura. Muchos de ellos arquitectos ellos mismos. Y por ello, me parece interesante destacar a Richard Schulman, que se ha especializado en el ámbito de la arquitectura y el diseño. Y no sólo eso, sino también en el del retrato, a través de los retratos de arquitectos, diseñadores y otros artistas, que constituyen series con consistencia propia, además de acompañar a su fotografía de arquitectura o diseño. No os lo perdáis.
En el ámbito del paisaje, me han gustado los lugares imaginarios de Elizabeth T. Greenberg. Trabaja fundamentalmente en blanco y negro. Con objetivos antiguos o de diseño simple con amplias aberraciones. No he encontrado referencias sobre si trabaja con película fotográfica o en digítal. Creo que en digítal, aunque podría equivocarme. En cualquier caso, creo que hay una búsqueda de cierta estética que ofrecen determinados aparatos para fotografía con película tradicional, como los lomos, dianas, holgas, y similares. Con aprovechamiento. Y… tenía alguna cosa más, pero por hoy ya vale.
En estas últimas semanas,… meses diría,… he enredado con formatos muy diversos en la cosa fotográfica. Entre los formatos más grandes que hago, como pueden ser los 6 x 12 de las estenopeicas, los 6 x 9 de algunas cámaras muy antiguas, o los 6 x 7 de la Plaubel,… y los minúsculos 17 x 13 cm del formato 110 de la Kodak Pocket A-1 que me llevé a San Francisco, las diferencias son muy considerables.
Pero cuando revisé las fotografías de hoy, comprobé que, aunque no siempre sea conveniente, los formatos grandes son siempre un plus de calidad muy notable. En ocasiones marca una diferencia considerable. Lo que sucede es que no siempre son adecuados, porque los equipos para usarlos implican volumen, peso, ópticas mucho menos luminosas, el uso obligatorio de trípode en determinadas circunstancias. Es lo que hoy. Por eso morimos al paso de la manida película de 35 mm. O full frame como lo denominan los fotógrafos digitales que no han conocido o desprecian otras tecnologías. Como si la estética de sus «completos» 24 x 36 mm tuviera que ver con los 56 x 68 mm de mi Plaubel Makina 67. ¡Qué tontá!
Sí. Estamos en primavera. Pero el fin de semana ha salido gris y lluvioso. Afortunadamente, los cerezos, muy modestos todavía, y las rosas, incipientes, dan un poco de color ya al Parque Grande de Zaragoza, y rompen la monotonía de estos días. Acompañan estas fotografías a mis recomendaciones fotográficas de esta semana que podéis encontrar en Recomendaciones semanales – del 25 de marzo al 8 de abril de 2018.