[Viaje] Resumen fotográfico del viaje a Luxemburgo (y Tréveris)

Fotografía

Esta serie de fotografías que ilustran esta entrada de este Cuaderno de ruta puede verse, comentada desde un punto de vista de la técnica fotográfica, en Carlos en plata. Fin de semana extendido en Luxemburgo y Tréveris (Alemania) con Fujifilm X100VI.

No me extenderé mucho porque no tengo mucho tiempo y no hay mucho que contar. Salimos el jueves pasado hacia Luxemburgo y volvimos ayer lunes. Una buena amiga tenía un viaje de trabajo a la capital del pequeño país, el Gran Ducado de Luxemburgo, y me ofreció acompañarla para aprovechar y hacer turismo por uno de los países europeos que todavía no había pisado. La ciudad de Luxemburgo quizá no sea el destino turístico más destacado que se me ocurra, pero tiene su encanto. Y todo su complejo sistema de fortificaciones, que se remonta a siglos atrás, es Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO… y esas cosas.

El sábado nos desplazamos a la vecina ciudad de Tréveris, al otro lado de la frontera con Alemania. Esta ciudad si que tiene mucho más interés. Aunque quizá no sea tan conocida en nuestro país, por estar apartada de los principales circuitos turísticos que se suelen visitar en el país teutónico. Pero su combinación de pasado romano y medieval hace que buena parte de los monumentos de la ciudad sean considerados también Patrimonio de la Humanidad.

Y el domingo, aprovechando los eficiente transportes públicos del Gran Ducado, gratuitos en todo el país para usuarios propios y visitantes, nos fuimos a visitar un par de castillos próximos unos de otros. El más ruinoso, pero con encanto por el entorno, de Beaufort, y el reconstruido y más imponente de Vianden. Ciudad donde comí una de las mejores omelettes de jamón y queso que he comido en mi vida. En una bar restaurante carente de todo tipo de encanto, salvo en lo que se refiere a lo que viene en el plato, que es lo que importa. ¿O no?

Inmediatamente nos metimos en el coche con aire acondicionado y nos dirigimos a Sos del Rey Católico. Donde hacía niveles de calor similares, pero las estrechas y umbrías calles de su casco histórico medieval aliviaban notablemente el paseo. Eso sí, tras visitar el palacio de Sada, lugar donde quedó registrado el nacimiento del Rey Católico, nos encontramos que se habían cerrado las nubes y amenazaba tormenta. Así que terminamos la visita y nos volvimos a Zaragoza, que al fin y al cabo eran ya las ocho de la tarde.

[TV] Cosas de series; viajando por libre por la geografía de Japón

Televisión

Las series de fotografías que ilustran esta entradas de este Cuaderno de ruta pueden verse, desprovistas de texto, en fotos en serie. El pueblo de construcciones tradicional de Shirakawago, patrimonio de la humanidad según la Unesco, en blanco y negro.

Suelo dividir mis vacaciones anuales en dos periodos, de dos y tres semanas cada uno, en mayo y a principios de octubre, aunque la duración de los mismos en cada momento depende del destino que hayamos elegido para viajar. En este 2025, cogí tres semanas en mayo, con el fin de viajar a China, pero, como ya conté, surgieron problemas y acabe viajando a Sicilia. La cuestión es que eso nos descolocó de cara a los planes de octubre, y andamos deshojando la margarita. Porque no queríamos dejar de tener un viaje a Asia, aunque de momento no recuperamos el plan previsto para China, que estaba muy asociado a los tiempos de luz diurna de la primavera, notablemente más amplios que los del otoño. Tampoco tengo claro si viajaremos juntas varias personas, o si al final me iré yo por libre. Si me voy por libre, no me importaría ir unos días a algún punto de Asia, pero a un destino fácil de organizar. Y Japón es una posibilidad, aunque no tenía previsto volver tan pronto. Al fin y al cabo, estuvimos en mayo de 2024, las fotografías que ilustran esta entrada son de ese viaje.

La cuestión es que de cara a organizar algo sencillo, de siete u ocho días efectivos de viaje, sin contar los desplazamientos, hubo una serie en el segundo trimestre del año que puede servir de guía de lugares interesantes, pero menos conocidos, menos habituales de los circuitos turísticos habituales, aunque no menos interesantes. Que es lo que en un momento dado, si no es este año será otro, querría volver a hacer. Porque ya el año pasado fue en parte el estilo de viaje. Salirnos de las rutas más trilladas, sin renunciar a visitar lugares interesantes por su belleza o interés cultural, sin los agobios de las muchedumbres de turistas que van todos a los mismos sitios y a las mismas horas. La serie fue una serie de animación, Zatsu tabi [ざつ旅, viaje improvisado], que en inglés se ha denominado con una mezcla del original japonés y una expresión inglesa que no es la traducción literal de ese original; Zatsu tabi – That’s journey (eso es viaje).

La serie nos habla de Chika Suzugamori, estudiante universitaria de bellas artes, que está iniciándose en el mundo profesional del manga. Pero no consigue dar con el tono de sus obras, que son apreciadas por su potencial editora, pero que no acaban de dar el salto a lo publicable. Habiendo conseguido un dinero, decide intentar inspirarse viajando por Japón. Inicialmente, sola. Pequeños viajes de dos, tres o cuatro días, usando los transportes públicos. El destino, a partir de las indicaciones que recibe a través de pequeñas encuestas en redes sociales. Lo que empieza como viajes en solitario se transforma cuando va aceptando la compañía de su círculo de amistades; una joven estudiante más joven que ella, una mangaka ya consagrada, una buena amiga de su edad,… Con estos viajes ira adquiriendo experiencias y, sobre todo, empezará a compartir sus inquietudes con otras personas, y a escuchar las de estas. Eso le irá dando las claves para desarrollarse como persona y como artista. Al cabo, no es más que una joven de 18 o 19 años, con mucha vida por delante.

La serie no es nada especial. Pero a la vez tiene bastante encanto. Especialmente porque los personajes han sido pensados y diseñados para que resulten chicas y mujeres simpáticas para cualquiera. Tiene buen rollo, y buenas intenciones, y en general consigue entretener sin complicarse la vida y sin complicársela a los espectadores. Es recomendable como entretenimiento ligero, gracias a sus episodios de poco más de 20 minutos que podemos encajar en cualquier momento tonto, mientras cenas, mientras esperas a alguien,… no exigen una gran concentración para introducirse en la acción.

Pero claro, ahora he decidido hacer un listado de los lugares que visita Chika sola o con sus amigas. Porque puede resultar una guía relativamente interesante para visitar en un futuro. Especialmente, porque en su mayor parte se trata de lugares a los que uno se puede desplazar en transporte público, tren o autobús, en alguna ocasión cogiendo un barco. Hasta ahora no he encontrado ningún lugar en internet donde se listen y describan todos los destinos. Y los intentos que he hecho de que algún motor de los llamados de inteligencia artificial me haga el listado han fracasado. Ninguno consigue listar todos los destinos, aunque algunos se acerca bastante, con ocho o nueve de los lugares visitados. Tendré que volver a hacer una revisión de los episodios y construirme mi propia tabla, con indicaciones de cómo acceder. Quizá alguno de esos lugares acabe formando parte de mis vacaciones en octubre. O igual acabamos en otro país distinto. Quién sabe.