Hace unos días tomé unos cafés con viejos amigos, zaragozanos que viven en la diáspora y que aprovechan las fiestas para visitar a la familia y, eventualmente, a los amigos. Nos preguntamos unos a otros por los ausentes, y tomamos una decisión… el sábado en Madrid, a comer. Estará más gente. Hay que aprovechar el AVE, que tan cómodo hace el desplazamiento a la capital.
Eso está bien; además aprovecharé para hacer algunas compras. Cosas que en Zaragoza no encuentras; necesitas encargar, tardan semanas en traerte, y además es más caro.
El sábado salió en Zaragoza con niebla cerrada, que rodea la desangelada estación de Zaragoza-Delicias, y nos acompañó durante buena parte del recorrido hacia Madrid en el AVE con destino Sevilla.
Madrid nos recibe con lluvia, que cesa al poco de salir de la estación de Puerta de Atocha. Ahí empiezo mi recorrido por la ciudad antes de la hora de comer. Mi objetivo es pasar por la librería de La Fábrica (que está cerrada), por la librería GraphicBook, con una gente muy simpática atendiéndote, y por Fotocasión, una de las tiendas de fotografía más emblemáticas de la capital. Aprovecho a ir caminando de un sitio a otro, y pasando por los sitios emblemáticos para ver el ambiente e ir haciendo algunas fotos. Me he llevado la Panasonic Lumix LX3, que tan buena cámara callejera es.

Mientras espero a los amigos que me guiarán al restaurante, paseo entre los reventas de lotería en la Puerta del Sol.
Después de comer, me llevan en coche a la estación, lo que me permite llegar con tiempo para cambiar de tren y llegar una hora antes a Zaragoza. Bueno. Ya he cumplido con mi visita periódica a la capital. Hasta la próxima.