Volvemos más deprisa de lo previsto, porque esas nubes que vienen desde el Kattegat van cargadas de agua, y no nos auguran nada bueno.

Con un iento frío que pela, en el extremo puntiagudo de Dinamarca, donde se unen las aguas del Kattegat y el Skagerrak, dos de los estrechos, no muy estrechos, que unen el mar del Norte y el Báltico.

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Tras larga caminata, paseamos sobre la arena a orillas del Skagerrak.

Casitas, dunas, arenas blancas, vistas al Kattegat,… perfecto si no fuese porque hace un frío…

Faro marítimo de diseño absolutamente elemental para proteger hace 500 años a los barcos de las traicioneras escolleras del Kattegat.

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