Kimi no Na wa [君の名は] (2016; 192017-1004)
Voy a pasar unos días al modo «sólo fotos». Y tenía varias cosas pendientes de comentar, algunas de las cuales tendrán que pasar a dentro de unos días. Una semana, más o menos. Entre ellas una película, que vi el fin de semana pasado, pero que me voy a saltar por comentar esta película de animación que vimos el lunes. Con la otra película irán comentarios de otras cosas, que no he terminado todavía.

Por el ambiente y los paisajes, la película que comento hoy me ha devuelto a los recuerdos de cuando fuimos de excursión a las proximidades del monte Fuji. El shinto, los lagos, los montes, la naturaleza, las pequeñas poblaciones, los trenes,…
Pero ahora vamos con el gran éxito que ha supuesto la última película de animación de Makoto Shinkai. Utilizo la convención occidental de colocar el nombre de pila delante del apellido en esta entrada a la hora de escribir los nombres japoneses. Hasta la fecha, que yo recuerde, había visto dos películas de animación de Shinkai. Y ambas me gustaron bastante. Ambas en vídeo o televisión. Ninguna de las dos justificaba el apelativo de largometraje. Más bien eran mediometrajes.
5 centímetros por segundo, de la que he leído también el cómic, te dejaba un sabor a película inacabada. Tenía una secuencia o conjunto de secuencias, la del viaje en tren bajo la nieve, que es una de las más desasosegantes y a la vez hermosas que he visto en el cine de animación. O en el cine en general. Pero lo dicho… esa sensación de que había algo más que contar,… que se acaba demasiado pronto… que falta una etapa en la vida de sus protagonistas que contar…
El jardín de las palabras es claramente un mediometraje, que también tenía elementos sobre las relaciones humanas que la hacían muy interesante.
Por lo tanto, aunque parece que Shinkai sea un recién llegado a la animación si hacemos caso a lo que se lee sobre esta película que fuera de Japón recibe el título en inglés de «Your Name», lo cierto es que llevaba ya un tiempo hablando de sus temas preferidos y desarrollando el estilo que ahora ha asombrado a mucha gente.
En esta película cuyo título es la última línea de diálogo de la película «Kimi no Na wa… (Tu nombre es…/Te llamas…)» nos cuenta la historia de dos adolescentes, Taki, un chico que vive en Tokio, y Mitsuha, una chica que vive en Itomori, un pueblecito de las montañas, que no se conocen, que cursan los últimos cursos de la educación secundaria y que de repente empiezan a tener la sensación de que en sueños (o quizá en la realidad), intercambian sus cuerpos, y cada uno vive en el cuerpo del otro. Todo eso hasta el día que Mitsuha se dirija a celebrar un festival tradicional en su pueblo, mientras un vistoso cometa destaca sobre el cielo nipón.
La película tiene tres actos y un epílogo. El primer acto es lo que he comentado como sinopsis del film. El segundo acto es el viaje de Taki en busca de Mitsuha cuando los intercambios se detienen. El contenido del tercer acto me lo callo para no destripar el argumento. Y en el epílogo seguimos por la ciudad a Taki, convertido ya en un graduado universitario en busca de su primer trabajo como arquitecto.
El tema de la película son la personas separadas, aun cuando deseen estar juntas. Es un tema que ya estaba presente claramente en las dos películas anteriores que he mencionado. Separadas por el espacio, por el entorno social, por la edad, por el tiempo, por el destino… Y al mismo tiempo, personas que parecen destinadas a estar juntas. Reconozco que por vivencias personales, el tema me ha interesado siempre, incluso si como sucede en esta ocasión, los personajes son adolescentes. Pero no nos engañemos. Frente a otros productos de animación de distintas nacionalidades que están claramente dirigidos al público más joven, los valores y los temas que encontramos en las películas de Shinkai me resultan universales, más maduros.
Dos son las grandes virtudes de la película de Shinkai. Por un lado, la creación y desarrollo de los personajes, tanto los dos protagonistas como los secundarios que los rodean. Casi desde el primer momento, desde las primeras imágenes que nos muestra de ellos, nos importan. Empatizamos con ellos. Queremos que la vida les vaya bien. Disfrutamos y sufrimos con ellos. No están estandarizados. Ninguno. Todos tienen sus matices.
La otra gran virtud es el virtuosismo en el dibujo. Lejos de los mundos fantásticos de otras películas de animación, aun con los elementos sobrenaturales que impregnan el film, nos encontramos en un Japón real. Con escenarios reales reproducidos con fidelidad y minuciosidad, con un detalle, un ambiente y un clima totalmente convincentes. Y eso para una técnica de dibujo plano, aunque lleno de profundidad, que parece mucho menos sofisticado que las demostraciones tecnológicas a las que nos acostumbran otras productoras de animación, especialmente norteamericanas. Y sin embargo, es de una modernidad y de una calidad técnica asombrosas.
Quizá las pegas que se le pueden poner al largometraje vienen del engarce entre los actos en que se divide. Cada uno de ellos tiene un tono distinto. La comedia, el drama con tonos de tragedia, la aventura de acción,… la melancolía esperanzada del epílogo. Cada uno de ellos disfrutables, pero no siempre con las mejores transiciones entre unos y otros. No estropea la película, pero quizá previene que se convierta en una obra maestra. Por su impacto en la taquilla, la he oído comparar con El viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no kamikakushi),… y no. En primer lugar, porque sus temas y su planteamiento son muy distintos. En segundo lugar, porque esta última quizá sea una de las cumbres del cine de Hayao Miyazaki, una, hay varias, con quien se compara a Shinkai en los últimos tiempos. Y tampoco es eso. Son directores que comparten un medio de expresión, pero con personalidades y con cosas que contar distintas. Injusto para Shinkai, que tiene derecho a una trayectoria propia. Esta película de Shinkai es su primer gran éxito. Esperemos muchos más. La película es muy muy muy recomendable.
Valoración
- Dirección: ****
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: ****