Despedimos Corea del Sur con un paseo de tres horas por Seúl

Viajes

Como en otros viajes, la última entrada de fotos del mismo no la envío por correo electrónico durante mi periplo sino que la escribo ya sentado ante el ordenador de sobremesa de casa, con las peripecias del último día o las últimas horas del viaje.

Nada voy a comentar del largo viaje que comenzó hoy mismo, cerca de la una de la madrugada, en el aeropuerto internacional de Incheon. Que no está en Incheon. Ni en Seúl, aunque también se diga de él que es el aeropuerto de la capital surcoreana. En estos momentos en el reloj del ordenador se anuncian las 17:45 horas de la tarde, pero para mí es como si llevase tres cuartos de hora del día siguiente. Ya han pasado más de 24 horas desde mi última medianoche, y aun queda un rato para meterme en esa cama que tanto anhelo.

Pero si mi último envío desde Corea eran fotografías de la relativamente infructuosa mañana de compras en las horas antes de tomar el tren que me llevaría de Busan a Seúl, estas de horas corresponden a las más interesantes tres horas que pasé en la capital surcoreana antes de dirigirme al aeropuerto que la sirve.

Y con el bullicioso grupo de colegiales del encabezado, que ignoraban supinamente al fotógrafo que intentaba inmortalizar su excursión por el Seoullo 7017, comencé mi recorrido por esta pasarela, antigua vía para el tráfico rodado elevada que ha sido reconvertida en jardín botánico. Y es que había que aprovechar la mejor luz de atardecer que he tenido en todo el viaje. Con vistas a los alrededores de la estacicón central de Seúl.

Desde aquí, me dirigí a la zona de la puerta Namdaemun, con sus tiendas de fotografía con abundante material de segunda mano y ocasión, su antigua puerta y su mercadillo. Había que dar una tercera oportunidad…

No sé cómo se me quedó pegada en la mano esta «cosa» de la que os hablaré dentro de unos días, cuando la haya probado un poquito y tenga resultados.

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Ya con la noche caída, pero todavía con tiempo antes de ir a coger el tren expreso que une la estación central de Seúl con el aeropuerto de Incheon, cogí un metro y me bajé a dar un pequeño paseo por Dongdaemun Design Plaza, con el edificio obra del gabinete de arquitectos de Zaha Hadid, como el Pabellón Puente de Zaragoza, y hasta la puerta que da nombre al barrio.

Después de esto sí que cogí el metro para volver a la estación y comenzar el largo y tedioso viaje que me devolviese a casa. Hasta el próximo viaje.