Un 14 de julio de 1918, con el mundo en guerra, en la neutral Suecia, en una de las ciudades con más historia y tradición cultural del país nórdico, Upsala, vino al mundo el futuro director de cine Ingmar Bergman. ¿El mejor director de cine de la historia del séptimo arte? Algunos no dudarán en afirmar tal cosa. Aunque eso es difícil de objetivar, y siempre quedará al juicio personal de cada cual. Es sin duda uno de los grandes. Mi modesta opinión es que cualquier persona que se diga aficionado al cine debe conocer una parte apreciable de su obra, si no en cantidad, al menos en una adecuada selección cualitativa. Y si a mí me preguntasen, ¿en estos momentos, quién piensas que es o ha sido el mejor director de cine de la historia?, es probable que contestase, «Bergman».

Las fotografías de hoy fueron realizadas en Gamla Uppsala, un población muy próxima a la ciudad natal de Bergman; lugar de enterramiento de antiguos caudillos vikingos, con una vieja iglesia luterana de madera, de alguna forma pueden representar algunos de los temas que aparecen recurrentemente en los filmes del director sueco.
En RTVE están dedicando una serie de cuatro reportajes para celebrar el aniversario. En el momento de escribir esta recomendación cinematográfica, han publicado tres. Si me acuerdo, cuando publiquen el cuarto, la actualizaré. Por si la cosa me lo permite os los voy a dejar aquí puestos. Pues no… el código de RTVE no funciona bien con WordPress. Pues os dejo los enlaces.
Centenario Ingmar Bergman (1918 – 2007) – Primer capítulo
Centenario Ingmar Bergman 2 – Dios y la muerte
Centenario Ingmar Bergman 3 – El director de cine
Centenario Ingmar Bergman 4 – Relaciones personales
Decía antes que conviene hacer un repaso, cuando menos cualitativo, por la obra del director sueco. Pero su obra es muy amplia. En la base de datos de IMDb aparecen 70 obras como director y 75 como guionista, incluyendo tanto producciones para la gran pantalla como para la televisión. Hay que tener en cuenta que algunas de sus obras tuvieron doble versión. La excelente y muy oscarizada, 4 premios de 6 candidaturas, Fanny och Alexander (Fanny y Alexander), se puede ver como largometraje para la gran pantalla o como miniserie de cinco episodios para televisión. Mis DVDs incluyen ambas versiones. Yo no me acerco ni de lejos a conocer toda esa obra. Ni mucho menos. Pero he visto una selección de obras que me permiten conocer bastante de la obra del director, de su estilo, de su pensamiento, de su calidad. A ver cuantas recuerdo… Pondré el título que recibieron en español para facilitar la lectura.
- Juegos de verano
- Un verano con Mónica
- Sueños
- Sonrisas de una noche de verano
- El séptimo sello
- Fresas salvajes
- El manantial de la doncella
- El ojo del diablo
- Los comulgantes
- Persona
- Gritos y susurros
- Sonata de otoño
- Fanny y Alexander
- Fanny y Alexander (miniserie)
14 títulos de 70 como director. Un 20%. No está mal para la obra de un director que, por muchas alabanzas que reciba, es programado en muy raras ocasiones en los cines o en las televisiones. Hay que ir a buscarlo. Y desde luego creo que están los títulos fundamentales.
Indudablemente, hoy en día no es un director fácil. En las generaciones que se han criado cinematográficamente en la superficialidad de los efectos especiales del cine de acción, o el repetitivo esquema argumental de la comedia romántica moderna, o en el romanticismo banal de las princesas disney, entre otros, la densidad conceptual de las películas de Bergman puede serles inaprehensible. Y si no te dejas enganchar por los temas, entonces llegan las típicas tontadas de «sus películas son muy lentas», «nunca pasa nada» o chorradas por el estilo. En las películas de Bergman constantemente pasan cosas, y tienen un ritmo apropiado, adecuado para digerir todo eso que está pasando, que nos están contando en pantalla, ayudado por los maravillosos repartos actorales de los que se rodeaba, y por la limpia imagen visual, que debemos agradecer a su visión y al excelente trabajo de los directores de fotografía nórdicos, poco conocidos, pero de una calidad impresionante.
Dios, la religión (no son lo mismo), la muerte, la sociedad conservadora luterana, la infancia, las relaciones interpersonales, la fidelidad como concepto ético frente al concepto físico que habitualmente tenemos,… son tantos los temas.
Mi favoritas de entre ellas. Con el número uno, sin duda, Det sjunde inseglet (El séptimo sello), la primera película que recuerdo haber visto en mi vida de Bergman, y la que sigo viendo al menos una vez al año con rigurosa tenacidad. Como contrapunto, la siguiente en mi lista suele ser Sommaren med Monika (Un verano con Mónica). A pesar de lo mucho que me gustó, la tristeza que me causó el desenlace de esta historia de amor adolescente que gira en la sensualidad natural de la protagonista, una inconmensurable Harriet Andersson, me impide volver a ver la película.
Y aquí viene otro aspecto importante del cine de Bergman. Sus actores. Y especialmente, su actrices. La mencionada Harriet Anderson, Ingrid Thulin, la bellísima Bibi Andersson o, cómo no, Liv Ullmann, que le cogió el testigo en el ámbito de la dirección como heredera espiritual de sus temas y sus formas de hacer. Y hay más… Incluso la otra gran Bergman del cine, Ingrid, se puso a sus órdenes en su madurez.
Yo creo que me queda poco que decir. Es más, nada de lo dicho es realmente importante. Lo importante es que os sacudáis la pereza, y os lancéis a conocer la obra del director sueco si no la conocéis. Dadle una oportunidad. Dejad aparte los prejuicios. Actuar como espectadores activos, que ponen de su parte, frente a la pasividad que fomenta el cine actual. Y quizá descubráis algo bueno. Algo importante.