Dentro de una semana comenzaré un nuevo viaje. Al oriente asiático. Ya os iré contando. Ahora estoy en esos días previos en los que, sabiendo que hemos hecho el esfuerzo razonable para planificar el viaje, queda la duda de que nos hayamos olvidado de algo o algo lo hayamos planificado mal. Siempre se genera algo de ansiedad previa, por mucho que hayas viajado.
También está la planificación del soporte fotográfico del viaje. No me preocupa mucho. Ahora tengo un equipo en el que confío mucho, por lo que dependerá de mí aprovechar las oportunidades que me surjan. No he decidido aún si me llevaré alguna camarita con película tradicional además de la cámara dígital. Quizá me lleve la Olympus mju-II con un par de carretes de Ilford XP2 Super. Que me ocupará muy poco en el equipaje, y es una cámara resistente a las salpicaduras. Seguro que nos llueve de vez en cuando.
Aun tengo recientes las fotografías de mi último viaje, a tierras germanas y helvéticas, donde sí que usé ampliamente la película tradicional en blanco y negro.
Recientemente, en Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red nos han hablado de Marie Takahashi, una fotógrafa japonesa que es incluida con cierta frecuencia en los listados de los mejores fotógrafos de viajes. Por ejemplo, en esta página donde es considerada la cuarta mejor de 25 seleccionados. No insisto con otras, puesto que en algún caso me ha dado la impresión de que se copiaban entre sí algunos de estos listados. Independientemente de esto, a mí es que me ha gustado el estilo de Takahashi. Es muy limpio, muy claro, muy centrado en el contenido, lejos de los artificios de los colores excesivamente saturados, de los HDR u otras técnicas que han surgido con el auge de la fotografía digital y que buscan más la imagen espectacular que la que transmite una historia o un sentimiento. A mí, las soluciones sencillas me atrae más que las espectaculares.
Finalmente, hoy os traigo también otro vídeo del SFMOMA (Museo de arte moderno de San Francisco), recientemente publicado en su canal de Youtube. Alison Rossiter juega con la degradación de los papeles fotográficos, algunos de ellos realmente muy muy antiguos, muy muy caducados, para jugar con la luz o con la ausencia de la misma. Algunas veces, los embalajes de los papeles antiguos son tan bonitos que da pena que los abra para usar el papel…