Este jueves pasado, día 27 de junio, cuando ya asomaba la sofocante ola de calor que nos atenaza estos días, se inauguraba en la Lonja de Zaragoza la exposición Creadores de conciencia DKV, en la que la fundación destinada a gestionar las actividades de responsabilidad social de esta aseguradora, nos muestra una amplia selección de fotografías de sus fondos, dedicadas a los fotoperiodistas españoles, o que desarrollan su actividad en relación con nuestro país. Cuarenta fotógrafos y fotógrafas distintos, tres fotografías cada uno,… iba a decir aquellos de «una diversidad de estilos», pero la verdad es que aunque la hay, menos de lo que esperaba. Parece que para unos tiempos determinados los fotoperiodistas hace fotografías relativamente parecidas unos de otros, y ese es quizá el único pero de esta exposición, que por lo demás está muy bien. Por lo menos que sirva para concienciarnos de la necesidad de que alguien haga este trabajo. Y que no basta con que haya alguien por donde está sucediendo la noticia, con un móvil en la mano, que haga y mande un foto más o menos churrutera al medio de comunicación de turno, que se quiere ahorrar con la excusa los justos emolumentos del fotógrafo. Es triste ver cómo muchos de estos fotoperiodistas tienen que irse al extranjero para poder vender sus trabajos.

Hablando de fotógrafos españoles a los que les va bien en el extranjero. Diversos medios nos cuentan que Cristina de Middel ha subido un escalón den el escalafón de Magnum Photos. Por ejemplo, lo han contado en Clavoardiendo Magazine. Tras dos años como candidata, en la última reunión de socios de la agencia, tras presentar 65 imágenes realizadas en los dos últimos años, ha pasado a ser fotógrafa asociada. Dentro de dos años, podrá optar a ser miembro de pleno derecho. En la mayor parte de los países del mundo, sus compatriotas lo habrían celebrado de forma relativamente unánime. Pero Iberia la Vieja se ha caracterizado tradicionalmente por sus actitudes caínitas. Y los comentarios han sido para todos los gustos. Un cierto número son comentarios mesurados sobre los pros y los contras del trabajo de «la de Middel», como se llama así misma en su página web. Pero hay un número no desdeñable que abarcan desde «un nuevo triunfo para las mujeres española en la semana de la sentencia de la Manada» ¡¡¡qué tendrá que ver el tocino con la velociada???, hasta el crítico que tras desacalificar por completo el trabajo de la fotógrafa, critica hasta el dominio de su página web,… lademiddel.com. No le gustarán estas confianzas que se toman algunos con la peña… supongo. En fin, que un mesurado, «te podrá gustar más o menos su trabajo, pero alegrémonos de los éxitos de nuestros profesionales de la fotografía», parece lo menos frecuente. Y es donde estoy yo.

El San Francisco Museun of Modern Art (SFMoMA), un museo que tal vez visite en un futuro, más pronto de lo que imaginaba, ha subido a su canal de Youtube dos vídeos esta semana dedicado a Araki Nobuyoshi. Y digo yo… que podría haberse adelantado un poco, y hubieran encajado estupendamente en las recomendaciones de este jueves pasado, donde hablaba de fotografía japonesa o relacionada con Japón en general… por ejemplo este vídeo…
Por cierto que, no voy a visitar Japón de nuevo como pronto hasta la primavera que viene. Definitivamente, no este otoño. Pero también me hubieran venido bien estos vídeos para las recomendaciones del domingo pasado, en el que hablaba del libro que reúne dos de sus más célebres e interesantes trabajos, Sentimental Journey y Winter Journey. Como hace también este otro vídeo en el que el propio Araki nos habla de esos «viajes» con Yoko, su tempranamente fallecida esposa.
En Plataforma de Arte Contemporáneo dedicaron hace pocos días una entrada a Margaret Bourke-White, a la que definen como primera mujer correponsal de guerra, primera mujer fotógrafa que trabajo para la revista Life, primera mujer occidental a la que se permitió fotografiar la industria soviética… En fin, una mujer de récord. Y una excelente fotógrafa, que conviene conocer, como una de las figuras que es de la historia de la fotografía universal.

Por último, una historia que leí en Cartier-Bresson no es un reloj. Nos hablaron hace unos dáis del libro Alex & Me, un fotolibro de James Pfaff de un viaje por carretera que el fotógrafo realizó con la mujer de la que estaba enamorado, Alex, durante dos semanas, por Estados Unidos, poco después de conocerse. Pero el viaje terminó mal, se separaron en malos términos. Por lo tanto es una historia de amor y desamor, bajo la forma de cuaderno de apuntes de un viaje más que otra cosa. Me ha entrado ganas de tenerlo. Ya veremos. Nuevo está agotado, y de segunda mano no es barato. Este tipo de proyectos sencillos y muy personales me atraen más últimamente que los libracos dedicados a la obra de los autores consagrados, o simplemente presuntuosos. De alguna forma, veo paralelismos (y notables diferencias) con el Sentimental Journey de Araki.
