Un amour imposible (2018; 39/20190723)
En temporada baja, es frecuente que lleguen con más frecuencia títulos de filmografías europeas, en concreto la francesa, eventualmente muy interesantes. Son los momentos del año que menos competencia tienen con las películas norteamericanas que copan el mercado por estar controladas la mayor parte de las distribuidoras y no pocos exhibidores por empresas estadounidenses. Claro, también pasan más desapercibidas.
En esta ocasión nos encontramos con una película de Catherine Corsini, que adapta una novela de la escritora francesa Christine Angot, que al parecer está basada, sin ser precisa al 100 %, en su propia vida. El papel de Chantal (Estelle Lescure, edad adolescente;Jehnny Beth, edad adulta) estaría basado en su propia persona.

La película nos cuenta cuarenta años en las vidas de Chantal, su madre, Rachel (Virginie Efira), y su padre, Philippe (Niels Schneider). Cuando comienza la película, que es narrada por Chantal, Rachel es una bella joven de 25 años, católica pero de padre judío, que las abandonó a ella y a su madre, que sale adelante trabajando como secretaria en una empresa de una ciudad del centro de Francia. En ese momento conoce a Philippe, un joven culto, de buena familia de quien se enamora y de quien queda embarazada de Chantal. Nunca se llegarán a casar, pero tampoco perderán el contacto, iniciando una peculiar relación de décadas entre los tres.
La realización de la película es tranquila, directa. A veces con cierto sabor a películas de la nouvelle vague, no sé porqué, pero en algún momento Rachel me recuerda a alguna de las protagonistas de Éric Rohmer. Pero Rachel no tiene la desenvoltura personal y la independencia de las mujeres de Rohmer. Rachel generará una relación de profunda dependencia con Philippe, que siempre se sentirá atraído hacia ella y buscará ser su amante, pero sin comprometerse con ella. Pertenecen a distintos estratos sociales. Incluso se percibe el antisemitismo tradicionalmente latente en la sociedad francesa. Esto acabará teniendo consecuencias trágicas, especialmente para Chantal, que tras pasar una infancia feliz, se verá abocada a una adolescencia conflictiva con consecuencias de por vida en la relación de las tres personas.

La película admite numerosas lecturas. No me voy a extender mucho, puesto que prefiero reservar determinadas cuestiones de la historia para evitar prejuicios, aunque la biografía de la escritora es pública y conocida. Pero en general, la película es una crítica a las actitudes de un patriarcado hipócrita y clasista, al mismo tiempo que hacia la tradicional sumisión de las mujeres.
La película tiene altibajos en su historia. Con más de dos horas de duración, no extraña mucho. E incluso tiene algunos elementos de su conclusión que me chirrían mucho, como esa conversación entre madre e hija en una cafetería parisina hacia el final de la película, donde Chantal intenta explicar todo lo que ha sucedido, pero que me resulta muy poco natural. En cualquier caso, lo que sí que alcanza un gran nivel es la interpretación de los tres protagonistas. Si llamativa resulta la de Efira, una bella actriz y presentadora televisiva belga que consigue interpretar con verosimilitud el mismo personaje desde los 25 a los 65 años, también resultan notables la contenida interpretación de la adolescente Lescure, y el cinismo que Schneider impone a su personaje.

Una película en general recomendable. Inquietante a ratos. Que da qué pensar. Y que, aunque tenga algún altibajo, está bellamente realizada.
Valoración
- Dirección: ***
- Interpretación: ****
- Valoración subjetiva: ***
