[Recomendaciones fotográficas] La última exposición de PhotoEspaña en Zaragoza y más cosas interesantes

Fotografía

Esta semana se inauguró en Zaragoza la última de las exposiciones fotográficas de este verano que integran la sección oficial de PhotoEspaña 2019 – Otras ciudades. Es la segunda que tiene su sede expositiva en el Centro de Historias de la ciudad. Se titula Los últimos – retratos y testimonios de la guerra civil 2015-2017, y es obra del fotógrafo Luis Areñas. Fotógrafo que actualmente reside en Zaragoza, se marcó hace unos años el proyecto de encontrar a los últimos supervivientes de entre los combatientes en la guerra civil española. Todavía queda bastante gente viva que vivió la contienda, pero muchos eran niños en aquel momento. Los combatientes más jóvenes son gente que en estos momento han cumplido o están prontos a cumplir los cien años. Y por lo tanto… pocos quedan. Fotográficamente, estamos ante una serie de retratos en los que se permite a la persona fotografiada, ancianos y ancianas con el rastro del tiempo claramente marcado en sus rostros, expresarse con libertad, mientras que un fondo blanco lo aísla, a lo Richard Avedon, de su entorno. Un estricto blanco y negro contribuye a desechar toda información que no venga asociada a la propia expresión de la persona. Personas que combatieron vinculadas a ambos lados de la contienda, Areñas trata de no establecer divisiones, sino hablar del sufrimientos y sinsentido colectivo.

Las fotografías de hoy están tomadas en la visita a la exposición de Luis Areñas, incluidos algunos textos acompañantes que me parecieron especialmente significativos.

Loable deseo… si no fuera porque el resurgimiento de los fascismos, disfrazados de «derechas populistas» nos debe hacer recordar que la guerra fue desencadenada por el ejército, en el que había una abundancia de fascistas, y que agredió a una estado constitucional y de derecho, aunque sometido a las tensiones de la época. Y eso, convendría que no se olvidase.

Triste juego de palabras de Bertrand Russell, que se pierde en su traducción al castellano, aunque su significado permanece plenamente vigente. Aunque los sectores más cerriles de la sociedad española no lo crean, no lo sepan o no lo quieran reconocer.

Pero vamos a otras cosas. La semana pasada hablaba de otra exposición asociada a PhotoEspaña 2019, que reflexionaba sobre la realidad y la identidad de la mujer en Taiwan. En esta ocasión saltamos el estrecho de Taiwán y nos llegamos a la China continental, donde una fotógrafa joven retrata a su propia generación de mujeres jóvenes, algunas adolescentes, que buscan definir su propia identidad alejándose de los estándares tradicionales de la sociedad china. Se trata de la fotógrafa Luo Yang (instagram), que fue mencionada en su momento por Ai Weiwei como una de las fotógrafas más prometedoras de su país, y a cuyo trabajo Girls han dedicado un vídeo esta semana en Nowness. Un vídeo que os dejo aquí.

Su trabajo exige una relación muy íntima con las jóvenes a las que fotografía. Usa un Contax de medio formato, probablemente una de las cámaras para película a la que se podían añadir algunos de los objetivos Carl Zeiss más destacados por su calidad.

Sin salir de China, el fotógrafo Cian Oba-Smith (instagram) ha explorado el fenómeno de la arquitectura que imita los estilos y los edificios europeos en las ciudades chinas, concretamente en Shanzhai. Barrios residenciales que se constituyen como una auténtica versión kitsch de los originales parisinos, venecianos u holandeses. Barrios que inicialmente tuvieron poco interés, convertidos en ciudades fantasma, poco a poco la presión demográfica en el gigante asiático han hecho que se fueran llenando de unos habitantes, pertenecientes a una nueva clase media, para quienes, este tipo de arquitectura, significa poco o nada. En algunos casos, ni siquiera son conscientes de que viven en una imitación de un lugar célebre. Nos lo han contado en las páginas en línea del British Journal of Photography.

Otro caso de choque cultural entre continentes. Las fotografías de Stuart Franklin realizadas en los hoteles africanos contemporáneos, lugares pensados para los negocios, generalmente desde el punto de vista, los gustos y los intereses occidentales. Además de representar las consecuencias de la colonización y la descolonización. O formas profundamente sesgadas de lo que supone la globalización. Nos lo mostraron en Magnum Photos.

Terminar con una serie curiosa, e interesante, que se pudo ver en Lenscratch. Las vanitas son un género específico de bodegones o naturalezas muertas que que se popularizaron en la pintura barroca de los Países Bajos. Procedente su denominación de la expresión latina extraída del Eclesiastés, Vanitas vanitatum omnia vanitas (Vanidad de vanidades, todo es vanidad), representaban objetos que simbolizaban la fragilidad y la brevedad de la vida, la muerte. La fotógrafa Jeanette May ha adaptado el concepto de lo perecedero, de lo caduco, a la obsolescencia, muchas veces programada, de los objetos cotidianos tecnológicos de hoy en día, en naturalezas muertas con elementos cotidianos y reminiscencias de las vanitas de la escuela flamenca del siglo XVII. Da que pensar.

Volvimos a visitar las exposiciones que ya vimos hace unos días. Entre ellas la curiosa «Estuvieron aquí» en el Espacio Tránsito del Centro de Historias.