Je8ileui bam 제8일의 밤 (2021; 63/20210929)
Semana paradójica en lo que al cine se refiere para mí. Estando de vacaciones, con más disponibilidad de tiempo y horarios, sin embargo, no hemos encontrado momento, película y motivación para ponernos de acuerdo para ir al cine. Y no ha habido nada que por su tema o supuesta calidad me incitase a ir yo sólo a las salas de cine. Antes me importaba menos ir por mi cuenta al cine. Pero ahora… si no voy con alguien con quien compartir mis sensaciones… me da pereza. Así que este miércoles decido que después de cenar no hay teleserie y opto por una película en alguna plataforma digital. Como últimamente el cine surcoreano está con muy buen tono, me atrevo con una de terror fantástico en Netflix dirigida por Kim Tae-hyoung. En general había visto críticas positivas de ella, aunque alguna no tanto. Es una de esas películas afectadas por la pandemia, que no son realmente originales de Netflix, pero que acuden a esta plataforma por su difícil distribución internacional.

La cosa va de una profecía de origen budista, por la que si en un momento dado los dos ojos de un demonio que Buda enterró separados en el oeste y en el este del mundo conocido (o sea, el continente asiático) se reuniesen, sería el caos y tal. Para ello, un supuesto monje budista (Lee Sung-min) que practica exorcismos y su novicio (Nam Da-reum) inician la búsqueda de una chamana virgen (Kim Yoo-jeong), que será la última portadora del ojo que viene del oeste antes de que se reúna con el del este. Pero el ojo demoniaco va dejando un rastro de víctimas, y la policía sospecha de los protagonistas, interfiriendo en su búsqueda.
Resumiéndolo por la vía rápida. La película está razonablemente bien hecha, con oficio, y los intérpretes son más que decentes. Cuando menos, lo hacen mejor que los habituales intérpretes de las series de televisión coreana. Es algo típico de ese país, y de algún otro, un mismo actor o actriz es lamentable en televisión y hace un buen trabajo en el cine. Supongo que son las formas de trabajar de ambos medios, aunque uno pensaría que es algo que debería estar superado. Pero la historia y las cosas que pasan en pantalla no dejan de ser más que una serie de tropos previsibles, menos uno estilo «sexto sentido», que hacen que el interés por la historia vaya decayendo conforme pasan los minutos para llegar a un final en el que, bueno, pasan las cosas que tienen que pasar.
Esta película, por lo tanto, no deja de ser un pastiche de elementos típicos de este género de películas, y difícilmente recomendable. Una pena. Supongo que en su país de origen tienen más interés, puesto que estas producciones parecen frecuentes. Pero a mí me dejó… somnoliento y con ganas de irme a dormir.
Valoración
- Dirección: ***
- Interpretación: ***
- Valoración subjetiva: **