[Cine] Jeon, ran [전,란] (Invasión, insurrección) (2024)

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Jeon, ran [전,란] (2024; 51/20241011)

Este estreno reciente de Netflix procedente de Corea del Sur me interesó e intrigó por la presencia en Park Chan-wook en los créditos de la película. Park tiene títulos muy interesantes en su carrera. Por indicar algunos de los que he visto en pantalla grande en los últimos años, podemos hablar de este muy reciente, de un clásico del cine coreano de este siglo, de una película de intenso y elegante erotismo, y… menos interesante, una incursión en el cine norteamericano. Park aparece como guionista de la película, y nos decían las crónicas que su intención era dirigir este drama de acción histórica, pero otros compromisos hicieron que esa tarea pasase al más bisoño Kim Sang-man. Así pues… el aliciente estaba ahí. El mismo viernes que la estrenaron, por la noche, me dispuse a verla.

La acción nos traslada a finales del siglo XVI, durante las invasiones japonesas de la península de Corea. Y nos habla de la rivalidad entre un joven noble (Park Jeong-min) y su criado/esclavo (Gang Dong-won) de edad similar. Entre la amistad y el odio, ambos quedarán separados justo antes de las invasiones niponas por la crueldad en el trato de los esclavos por parte de la familia del joven noble. Tras la expulsión de los japoneses del país, el reino de Joseon se encuentra arruinado, hay hambre, y las población siente que los gobernantes no les prestan atención, por lo que es terreno abonado para los levantamientos e insurrecciones. Y ambos jóvenes, ya no tan jóvenes, volverán a encontrarse enfrentados.

El reino de Joseon fue un reino muy encerrado en sí mismo cuya sociedad fue configurada en torno a un confucianismo extremo. Frente a los muchos papanatas que ven las filosofías asiático-orientales como siempre estupendas, espirituales y superiores al materialismo occidental. Pero lo cierto es que el confucianismo promueve una fuerte estratificación social, prácticamente un sistema de castas, donde el que nace siervo o esclavo así permanece, no existe ascensor en la escala social, y los nobles «eruditos» conservan perpetuamente sus privilegios. Teóricamente la filosofía de Confucio predica la prevalencia del estudio y el mérito, pero en la práctica sólo los hijos de los nobles «eruditos» pueden convertirse en la siguiente generación de privilegiados. Además es profundamente patriarcal, reservando a la mujer un papel pasivo y absolutamente dependiente del hombre. Por lo tanto, en la base de la película hay material para una reflexión social importante. Especialmente en un momento de la historia del país especialmente revuelto. Pero al final, el desarrollo de la historia queda como un conjunto de peripecias aventureras, con luchas de capa y espada, siempre tan excesivas en el cine asiático, con idas y venidas en el tiempo, mal engarzadas, la película no está correctamente construida. Y el resultado es más bien confuso y banal. A pesar de que se han introducido medios.

Las interpretaciones son correctas. Entre los intérpretes coreanos hay bastante más oficio de lo que las teleseries del país nos muestran, y eso se aprecia. Pero no bastan para levantar la calidad de una película que tenía muchos mimbres para ser interesante, incluso bastante buena, y se queda en una mediocridad absoluta con pretensiones. Allá cada cual si es suscriptor de Netflix si se anima o no con ella.

Valoración

Dirección: **
Interpretación: ***
Valoración subjetiva: **

[Cine] Broker (2022) / Soseolgaui Yeonghwa [소설가의 영화] (The Novelist’s Film) (2022)

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Como casi todos los años, la entrada del Año Nuevo se dedica a las últimas películas vistas en el año anterior para, al día siguiente, comentar en conjunto el cine del año. Vamos con ello.

Broker (2022; 67/20221226)

Desde hace unos años, no suelo perderme las películas de Hirokazu Koreeda, que afortunadamente en estos momentos se distribuyen sin problema en nuestro país. La primera que le vi fue definitiva para aficionarme al cine de este autor. Aquel milagro me gustó tanto que no he dejado de querer saber más sobre la visión y las reflexiones que sobre la familia nos ofrece el realizador japonés. Hay varias que me han gustado mucho. La que menos, su incursión en el cine francés. Y que conste que me gustó bastante. La que más, una película absolutamente fenomenal, que está muy emparentada con la que hoy comento, y que nunca recibió toda la atención que merecía. El boom del cine asiático comenzó al año siguiente, y procedió de Corea del Sur. Donde se ha ido ahora a rodar.

Empieza la película con una joven (Lee Ji-eun) ante el torno de una iglesia para renunciar y entregar a su bebé. Dos grupos de personas están al tanto. En el exterior, vigilando desde un coche, una correosa policía (Bae Doona) y su compañera. En el interior, unos traficantes de bebés (Song Kang-ho y Gang Dong-won), que utilizan el torno para llevarse bebés que venden a familias que tendrían difícil la adopción por medios tradicionales. A partir de hay, comenzará un viaje por toda Corea del Sur en el que, junto un chavalillo que se escapa de un orfanato, todos formarán una curiosa, poco convencional, pero más unida familia que muchas de las reales.

Bastantes escenas en mercadillos y mercados del pescado de ciudades costeras coreanas en la película de Koreeda. Así que el mercado del pescado de Busán servirá para ilustrar la entrada de hoy.

Entre la comedia y el drama profundo, que bordea, pero nunca cae, en la tragedia. Koreeda, al igual que hizo con su familia de descuideros de tiendas, subvierte por completo el concepto de familia, formando una que, por provisional que pueda parecer, representa perfectamente los fines para los que suponemos que existe esta institución, al apoyo mutuo, la entrega y recepción de afecto, una vía para el crecimiento personal en una pequeña comunidad. Koreeda siempre nos lleva por lugares complejos y difíciles, pero consigue salir adelante sin adentrarse nunca demasiado ni en lo cursi ni en lo excesivamente melodramático, dosificando perfectamente un humor que nunca busca hacer sangre, y abriendo al final siempre puertas a la esperanza.

Pero probablemente, además del excelente guion del propio Koreeda, nada funcionaría tan bien sin el estupendo reparto de la película. Con mi exposición frecuente al cine y las series de televisión coreanas, ya me he familiarizado con varios de ellos. Song Kang-ho ha contribuido a algún Oscar y lo he visto bordar un papel de policía tosco e incompetente. Gang Dong-won se las ha tenido que ver con zombis. Lee Ji-eun demuestra constantemente que no sólo canta muy bien y es muy mona, tanto en dramedias románticas televisivas como en esta película. Y Bae Doona… desde su película con los/las Wachoski la he visto en demasiados sitios, siempre bien, como para detallarlos. Y entre todos funcionan como un reloj. Los surcoreanos, en cine, hacen cosas fenomenales, y sólo por las interpretaciones ya merece la pena el riesgo.

Película altamente recomendable, que conviene ver. Y conviene ser vista en idioma original que es como se aprecian muchos de los matices de las excelentes interpretaciones. Lo que pasa es que en estos momentos, en Zaragoza, las versiones originales apenas duran una semana en cartelera, y muchas veces en horarios inconvenientes. Pero, aunque les parezca mal a las gentes del cine, siempre queda internet para encontrar la industria nos racanea de forma mísera. Esperando ya con ganas lo próximo de Koreeda.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

Soseolgaui Yeonghwa [소설가의 영화] (The Novelist’s Film) (2022) (2022; 68/20221230)

Y la última película del año también nos llega de Corea del Sur. Y también de un director habitual desde hace unos años, Hong Sang-soo, con su actriz favorita, Kim Min-hee, en más de un sentido. Y también una de mis favoritas, aunque sólo en un sentido. Lamentablemente. Y como siempre con una película sencilla, rodada con cuatro perras, en un par de semanas, con su peculiar forma de entender los encuadres y los movimientos de cámara … siempre parcos, más bien ausentes, salvo sus zooms en momentos significativos. Heredero de la Nouvelle vague en muchos aspectos, sus películas suelen ser minoritarias, pero entusiasman a los que las ven.

Como de costumbre, sus protagonistas son creadores. En esta ocasión encontramos a una escritora (Lee Hye-yeong) que visita a una antigua colega (Seo Younghwa), que dejó la escritura para regentar una pequeña librería. Y a partir de ahí se producirán una serie de encuentros casuales, con un director de cine (Kwon Hae-hyo) que no quiso adaptar una de sus novelas, con una actriz a la que admira (Kim Min-hee) y que a su vez la admira a ella, y a un joven aprendiz de director de cine con quien aceptará rodar un cortometraje, con la actriz como protagonista. Y otros personajes que participan también en los diálogos. Literatura dentro del cine, cine dentro del cine.

Una película sobre los encuentros casuales, azarosos, sobre la interconexiones entre seres humanos de una comunidad, sobre cómo nos afectan en nuestras decisiones actuales los encontronazos o los encuentros del pasado, sobre evolucionar, no estancarse, hacer cosas distintas. Y como de costumbre, sobre el proceso creativo… y en el caso de los varones, probablemente como cataríes, sobre la variedad de formas en que la cagan. Como otros directores de esos que se llama «culto», los mismos temas una y otra vez, pero evolucionando y con distintos enfoques.

En general, muy bien. Aunque reconozco que atraerá a poco público, porque el público actual no está acostumbrado ni educado en este tipo de cine. Pero bueno, ellos se lo pierden. Como Hong es muy prolífico… ya estamos esperando la siguiente, que ya está estrenada en festivales. Se vio en Gijón en septiembre.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****