[Libro – historieta] Diente de oso – Yann y Alain Henriet

Literatura

En estos momentos, contando el de hoy, tengo tres libros por comentar. Y una película, a la que se sumará otra hoy, muy probablemente. Y cosas de televisión. Y algún rollo de fotografía recientemente revelado. Quedan dos semanas para principio de año, y los últimos días del año dedico este Cuaderno de ruta a realizar un repaso fotográfico del año. En fin… que tengo que ir adelantando tarea, o voy a estar varios días en 2023 hablando de cosas del 2022, más allá de algunos repasos que hago habitualmente en cine y literatura. Así que de forma excepcional voy a hablar de libros un domingo.

En el verano de 2018, visité el Museo Dornier de aviación de Friedrichshafen, en el sur de Alemania. Esto invitado a volver por la zona. Quizá para Semana Santa. Ya veremos.

Cuando fui a comprar el último Corto Maltés del que os hablé esta misma semana, me llamó la atención un volumen recopilatorio de seis álbumes dedicados al final de la Segunda Guerra Mundial. Y uno de los motivos por los que me llamó la atención es porque el guionista de estas historietas es el francés Yann, un veterano escritor de quien en su momento leí algún Lucky Luke, algún Spirou y alguna otra cosa en la que ahora no caigo. Así que a pesar de lo voluminoso y pesado (en kilogramos) que resultaba, no me gusta cargar con peso cuando leo, me animé y lo compré. La ilustración del volumen corre a cargo del belga Alain Henriet. El color se debe a Usagi (Patricia Tilkin), la esposa de este último

Los seis libros reunidos en un único volumen recorren la peripecia de tres amigos de la infancia criados en la Silesia alemana de entre guerras, dos de ellos alemanes étnicos y el tercero judío polaco. Los dos alemanes se ven atraídos por el populismo del nazismo hitleriano, mientras que el judío, obviamente lo teme y lo critica. Los tres son fanáticos de la aviación. Ya de adulto, encontramos al judío luchando en la guerra del pacífico contra Japón en la fuerza aérea de Estados Unidos. Por una confusión, es confundido con un espía nazi. Para rehabilitarse tendrá que aceptar una misión de comando y espionaje en la Alemania de la debacle final de 1945. La chica se ha convertido en un as de la Luftwaffe, como piloto de pruebas, admirada por el propio Hitler. Y el chico alemán parece que murió en algún momento de la adolescencia. Pero nada es lo que parece.

La historia se cuenta en flashbacks. El tiempo actual es el año 1945, mientras que de vez en cuando se retrocede al momento en que los chicos eran adolescentes en los años 30 y ansiaban en aprender a volar mientras Hitler llegaba al poder. Así, iremos conociendo la realidad de lo que pasó con cada chico poco a poco, al mismo tiempo que avanza la historia en el presente de la historia. En los primeros volúmenes me interesó bastante, puesto que parecía que iba a presentar con realismo esos últimos meses de contienda en Europa. Pero poco a poco deriva en una historia del gusto de los aerotrastornados, una ucrania en la que wunderwaffe nazis, las armas que iban a decidir la guerra a favor de Alemania, parecen realidad, especialmente en la aviación, con capacidad para amenazar incluso el territorio de los Estados Unidos. En ese momento, la historia empieza a desengancharme, y aunque empecé leyéndola con ritmo y ganas, luego me siguió seguir adelante y terminarla. No es una mala historia, está bien escrita y muy bien ilustrada, simplemente que no es un tema que me interesase gran cosa. Como defecto tiene que cae con frecuencia en tópicos sobre la maldad nazi que ya cansan. Como si la realidad tal como fue no fuese ya lo suficientemente mal.

Al final, queda abierta la posibilidad a que haya aventuras futuras de los protagonistas en la posguerra mundial. Probablemente con los soviéticos como enemigos. No lo sé. Ya veremos. Y en principio, no me planteo estar al tanto para seguirlas.

[Cine] Im Westen nichts Neues (2022)

Cine

Im Westen nichts Neues (2022; 50/20221018)

En 2006 vi en mi aparato de televisión la película de 1930, dirigida por Lewis Milestone, All quiet on the Western Front. No suelo hacer reseñas en este Cuaderno de ruta de películas que no sean de estreno. Pero tanto me impresionó, que hice un breve comentario. No era la primera vez que la veía, de eso estoy seguro. Pero sí que había pasado mucho tiempo desde la vez o veces anteriores, quizá un par de décadas. Y la visión del mundo que te da la edad, mi mayor experiencia y conocimiento sobre el medio cinematográfico, y algunos elementos relacionados con ese momento de mi vida, hicieron que la apreciase de otro modo. La apreciase más y mejor. También había leído el libro de Erich Maria Remarque en el que se basa muchos años antes. Y lo volvía a leer en agosto de 2008, también con otros ojos y otra mentalidad, pasando a formar parte desde ese momento de mis imprescindibles en la biblioteca.

Así que, cuando me enteré que desde Alemania volvían a revisitar el texto de Remarque en una nueva adaptación al cine, me entró mucho interés. Es cierto que cuando supe que venía impulsada por Netflix se me enfriaron los ánimos, porque en materia de largometrajes, la plataforma en línea da muchas de arena por cada una de cal. En cualquier caso, dado que ha tenido un estreno limitado en cines para poder optar a determinados premios, decidimos que era película para verla en pantalla grande, y la vimos la semana pasada, antes de que este próximo viernes esté a disposición de todos los abonados a la plataforma. Veamos pues qué tal la nueva versión de esta historia, ya universal, dirigida en esta ocasión por Edward Berger.

Originalmente, Remarque nos contó la historia del soldado alemán de la Primera Guerra Mundial Paul Bäumer (Felix Kammerer), homenaje al as de la aviación del mismo nombre en el mismo conflicto, que se presenta voluntario para el frente al principio de la guerra, siendo partícipe de la misma durante toda su extensión. La película de Berger presenta algunas diferencias, algunas de ellas notables. La primera es que Bäumer se alista a principios de 1917, con la guerra muy avanzada. Se nos presentan algunas acciones tras llegar al frente occidental, y luego hay una elipsis que nos traslada a finales de octubre de 2018, a muy pocas semanas del alto el fuego y el armisticio. La segunda es que, en paralelo a la peripecia de Bäumer, se nos cuenta la de Matthias Erzberger (Daniel Brühl), representante del reich alemán que firmó el armisticio en Compiegne que dio lugar al final de las hostilidades. Este episodio no aparece en la novela de Remarque.

Dos cosas tenía claras cuando salimos de la sala de cine, en la que sólo estuvimos cuatro personas, nosotros dos y dos personas aisladas más. La primera es que la realización del película y las interpretaciones son de primer orden, pudiendo equipararse a las superproducciones norteamericanas bélicas de las últimas décadas, aunque probablemente con bastante menos presupuesto, aunque no falta esfuerzo de producción en el filme. Además la película avanza con ritmo manteniendo el interés del espectador, el guion es bueno. La segunda es que no tenía nada claro si la película era realmente fiel a la obra de Remarque o no. Y ahora no me refiero a la cuestión argumental, ya he señalado las principales diferencias, sino a su espíritu.

Tras casi una semana de reflexión, he llegado a la conclusión de que esta última cuestión me da igual. Remarque, en su novela, insistía en que no quería hacer una obra política, que lo único que buscaba era que el lector alcanzase la comprensión sobre la vivencia del soldado en el frente. Claro… esto en sí mismo es un acto político. Si alcanzamos la comprensión de lo que es la vivencia de los soldados en el frente, el terror, la lucha por la supervivencia, la perversa «lógica» de las decisiones militares, el absoluto desafuero que supuso la guerra de trincheras en aquellos miserables años, necesariamente estamos adoptando una postura antibélica. Quizá Remarque no quería hacer política, o quizá no quería cabrear (demasiado) a los sectores conservadores de la sociedad alemana (su novela fue denostada y condenada por Hitler, y su lectura fue prohibida en mucho ejércitos de distintos países). No es esa la intención de Berger, que si toma una postura clara desde el principio contraria no sólo a la guerra y los ejércitos, sino también a la actitud del militarismo prusiano (y también francés, el revanchismo gabacho por la derrota de 1871 fue una de las causas subyacentes a la guerra), especialmente puesto de manifiesto en la figura de los militares de alta graduación que desfilan en la pantalla.

La película me parece altamente recomendable. Es más cruda y directa a las vísceras que la novela de Remarque, que también destila a veces cierta poesía melancólica. Berger no nos hace perder la humanidad. Al fin y al cabo Bäumer y, especialmente, su compañero de fatigas el veterano Katz (Albrecht Schuch, auténtico robaescenas de la película) no dejan de mantener restos de humanidad en sus acciones, incluso en los momentos más difíciles de esos últimos días de la guerra, y a pesar del desencanto en el que se ven inmersos. Si no queréis ir al cine… donde os recomiendo que la veáis (aunque creo que en Zaragoza la han retirado tras una única semana), vedla en Netflix. Y vedla en versión original, por favor. La única que se ha estrenado en salas. Es la única forma de apreciar las sutilezas del diálogo y de los personajes, incluso si no sabes nada de alemán (o francés).

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine en TV] De slag om de Schelde (2021)

Cine

De slag om de schelde (2021; 69/20211114)

Recientemente se han estrenado o se han anunciado una serie de películas en Netflix que vienen precedidas por expectativas de calidad. Estamos ante aquellas películas de la plataforma que quieren tener opciones en la temporada de premios cinematográficos. Las películas que pretenden dar prestigio a la plataforma. A principio de año, desde la plataforma anunciaron que a lo largo del año iban a anunciar un impresionante número de largometrajes. Lo cierto es que pocos de ellos han despertado mi interés, y los que lo han hecho, con fortuna desigual, pero tendiendo a valoraciones personales bajas. Iremos viendo. De momento, hace unas semanas que me intrigaba este estreno en la plataforma de nacionalidad neerlandesa.

Recorrí en mayo de 1993 esta región, Zelanda, pasando por algunos de los lugares mencionados en la película.

Dirigida por Matthijs van Heijningen Jr., el título original de la batalla es La batalla del Escalda, y corresponde a un episodio bélico de la Segunda guerra mundial de cierta importancia, aunque no sea una de las grandes y famosas batallas del conflicto. Una vez tomado por los aliados el puerto de Amberes, tras el rápido avance por Francia y Bélgica una vez que se hicieron con el control de Normandía, se encontraron con un puerto en buen estado, pero que no podían usar para aprovisionar a sus tropas por estar la orilla neerlandesa del estuario del Escalda en manos de los alemanes. Sin embargo, el empeño de los británicos de ser protagonistas, llevó a que se dejase de lado esta situación en pro de la discutida, discutible y poco apreciada Operación Market Garden. Tras el fracaso en Arnhem, el primer ejército canadiense con algunos refuerzos de otros países iniciaron la ofensiva para expulsar a los alemanes de la región neerlandesa de Zelanda, y dominar el estuario del río Escalda. En modo alguno se considera una batalla desconocida, pero aun así, tanto el título en inglés como el español son La batalla olvidada. Quizá porque los distribuidores pensaron que sería más evocativo para los espectadores que el original en holandés, que tiene mucho más resonancia en los Países Bajos.

En realidad, no se nos cuenta la batalla. Se nos cuentan los avatares de tres personas en los días previos a la misma. Un piloto de planeador derribado sobre las tierras inundadas de Zelanda en los primeros instantes de Market Garden (Jamie Flatters), un soldado holandés alistado en el ejército alemán que, tras una convalecencia de una herida en el frente ruso, es destinado a un trabajo de oficina en la región neerlandesa (Gijs Blom) y la hija de un médico local cuyo hermano comete la tontería de tirar una piedra a un camión alemán que atropella a varios soldados de este país (Susan Radder), y que pretende salvar de la muerte al hermano. Las andanzas de los tres se cruzarán en algún momento antes de o durante la batalla.

La película tiene pretensiones, no está mal rodada y tiene unos buenos intérpretes que luchan con su trabajo por mantenerla a flote. De hecho, no está mal valorada ni por los críticos, que no se han dedicado en masa a ella precisamente, ni por el público votante en IMDb. Pero yo no quedé satisfecho con ella. Por un lado, el paso del tiempo está muy mal marcado, y falsea en exceso la realidad. Por ejemplo, la Operación Market Garden comenzó el 17 de septiembre de 1944, fecha en la que sería derribado el piloto de planeador, mientras que la batalla del Escalda no comenzó hasta el 2 de octubre, ya terminada la anterior operación. Sin embargo, apenas da la impresión de que el derribado soldado pase dos o tres días en la región. Por no hablar de que la propia batalla que da título a la película duró desde el 2 de octubre de ese año hasta el 8 de noviembre, y da la impresión de que gracias a un heroísmo (ficticio) relatado en la película, todo pase en una noche. La geografía de la región, con tierras por debajo del nivel del mar, que fueron inundadas por los alemanes rompiendo los diques de contención del océano hizo que la batalla fuese muy penosa.

También tenemos el problema de que aunque en algún momento parezca que quiere jugar en las grandes ligas de las películas bélicas, se nota mucho que el presupuesto no está al nivel, con reciclaje de escenarios para distintos fines, un muy limitado número de extras que supongo que también van cambiando de uniforme en las distintas fases de la película, y unas escenas bélicas que no pueden ocultar las limitaciones de la producción.

Y finalmente, el propio relato en sí, en el que las tres historias personales que se han de cruzar, lo hacen de forma muy forzada, y sin que haya mucha coherencia interna en las propias historias, que tiran de tópico del cine bélico, y que carecen de auténtica profundidad. Por supuesto, los alemanes son los malos tradicionales del cine bélico que se remonta a los años 50, con una total carencia de matices. En fin, no dejo de reconocerles el esfuerzo por sacar adelante una película digna, pero con la que yo no acabo ni medio convencido. De todos modos, muchos suscriptores de la plataforma de contenidos visuales aficionados al género bélico tal vez encuentren un entretenimiento que les vengan bien en ella.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Cine] Greyhound (2020)

Cine

Greyhound (2020; 34/20200711)

La película de hoy dirigida por Aaron Schneider, un director con más trayectoria como director de fotografía que como tal, tiene un guion de Tom Hanks basado en una novela de C. S. Forester, autor muchas veces llevado al cine, en ocasiones con gran acierto. Como puede ser la película favorita de mi abuelo Agustín, de quien hablaba ayer, que también era una de las de mi madre. Y mía. En cualquier caso, a Forester le gustaban las historias ambientas en el mar o en los barcos. Se pretendía estrenar la película en la gran pantalla, está filmada con esas miras, pero la pandemia que todos conocemos hizo que encontrara refugio en Apple TV, donde se ha presentado como el gran estreno cinematográfico de esta plataforma. Y al parecer con gran éxito. La he visto acogiéndome a un periodo de prueba… que no renovaré.

Las tierras de Cornualles, las primeras que veían, descontando Irlanda que era neutral, los convoyes navales camino del Reino Unido si superaban la travesía del Atlántico.

La historia nos habla de la primera misión de un militar de carrera de la marina estadounidense, ya veterano, pero que consigue su primer mando en un barco, un destructor, como consecuencia de la entrada en guerra de su país a finales de 1941. Su primera misión es escoltar junto con varios destructores británicos a un grupo de mercantes y transportes de tropas a través del Atlántico norte, bajo la amenaza de las flotillas de submarinos alemanes. Especialmente, las 48 horas desde el momento en que dejan de estar bajo la protección de la aviación americana y hasta que recibirán la protección la británica.

La primera cuestión que hay que decir es que, sorprendentemente para los tiempos que corren, la historia se cuenta en 90 minutos escasos, si descuentas el tiempo de los títulos de crédito. Y es más que suficiente. Estamos ante la historia inversa de las tradicionales películas de submarinos. No es la primera vez que sea hace, pero se ha visto mucho más el punto de vista de los tripulantes de los sumergibles. El protagonismo absoluto es del personaje del capitán del destructor, el interpretado por Hanks, a quien acompaña la cámara la mayor parte del tiempo. Sólo lo abandona para las tomas generales de las acciones bélicas. Y en general está hecha con razonable dinamismo y agilidad, aunque los efectos visuales podrían ser mejores. Cantan a veces, y eso que estamos con una pantalla pequeña. No quiero pensar lo que podrían cantar en en pantalla grande. Y a pesar de su corta duración… resulta algo repetitiva. Mira tú. Vigilancia, tensión, ataque, recuperación, vigilancia, tensión, ataque, recuperación…

Hay un problema con el desarrollo de personajes. Sólo hay un personaje del que sabemos algo. El resto de la tripulación aparece difuminado en segundo plano. Elisabeth Shue aparece en un par de escenas como interés amoroso del protagonista, pero su papel es perfectamente prescindible. Y el carácter del capitán del destructor viene definido muy rígidamente, sin matices. Un devoto cristiano con muy pocos matices personales, salvo el miedo a cagarla. Eso sí. Tom Hanks lo da todo, y es capaz de sustentar la presencia constante de la cámara ante él, porque tiene oficio y tablas de sobra.

Película bélica entretenida, visible… pero que tampoco dejará un recuerdo imborrable en mi memoria. Película cara para una trama de película de evasión con mucha menos profundidad temática de la que pretende tener. Lejos de los logros que otras películas bélicas han tenido en los últimos tiempos.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Da 5 bloods

Cine

Da 5 bloods (2020; 32/202000701)

La película de hoy es una de las que más ha llamado la atención entre los últimos estrenos de Netflix, en estos tiempos en los que no es posible acudir a las salas de cine a ver estrenos más o menos dignos. Dirigida por Spike Lee y con un reparto que sin ser primeras filas se trata de gente muy sólida interpretativamente. Así que busqué un momento para verla con calma… y todavía no tengo claro qué pretendía Lee con esta película. A lo peor es que pretendía demasiadas cosas y se acabó liando.

No he tenido todavía la oportunidad de visitar Vietnam, y difícil está ahora. Pero simularemos sus paisajes con los de las montañas Huangshan en China.

La película nos habla de cuatro hombres afroamericanos que lucharon juntos en la guerra del Vietnam, y ahora e vuelven a reunir en el país asiático en el presunto objetivo de recuperar los restos mortales de un quinto compañero de armas. Lo de «bloods» parece que es una mezcla de «bros» (hermanos en el argot afromericano) y «blood» (sangre), o sea «hermanos de sangre». Pero pronto descubriremos que hay otra intención oculta en el viaje. Y que poco a poco, en la aventura se va a mezclar todo tipo de gente.

La película tiene varios problemas que le quitan cohesión, tono y confunden el tono final. Por un lado los mensajes que periódicamente salen en el filme informando de los datos que hacen que aquella guerra fuera injusta para los afroamericanos. Ciertamente. Y para mucha gente más. Una guerra prácticamente nunca es justa. Por otro lado, le cuesta decidirse sobre si estamos ante una comedia, un drama o una tragedia. Que de todo hay. Y salpicado por toda la historia. Aunque es previsible… porque Lee va advirtiendo; mira que cara de malo trae Jean Reno, fijate tú en los chicos sin piernas y en los franceses que desactivan minas, y así varias cosas… El caso es que en este descoloque de géneros e intenciones, a mí me acaba pareciendo más una nueva versión de cierto western tardío y trasnochado, que tampoco fue especialmente brillante aunque tuviera un destacado reparto. Con final solidario y bien intencionado absolutamente forzado y poco creíble.

Podemos hablar en esta película de que la intención es buena,… pero la ejecución mediocre. Se salva. Quizá por los pelos, alcanza el aprobado. Pero está muy lejos del mejor Spike Lee en sus mejores momentos. Hay tantas buenas películas sobre el conflicto del sudeste asiático… casi tantas con malísimas. Y esta se queda en un querer y no poder.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine en TV] Le chant du loup (2019)

Cine

Le chant du loup (2019; 38/20190721)

Como algunos ya sabréis, desde hace un par de años, incluyo en mis reseñas cinematográficas los estrenos que se producen en las plataformas de vídeo bajo demanda, como es el caso de Netflix, mayormente, siempre que sean estrenos que no sea posible, o muy difícil, ver en pantalla grande, y que sean producciones propias de esas cadenas. Los considero como estrenos cinematográficos; y creo que hay que estar con los tiempos y no como una parte de la industria presentando una constante resistencia al cambio sin aportar nada nuevo a la exhibición cinematográfica. Sólo más ventas de palomitas. Prefiero ver un estreno en pantalla grande, pero no voy a rechazar los que se produzcan de otras formas.

Y en esta ocasión se trata de una producción francesa en Netflix dirigida por Antonin BaudryAbel Lanzac, ambos noveles en la dirección, que se ponen al frente de un drama bélico de submarinos. Las películas de submarinos han sido tradicionalmente muy entretenidas, y hay alguna que otra joya del cine entre ellas. Así que no me podía resistir a ver este estreno. También hay que destacar que tradicionalmente el género ha estado dominado por los norteamericanos, con alguna muy destacable excepción alemana, por lo que tenía curiosidad por lo que podían proponer los vecinos del norte.

Una de las bases más importantes de la Marina Nacional francesa está en la rada de Brest, al norte de la península de Crozon, que visité en 1993. Incluso se podían ver las instalaciones militares, como en la fotografía del encabezado. Creo que los submarinos los tienen por aquí, por su inmediato acceso a las profundas aguas del Atlántico en lugar del que proporciona el mediterráneo puerto de Tolón. Pero no estoy seguro.

La acción se sitúa en un futuro próximo. Y tras una presentación de protagonistas en una acción de rescate de submarinistas en las costas de Siria a bordo de un submarino de ataque o de caza, nos llevan a una situación límite en la que un submarino estratégico portador de misiles con cabezas nucleares reciben la orden presidencial de lanzar una de ellas ante el inminente ataque de suelo francés. Cuando se comprueba que el ataque enemigo es un cebo para provocar el contraataque e iniciar una contienda fatal, hay que evitar que el lanzamiento desde el submarino se produzca. Pero no hay ningún procedimiento para ello; el submarino ha quedado aislado y sigue su fatal protocolo.

En un principio, mi valoración de la película era aceptable. Lo cierto es que me resultó entretenida, si bien inverosímil por el excesivo papel dado a un operador de sonar (François Civil) en la resolución de los dilemas. Pero quien me siga con cierta frecuencia, sabrá que no suelo comentar las películas de inmediato. Que las dejo reposar. Y esta no aguanta muy bien esa fase de reflexión. Podemos argumentar entre otras cosas que el nivel de atención al detalle es mínimo o ridículo. A ver… cualquiera que haya hecho un vuelo intercontinental entre la Europa occidental y Asia oriental sabe que la ruta muchas veces llega a pasar por regiones árticas, dependiendo del destino, siguiendo el camino más corto que sigue los círculos máximos sobre la superficie de la Tierra. Un misil disparado en la costa de Kamchatka en dirección a París pasará probablemente por cerca del polo, y no al sur de Varsovia, ¡CENUTRIOS! Y así podemos encontrar un cierto sinnúmero de detalles absurdos, que golpean con dureza la suspensión temporal de la incredulidad con la que afrontamos las historias de ficción.

Otro punto importante es que, el dilema de la decisión de lanzar o no lanzar, y la conveniencia de tener protocolos flexibles o rígidos ya se ha analizado con mucha más brillantez en otras películas, incluso si no son de las mejores del género. Pero mucho mejor dirigidas y, sobretodo, interpretadas.

Por lo tanto, la película va perdiendo fuelle en el recuerdo. Las interpretaciones son justas, tampoco pueden hacer mucho más con los elementos que se dan a los actores, con algunos nombres interesantes (Mathieu Kassovitz y Omar Sy), que son muy estereotipados. El único papel femenino, la guapa y buena actriz Paula Beer, que nos sorprendió gratamente hace unos años en otra película con transfondo bélico, queda reducida al papel de florero sin mucho sentido. En un retroceso notable sobre las tendencias actuales en el cine de dar un mejor tratamiento a los personajes femeninos. Desgraciadamente, es una película que sólo se puede recomendar a los incondicionales del género… y así así. La próxima película que aparecerá por aquí también será de nacionalidad francesa… a ver si va mejor.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

[Cine] Dunkerque (2017)

Cine

Dunkerque (Dunkirk, 2017; 302017-2607)

En un verano que, como muchos, la cartelera flojea mucho, hasta el punto que nos cuesta encontrar motivación para incluso tomar la decisión de ir a las salas de cine, nos ha llegado el que probablemente sea el estreno más interesante para los amantes del séptimo arte. Quizá no para los amantes de las palomitas y de los fuegos artificiales, que seguramente encontrarán más atrayente cualquier repetitiva y repetida aventura de algún enmascarado vestido con un pijama de colores. Pero afortunadamente, para apaciguar los rigores del desierto estival cinematográfico, nos llega la última película de Christopher Nolan.

He de decir que no soy un incondicional de este director. También tiene su haber algunas sobrevaloradas películas de enmascarados vestidos con pijamas y capas. Pero realmente, cuando se pone las pilas, además de maestría en la creación de imágenes maravillosas, nos proporciona historias donde los vectores del espacio y el tiempo se entremezclan, cambian y nos aseguran las capacidad de vivirlas de un modo diferente.

Esclusas

Dunkerque, aunque localidad francesa, pertenece a la región de Flandes, al igual que Ostende en Bélgica, donde está tomada esta fotografía. El 25 de mayo de 1940 la bolsa en la que estaban encerrados británicos, franceses y belgas era relativamente amplia he incluía a esta ciudad costera. La discutida capitulación del rey de los belgas tres días más tarde hizo que la bolsa se encogiera peligrosamente para los aliados. No tengo más fotos digitalizadas de la zona, así que el resto son de Brujas, que no está muy lejos, y que en esa fecha de mayo estaba también en los límite de la bolsa.

Tal cosa sucede con esta su visión de la guerra, centrada sobre un episodio muy concreto, el desastre reconvertido convenientemente en «victoria» de la bolsa de Dunkerque. Tras la debacle del ejército francés en su intención de contener a las arrolladoras divisiones acorazadas alemanas, la Fuerza Expedicionaria Británica, carente por completo de divisiones blindadas en una demostración palmaria de la incompetencia del mando británico que no se había enterado de que iba la guerra moderna, se dejó embolsar casi por completo junto con algunas unidades francesas y belgas en Flandes, a caballo entre el norte de Francia y el sur de Bélgica, con el canal de la Mancha a sus espaldas. Con frecuencia he oido decir que la expresión «inteligencia militar» es un oxímoron. Si la escasa previsión del bando británico ya apoya esta afirmación, que los alemanes fueran incapaces de ponerse en el lugar de los británico y creyesen que por tener el mar a sus espaldas los británicos estaban en una «kessel» y aflojaran el avance en lugar de rematar la faena acaba por corroborarla. Los británicos son una gente que han confiado al mar su potencialidad durante siglos, por lo que no verán el mar como un obstáculo sino como una salida. Como así fue. Por lo tanto, una serie encadenada de errores propios y ajenos permitieron al ejército británico convertir una humillante derrota en una victoria moral y en un elemento propagandístico de primer orden que les costaría muy caros a la arrogante Alemania del año 40.

Contar esa historia cinematográficamente con detalle error hubiese sido un error. Es un tipo de película que se hizo en un tiempo, y pocas veces dio lugar a largometrajes memorables. Si es que alguna vez lo hizo. Por lo tanto, siguiendo el uso de los tiempos Nolan se centra en enfocar su atención en tres historias personales, capaces de llegar al espectador. Una, la del soldado (Fionn Whiteheadque escapando de las avanzadas alemanas llega a una playa, la de Dunkerque, donde pasará una semana intentando escapar y salir con vida. La segunda, la del padre (Mark Rylance) que cogerá un pequeña embarcación de recreo para ir a rescatar en una travesía de un día a todos aquellos soldados que fuese posible, arrostrando los peligros de acercarse a una zona de guerra con aviones y submarinos hostiles. La tercera, la del aviador (Tom Hardy) que tiene una hora de combustible para ir a apoyar las hostigadas fuerzas terrestres, atacando a los aviones de la Luftwaffe que los bombardean. Las de estos tres personajes y las de quienes se mezclan con ellos, sirviendo como ancla con la historia global los dos oficiales británico (Kenneth Branagh y James D’Arcy) que en el espigón intentan que la evacuación avance.

Canal en Brujas

2001. Viaje a Bélgica. Brujas. carloscarreter.com | Tumblr | Twitter | Facebook.. carloscarreter.com | Tumblr | Twitter | Facebook.

 

Desde mi punto de vista, el gran logro de Nolan en la que a mí me parece su mejor película y nueva obra de referencia en lo que al cine bélico se refiere es contar estas tres historias de forma simultánea, de modo que llega un momento en que confluyen, reflejando un mismo hecho nodal desde distintos puntos de vista, hasta que sus personajes vuelven a separar sus caminos hacia el desenlace del filme. He oído críticas, parece que hay a quien no convence esta forma de hacer. Algunos incluso han dicho que introduce confusión en la narración. No me lo parece a mí. Nolan ayuda al espectador a saber cómo funciona el tiempo interno de la película, y luego lo apoya con numerosos detalles. Toda la película está primorosamente planificada visualmente, con una sobria pero perfecta fotografía de Hoyte Van Hoytema, al mismo tiempo que apoyada por una no menos perfecta banda sonora de Hans Zimmer, sin nada que sobre ni nada que falte. Sólo lamento que en Zaragoza sólo podamos ver, creo, la versión de proyección digital. Inferior al 70 mm en celuloide y no digamos a aquellos lugares del mundo en la que se pueda ver de forma inmersiva en IMAX. Para entender un poco más las virtudes de la banda sonora voy a recomendar un par de artículo. Para la banda sonora, conoceremos el concepto de Escala de Shepard. Para la fotografía y la proyección, mejor nos enteramos de qué es el IMAX, el 70 mm y el DCP. En cualquier caso, si ya en película anteriores había mostrado Nolan su capacidad para acomodar a su conveniencia y a la de la narración la línea del espacio y el tiempo, aquí se doctora con suma cum laude y sienta catedra, partiendo de un guion absolutamente ideal.

Y a pesar de que la película abunda en personajes llegando a ser casi coral, aun nos da margen para ver unas interpretaciones convincentes, con unos actores que dotan de tremenda humanidad a quienes participaron en tan aberrantes e inhumanos hechos como son los que conlleva la lógica de la destrucción militar en tiempos de guerra. Y eso que es una pena que por la mala hora de las versiones originales, acabáramos viendo la película en versión doblada. He visto que esta semana han colocado alguna sesión en versión original en alguna hora más civilizada y, dada la calidad de la película, no descarto escaparme a verla otra vez en con el sonido en el que debe ser escuchada.

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Para mí, es una obra imprescindible. Acudía yo con miedo a verla. Muchas expectativas puestas en este film, algunos palos de algunos críticos, y antecedentes de prestigio. Recordemos que Joe Wright nos regaló hace 10 años un magnífico plano-secuencia de seis minutos de duración en la que estableció de forma magistral una forma de ver y entender lo que en la playa de Dunkerque sucedía. Si a eso añades algunas de las películas bélicas más conseguidas de la historia del cine que se han rodado en los últimos 20-25 años… el listón estaba muy alto. Pero sin duda estamos ante una de las mejores películas de lo que llevamos de siglo, a la que sólo le sobra el tono un pelín patriotero de los minutos finales. Pecata minuta. No olvidemos que Nolan es londinense. Ale… todos al cine a verla.

Por cierto… podríamos decir que en toda la película no se le ve la cara ni a un solo soldado alemán, aunque llevamos toda la semana debatiendo si en una escena determinada hacia el final se ve o sólo son siluetas.

Valoración

  • Dirección: *****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: *****

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[Cine] Rogue One: A story of Star Wars (2016)

Cine

Rogue One: A Story of Star Wars (2016; 652016-1512)

La toma de las riendas de la factoría Disney sobre Lucasfilms Ltd y sobre la franquicia Star Wars se hizo especialmente notoria cuando anunciaron que, fuera de las películas de la serie principal, iba a ver películas derivadas de la misma, con protagonistas diferentes y autoconclusivas. Y esta que tenemos con nosotros es la primera de ella. Primera cosa que dijo mi sobrino de siete años cuando la vio…

Pues esta tendría que ser la primera película y no el Episodio IV.

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«Rogue One» empieza en el planeta Lah’mu, donde la familia Erso vive escondida como granjeros, escondiéndose del Imperio Galáctico… un planeta que se parece mucho al sur de Islandia, en los alrededores de Vik y Myrdal.

Efectivamente… La trama de esta película, dirigida por el británico Gareth Edwards, está perfectamente integrada en la serie principal. ¿Cuál es esa trama? Copio literalmente, en inglés,…

It is a period of civil war. Rebel spaceships, striking from a hidden base, have won their first victory against the evil Galactic Empire.

During the battle, Rebel spies managed to steal secret plans to the Empire’s ultimate weapon, the DEATH STAR, an armored space station with enough power to destroy an entire planet.

Pursued by the Empire’s sinister agents, Princess Leia races home aboard her starship, custodian of the stolen plans that can save her people and restore freedom to the galaxy…

Traduzco al castellano por si alguien no entiende, no le suena, no lo reconoce… Uso la traducción usada en España. En Centro y Sudamérica parece que fue distinta aunque similar…

Nos encontramos en un periodo de guerra civil. Las naves espaciales rebeldes, atacando desde una base oculta, han logrado su primera victoria contra el malvado Imperio Galáctico.

Durante la batalla, los espías rebeldes han conseguido apoderarse de los planos secretos del arma total y definitiva del Imperio, la ESTRELLA DE LA MUERTE, una estación espacial acorazada, llevando en sí potencia suficiente para destruir a un planeta entero.

Perseguida por los siniestros agentes del Imperio, la Princesa Leia vuela hacia su patria, a bordo de su nave espacial, llevando consigo los planos robados, que pueden salvar a su pueblo y devolver la libertad a la galaxia…

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Sí, los fans de la serie habrán reconocido de inmediato el texto inicial de la película Star Wars (La guerra de las galaxias), más tarde rebautizado con las historias esas del episodio IV y la nueva esperanza… Pero es que es eso exactamente lo que nos cuenta la película. Por lo menos en su parte más interesante, el ataque sorpresa de un comando rebelde, posteriormente ayudado por una parte de la flota espacial de guerra rebelde, a la base imperial de Scarif, donde se encuentran los archivos espaciales con, entre otras cosas, los planos de la Estrella de la Muerte que fueron robados y que constituyen el macguffin de la película original de la saga. Argumentalmente, ambas películas son continuación inmediata una de la otra.

Y hasta aquí lo bueno. La magníficamente planteada batalla entre ambos bandos, que recuerda a algún episodio histórico en el que una escaramuza acaba convirtiéndose en una batalla de consecuencias decisivas. Como la historia de lo que pasó después, aun a riesgo de que parezca un espoiler, podemos adelantar que la batalla fue de resultado incierto desde el punto de vista táctico, pero una victoria rebelde desde el punto de vista estratégico.

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El problema de esta película ha venido señalado en varios medios con los que coincido en gran medida. Para llegar a ese punto nos cuenta una historia previa sobre los componentes del comando que inicia la confrontación en Scarif, que intenta explicarnos quienes son y cuales son sus motivaciones. Y sirven de excusa para inventarse unos cuantos mundos nuevos y montar unas cuantas trifulcas. Y para encajar un montón de guiños hacia el colectivo de fans más acérrimos, que pueden ser más o menos divertidos, pero que en realidad resultan superfluos.

La historia personal más importante es la de la joven Jyn Erso (Felicity Jones) hija del ingeniero jefe que de modo forzado colabora en la gestación de la estrella de la muerte, Galen Erso (Mads Mikkelsen). Juanto a ella, un capitán del servicio de inteligencia rebelde, Cassian Andor (Diego Luna), uno de los personajes más pobremente desarrollados de la historia, un par de aventureros que recogen por el camino y que podrían haber dado más de sí, Chirrut îmwe (Donnie Yen) y Baze Malbus (Wen Jiang), un piloto renegado imperial, Bodhi Rook (Riz Ahmed), y un robot relativamente cachondo, K-2SO (con la voz de Alan Tudyk). También pasa por ahí con más pena que gloria un lider extremista rebelde Saw Gerrera (Forest Whitaker). Como digo… este grupo diverso (actores británicos, daneses, chinos, de origen indio, mejicanos,…) va siendo presentado en una serie de escenas de acción más o menos conseguidas, pero que resultan poco cohesionadas, con poco ritmo. Mientras, conocemos también al antagonista, el director Krennic (Ben Mendelsohn), alto cargo militar del imperio responsable de la construcción del arma definitiva.

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Esta película vive de un subgénero clásico en la historia del cine; las películas de comandos. Los comandos fueron un invento inglés de la Segunda Guerra Mundial. Con el continente invadido por los alemanes, crearon una serie de fuerzas de intervención rápida, de reducido tamaño, que afrontaban objetivos de sabotaje, recogida de información, ayuda a los movimientos de resistencia, con mayor o menor éxito. Esto dio lugar a una serie de película del género bélico que tiraban de este tipo de acciones militares. Y que estaban todas cortadas por un mismo patrón. La presentación de los personajes, que con frecuencia eran tipos duros, patibularios en ocasiones, marginales dentro de la sociedad y del ejército. Después venía el entrenamiento en el que surgen las disputas personales, pero se crea también la cohesión del grupo. Se produce la misión principal, precedida o no de alguna de prueba, donde el número de bajas es alto, y culmina con un mayor o menor despliegue de pirotecnia, o metidos en una batalla de mayor proporciones. Ver películas como The Guns of Navarone (Los cañones de Navarone), The Dirty Dozen (Doce del patíbulo), The Heroes of Telemark (Los héroes de Telemark), por mencionar algunas, y sin pretender ser exhaustivo ni nada.  Y el grupo «Rogue One» es descendiente directo de estos comandos. Pero sin haberse aprendido las claves para una presentación rápida y efectiva de los personajes.

Tenemos por lo tanto una película con dos parte muy definidas, una poco conseguida y otra de buen nivel, que es la que hace que salgas del cine con buen sabor de boca. La película tiene problemas de reparto. Diego Luna no da la talla. Whitaker es prescindible, y otros personajes/intérpretes están desperdiciados en su potencial. Felicity Jones hace un trabajo meritorio en hacer creible a su personaje, pero este tiene también defectos en su concepción, en sus motivaciones y en su evolución. Todos estos síntomas son indicativos de un guion, firmado nada menos que a cuatro manos, que tiene lagunas notables. Anecdótica me parece en estos momentos la presencia de Darth Vader (con la voz original de James Earl Jones), que se limita a un par de presencias de las cuales sólo una tiene real interés más allá de satisfacer las ansiedades de los fans más acérrimos. Y también el hecho de que haya personajes virtuales generados por ordenador. También son guiños al fan, se puede en algún caso considerar un homenaje al original, por supuesto son alardes tecnológicos que aportan poco realmente, y son superfluos.

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Sabor agridulce el que nos deja este filme. Con la ventaja, que le sirve para conseguir el aprobado, de que el «dulce», lo bueno, llega al final y tapa las deficiencias de concepción de la película. Sales del cine con la sensación de haberte entretenido, de que la película encaja dentro del universo Star Wars, y de que por lo menos han tenido el detalle de dar un final digno al comando «Rogue One», que si bien miembro por miembro nos ha dejado un poco fríos, como conjunto nos ofrecen un magnífico espectáculo fílmico. Y así es como lo he visto. Por dos veces. En versión original, con los amigos, y en versión doblada con mi familia, peque incluido. Ahora a esperar el episodio VIII para dentro de un año, y el arriesgo movimiento de dedicar una película al carismático personaje de Han Solo sin el actor que le dio vida hasta el momento.

Nota: La presencia de Mon Mothma (en la película actual Genevieve O’Reilly) al frente de los rebeldes ha despitado haciendo que haya gente que se pregunta si «Rogue One» eran los espías bothan o dónde están estos… Confusión. En la trilogía original, Mon Mothma aparece sólo en el Episodio 6, y los espías bothan que mueren lo hacen para conseguir los datos de la segunda Estrella de la Muerte. En el Episodio IV, el lider de los rebeldes es el general Dodonna, un tipo de pelo tupido blanco y barba igualmente blanca, que aunque aparece en esta película actual, prácticamente no tiene papel. Mon Mothma ni estaba ni se le esperaba en 1977.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

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[Libro] Ambulancia 13: Muertos sin nombre

Literatura

Hace casi un año, inicié mi conmemoración personal del comienzo de la barbaría de la Primera guerra mundial de una forma muy particular; seleccionando y leyendo un conjunto de libros de historietas relacionados con el tema. Fue una experiencia muy satisfactoria tanto por la calidad de lo leído, como por la profundidad del tratamiento de la barbarie bélica que dibujantes y guionistas son capaces de transmitir a sus obras. Uno de aquellos libros fue Ambulancia 13: La cruz de sangre. Una historia o conjunto de historias sobre el oficial médico Bouteloup y las gentes que conforman su unidad sanitaria militar, la Ambulancia 13 (1). Hoy toca comentar el segundo volumen.

(1) El término «ambulancia» no se refería en aquella época al vehículo para el transporte y evacuación de heridos y enfermos, que es la acepción actual del término, sino que se refería a la pequeña sección de soldados sanitarios al mande de un oficial médico que atendían a los heridos en combate y procuraban su evacuación a retaguardia, a los hospitales militares.

Ambulancia 13: Muertos sin nombre
Escrito por Patrick Cothias y Patrice Ordas; dibujado por Alain Mournier
Yermo Ediciones, 2014

Por segunda vez esta semana, nos vamos de paseo por una bella población francesa; si el otro día fue la coqueta Le Bugue en el Perigord, hoy estamos en Beaulieu sur Dordogne.

Por segunda vez esta semana, nos vamos de paseo por una bella población francesa; si el otro día fue la coqueta Le Bugue en el Perigord, hoy estamos en Beaulieu sur Dordogne.

En este nuevo volumen seguimos las vicisitudes de la Ambulancia 13, a quienes retomamos en vísperas de la batalla de Verdún, y a los que seguimos durante un tiempo. En paralelo vamos conociendo la peripecia personal de los protagonistas del libro, y los sucesos avances de la guerra. Vemos en activo a los gallardos y osados aviadores. Sabemos de los desarrollos de los primeros aparatos radioscópicos móviles por Marie Curie para su uso en el frente. Nos enteramos del racismo imperante ante las tropas coloniales entre los mandos franceses. Vemos como un político o un general pueden considerar que el fusilamiento de una mujer puede estar justificado con fines propagandísticos, aunque se dude de su real culpabilidad. Sabremos de la ruindad de los mandos que permanecen en retaguardia, del descontento en las trincheras que amenaza con rebeliones y motines. Y mientras, los hombres siguen muriendo.

Beaulieu, "bello lugar" en francés, se haya en el alto Quercy, y es uno de esos pueblos que compiten por el título del "pueblo más bonito de Francia".

Beaulieu, «bello lugar» en francés, se haya en el alto Quercy, y es uno de esos pueblos que compiten por el título del «pueblo más bonito de Francia».

No hay mucho que comentar que no dijese en mi entrada del 28 de julio del año pasado. La costumbre de presentar la obra por entregas en el mundo de la historieta hace que sean dos libros en vez de uno. O tres en vez de uno si consideramos que en total son seis historias relacionadas, y que en español se van publicando de dos en dos. No todas, tienen el mismo interés general, pero todas conforman un conjunto coherente e interesante. Sólo me queda decir que esperaré a la tercera entrega, para hacer una visión de conjunto.

Por lo tanto, es una forma de escapar de la sordidez de la guerra que nos recuerdan los componentes de la Ambulancia 13.

Por lo tanto, es una forma de escapar de la sordidez de la guerra que nos recuerdan los componentes de la Ambulancia 13.

[Cine] American Sniper (2014)

Cine

American Sniper (2014); vista el sábado 21 de febrero de 2015.

Como muchos de los que visitáis este Cuaderno de ruta ya sabréis, si presento la película con su título original es que he visto la versión original subtitulada en castellano. Esta película de Clint Eastwood, una de las que optaba a algún premio en la reciente ceremonia de los óscars, también se puede encontrar en la cartelera española con el título «El francotirador». Con la nacionalidad perdida en el proceso de traducción.

Soy uno de los que opinan que hay que acudir puntualmente a las citas con las películas de Eastwood, que si no llegan a la frecuencia anual, no les faltará mucho. En las últimas tres décadas nos ha dejado ejemplos muy sólidos de oficio y arte en la dirección cinematográfica. Y a sus 84 años quizá ya no haga una película que supere a las mejores de su filmografía; pero parece estar lo suficientemente en forma como para que nos pueda sorprender en cualquier momento. Así que vamos a ver lo que nos deparó esta su vuelta al cine bélico, un género que ha visitado en varias ocasiones, y con el que en mi opinión alcanzó unas de sus más altas cotas como director de cine en aquellas cartas que nos escribía, en japonés, desde Iwo Jima.

No hay sorpresas en el desenlace de esta película. Esta basada en un personaje real, Chris Kyle (interpretado por Bradley Cooper), cuya biografía podéis consultar en la wikipedia. Este fue un soldado de un cuerpo de operaciones especiales de la armada estadounidense, que por su habilidad con las armas de fuego ejerció de francotirador en la guerra de Irak con el fin de proteger a los infantes de marina invasores de los ataques de insurgentes y civiles hostiles. Se dice de él que es el francotirador más letal de los Estados Unidos. 160 muertes confirmadas. Una nadería si lo comparas con muchos pilotos de bombarderos de la misma nacionalidad, en realidad. La película va alternando sus cuatro relevos en el conflicto, con los períodos de descanso en los que se ponen de manifiesto las dificultades de adaptación tras el combate y las secuelas del estrés bélico, especialmente con su esposa Taya (Sienna Miller).

Estuve hace pocos días revisando las fotografías de mi viaje a Berlín en 2007, ciudad donde los efectos de los conflictos bélicos se hacen notar especialmente.

Estuve hace pocos días revisando las fotografías de mi viaje a Berlín en 2007, ciudad donde los efectos de los conflictos bélicos se hacen notar especialmente.

Decir que Eastwood tiene oficio de sobras para sacar adelante con dignidad la película es una obviedad. Así que no discutiremos los aspectos técnicos del filme. Algo más cuestionable es el guion, ya que la historia se vuelve un poco prolija, con una repetición continuada de situaciones bélicas relativamente similares, salpicadas por los momentos de retorno a los Estados Unidos. Además, en estas películas está la cuestión de la intención del director. En este caso, Eastwood no ha dudado en declarar que su intención era poner al descubierto las nefastas consecuencias que sufren las personas que participan en la inhumanidad de la guerra. Sin embargo, Eastwood es también una persona con valores conservadores aunque dentro de lo razonable, y no carga nunca a criticar en profundidad la intervención militar norteamericana y sus razones, aparentes o reales.

Apenas asistimos al debate entre la postura del protagonista, para quien es un deber proteger a sus compañeros de armas matando los potenciales insurgentes amenazantes, con su esposa que no entiende bien qué se le ha perdido en un país tan lejano, que no se siente amenazada por ese conflicto. De alguna forma, como hemos comentado con otras películas recientes que han tratado temas polémicos o difíciles, Eastwood los insinúa, los menciona, los bordea, pero no profundiza como si tuviese miedo a ofender con su posición. Tampoco se moja en las motivaciones del enemigo. Simplemente son los malos que amenazan constantemente a los soldados americanos. Ninguna reflexión al porqué una proporción apreciable de la población civil, presuntamente liberada de un tirano, se vuelve con tanta agresividad y fanatismo contra el ejército de ocupación.

Para mí es curioso que la película que mejor refleja su posición sobre la guerra sea la mencionada antes, en la que no hay protagonistas norteamericanos. En la que se pone en la piel del enemigo, intenta entenderlo, busca lo que hay en común en todos los seres humanos que sufren la guerra, y sin los peligros de molestar a algunos de sus compatriotas compone su mejor relato antibelicista. No lo consigue en la película actual.

Una ciudad mártir de sí misma, de los excesos propios y ajenos.

Una ciudad mártir de sí misma, de los excesos propios y ajenos.

También se me ocurre comparar la película que hoy nos ocupa con la también excelente película de Jean-Jacques Annaud, Enemy at the Gates (Enemigo a las puertas). Fue aquel un filme con menos intención reflexiva, más destinado a ser producto de entretenimiento. Pero también nos contaba un duelo entre francotiradores, eso sí con la distancia de situarlo en la batalla de Stalingrado durante la Segunda guerra mundial. Curiosamente, a pesar de no tener tanta intención política, aquella película mostraba entre sus escenas situaciones que marcan mucho más claramente la demencia de la guerra. Los fanatismos de los mandos, el desprecio por la vida individual, la perniciosa influencia de los políticos, el miedo del soldado,… No es de extrañar que aunque aquella película no optó a los premios de la Academia de Hollywood, esté mejor valorada por los votantes de IMDb. Tenía más entretenimiento, a la vez que había una historia interesante que contar, la de Vasili Záitsev. Bueno… a la crítica le gustó menos que la de Eastwood… todo hay que decirlo.

Sobre las interpretaciones no tengo nada que objetar. Indudablemente, el mejor papel que le he visto a Cooper hasta el momento. E incluso la para mí floja actriz que es Sienna Miller nos ofrece muestras de que quizá tenga algo más dentro de sí desde el punto de vista interpretativo de lo que parecía. Todo ello unido a un conjunto de secundarios muy coral, que funcionan con oficio.

Para terminar decir que es una película que se puede ver sin problema. Es una buena película. Imperfecta. Que nos deja con ganas de más. Que esperaríamos que estuviese mejor contada. Que nos hubiera gustado ver más incisiva y comprometida. Pero es una opción perfectamente razonable para acudir a las salas de cine.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

Y que en estos momentos en que tanta soberbia se percibe en algunos políticos destacados alemanes, no olvide que no es ese el camino... Y que no lo olviden tampoco el resto de las naciones en que desgraciadamente se divide la humanidad...

Y que en estos momentos en que tanta soberbia se percibe en algunos políticos destacados alemanes, no olvide que no es ese el camino… Y que no lo olviden tampoco el resto de las naciones en que desgraciadamente se divide la humanidad…

[Cine] Fury (2014)

Cine

Fury (2014); vista el lunes 12 de enero de 2015.

Vista en versión original subtitulada en castellano, y por ello conservo el título original de la película, que manifiesta al mismo tiempo el nombre del carro de combate «protagonista» y el sentimiento que arrastran consigo los protagonistas humanos del filme. En la versión doblada, y dentro de esa opinión generalizada de la industria del cine de que el espectador es tonto, han optado por titularla con el bastante más vulgar e inexpresivo título de Corazones de acero. En fin, vamos a ver que ha dado de sí esta película bélica dirigida por David Ayer.

La tripulación del Fury, un carro de combate Sherman norteamericano de la Segunda Guerra Mundial, está en guerra desde sus primeras misiones en el norte de África. Han llegado vivos hasta el corazón de Alemania en abril de 1945, con la guerra a punto de terminar. Pero en su última misión han perdido un hombre. Algo que lleva muy mal el sargento líder del carro el duro Don «Wardaddy» Collier (Brad Pitt), que encuentra su principal apoyo en el artillero del carro Boyd «Bible» Swan (Shia LaBeouf). Para sustituir la baja, se les asigna un novato, Norman Ellison (Logan Lerman), que originalmente estaba destinado a funciones de mecanógrafo. Entre los desajustes de la nueva incorporación, los conflictos éticos que suscita la guerra, el cansancio ante la sensación de que todo se acaba pero el final no llega, se les asigna una última misión. Una misión que les situará en una situación muy difícil ante un enemigo fanático que está luchando con saña por defender su tierra.

Los bosques, los campos y las poblaciones alemanas presentaron una intensa resistencia a la invasión aliada, por lo menos en un principio; aunque la lucha fue mucho peor en el frente oriental. En la foto, el bosque del palacio de Augustusburg, cerca de Colonia.

Los bosques, los campos y las poblaciones alemanas presentaron una intensa resistencia a la invasión aliada, por lo menos en un principio; aunque la lucha fue mucho peor en el frente oriental. En la foto, el bosque del palacio de Augustusburg, cerca de Colonia.

Indudablemente, esta película bebe del precedente que sentó Saving Private Ryan (Salvar al soldado Ryan) en los años 90. Una guerra mucho más realista, más sucia, más sórdida de la que hasta ese momento se nos había mostrado en pantalla. Es tan notable la influencia que no sería difícil dibujar un diagrama que mostrase los paralelismos entre los argumentos de ambas películas, mucho más similares de lo que sería deseable para considerar que esta película no es un producto casi prefabricado desde ese punto de vista. En cualquier caso, tiene elementos de entretenimiento y buena factura. Donde falla es en la coherencia del guion y del desarrollo de los personajes. Estos se comportan de forma contradictoria, como si a los responsables del filme les diera vergüenza mostrar a fondo la deshumanización del hecho bélico, y por ello, ante el desarme ético que muestran en ocasiones los soldados del carro, fruto de esa deshumanización, luego intentan apañarlo como una forma de decir… «son capaces de todo tipo de barbaridades, pero son buenos chicos». El final de la película, muy espectacular desde el punto de vista pirotécnico, es absolutamente inverosímil. Desconozco el porqué de esta manía pueril de los realizadores americanos de confundir la maldad con la estupidez. Una unidad de trescientos hombres de las SS en la Alemania del particular götterdämmerung nazi podría estar fanatizada, y ser muy peligrosa, pero no necesariamente estúpida como para que afrontasen la lucha final contra el carro de combate como lo hacen. Por otra parte, en los últimos días de la guerra, la mayor parte de las unidades alemanas del ejército, incluidas algunas de las SS, se trasladaban desde el frente oriental al occidental no con el fin de combatir al ejército aliado del frente occidental, sino para rendirse evitando caer prisioneros del ejército rojo, ante el cual su futuro era más que negro. No me ha convencido del todo la dialéctica y la coherencia del filme. Me sobra todo el episodio de las dos mujeres, que no me aporta nada salvo quizá que sientan la necesidad de introducir a la fuerza una nota de romance en la película, me chirría el enfrentamiento contra el Tiger alemán cuyo fin parece que es el de poner a la tripulación del Fury en una situación imposible, y me sobra buena parte del desenlace final como ya he dicho por inverosímil. Así pues una película de más de dos horas de duración se podría ajustar de forma más adecuada en una de 90 minutos de duración. También me sobra toda esa pirotecnia de balas y proyectiles trazadores, tan mareantes.

La principal línea de defensa alemana en el frente occidental era el Rin; una vez vencido este obstáculo, con un ejército desmoralizado y desarmado, la resistencia fue menos y fútil.

La principal línea de defensa alemana en el frente occidental era el Rin; una vez vencido este obstáculo, con un ejército desmoralizado y desarmado, la resistencia fue menos y fútil.

Eso sí, los machotes que interpretan a la tripulación del carro están todos bastante bien, ellos no son culpables de las deficiencias del guion, y cumplen con lo que se busca de ellos. Como curiosidad, la chica mona de la película, realmente muy guapa, es una auténtica condesita alemana (Alicia Gräfin von Rittberg).

La película se deja ver, pero como ya he señalado tiene deficiencias, y mi sensación es que en esta marabunta de informaciones que rodea la temporada de premios en el cine, ha sido en ocasiones sobrevalorada. Para mí es una película entretenida si te gusta el cine bélico, pero poco más.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

Un elemento importante en salvar el obstáculo del Rin fue la toma del puente de Remagen relativamente intacto, lo suficiente como para ganar la orilla opuesta antes de que se derrumbara. Este episodio también fue objeto de una conocida película bélica.

Un elemento importante en salvar el obstáculo del Rin fue la toma del puente de Remagen relativamente intacto, lo suficiente como para ganar la orilla opuesta antes de que se derrumbara. Este episodio también fue objeto de una conocida película bélica.

[Cine] Diplomacia (2014)

Cine

Diplomacia (Diplomatie, 2014)

Teníamos buenas referencias de esta película del alemán Volker Schlöndorff desde hace unas semanas. Pero nuestra preferencia por las películas en versión original habían postergado esta adaptación de una obra de teatro al cine por el hecho de que en Zaragoza, lamentablemente, sólo se puede ver doblada. Algo absurdo siempre, pero más por el hecho de ser una película rodada en más de un idioma, en la que el doblaje impide disfrutar de los matices introducidos por este hecho. Pero este fin de semana ha sido de estrenos anodinos, quizá por la entrada en cartelera de un blockbuster orientado al público adolescente, cuyo horrible nombre rima con ajo, badajo, carajo, rajo o tajo. O grajo, que parece que está en el origen del neologismo. A ver quien hace poesía con un «palabro» semejante por mona que sea la actriz protagonista. Así que le hemos dado una oportunidad a esta versión adulterada de esta película francoalemana.

Nos encontramos en el mes de agosto de 1944. Tras la invasión aliada en Normandía, las tropas americanas y de las divisiones blindadas francesas de Leclerc se encuentran a las puertas de los suburbios de París. El gobernador militar de la ciudad, el general Von Choltitz (Niels Arestrup), dispone de escasas tropas y escasos medios materiales para defender la ciudad. Y además ha recibido una orden clara de Hitler. Si no queda más remedio que abandonarla a los aliados, hay que destruirla. Y un plan hay establecido para ello. Pero en su habitación de un hotel de la Rue Rivoli, en medio de un apagón, recibe la visita sorpresa del cónsul general de Suecia en la capital francesa, Raoul Nordling (André Dussollier), que habiendo trabajado ya previamente en la liberación de presos políticos y en otras acciones de carácter humanitario, actuando de mensajero de las autoridades de la Francia Libre, intentará convencer a Choltitz para que desobedezca al demencial orden.

Palomas calentándose en l'Etoile

El Arco del Triunfo en la plaza de la Estrella, actualmente del General de Gaulle, un monumento emblemático a la gloria de otro personaje que también llevó la miseria de la guerra a toda Europa, y que hubiera quedado destruido según el plan de Hitler.

Siempre me ha gustado el teatro adaptado al cine. Hay varias obras maestras del séptimo arte que tiene su origen en textos pensados para los escenarios teatrales. Ahí está la habilidad del director de turno para saber realizar la adaptación, en la cual, respetando el texto literario, se enriquezca con las posibilidades visuales que permite el cine. La adaptación de Schlöndorff no es especialmente arriesgada. Un rodaje mayoritariamente centrado en una suite de hotel, convertida en cuartel general del militar, donde asistimos a un duelo interpretativo entre ambos protagonistas. Aparte de esto, unas pocas escenas que nos permite apreciar la belleza de la capital gala, o que complementan el desarrollo de la historia con un poco de dramatismo, aunque superfluas. Buen trabajo artesanal, corrección técnica, pero pocos riesgos. El interés, la profundidad y la viveza de los diálogos al fin y al cabo está en la obra original para las tablas.

Donde la película brilla es en las interpretaciones, ya que los dos veteranos actores que se lanzan al duelo argumentativo están estupendos. Bien sea la picardía escasamente nórdica y sí muy francesa que otorga Dusollier a su personaje, bien sea la angustia vital del militar alemán, roto entre su deber militar, su deber a sus seres queridos y su conciencia, más o menos establecida, de la inutilidad del acto de barbarie. Un personaje que mantiene a duras penas su dignidad, puesto que los propios diálogos que el autor pone en su boca manifiestan las barbaridades cometidas bajo su mando durante el conflicto. Quizá lo que más extrañe durante toda la representación,… perdón, la filmación, sea la edad de los intérpretes, mucho más avanzada de la que imaginas en los protagonistas reales de la situación histórica.

Pont Alexandre III

También el puente de Alejandro III se hubiera hundido y sumergido en las aguas, actuando sus restos y los de los demás puentes como represas para una crecida destructura del Sena.

Sobre si esta confrontación dialéctica entre ambos hombres se produjo durante aquella noche se ha comentado de vez en cuando. Aparece en una novela y la obra de teatro que hemos mencionado hoy, ambas adaptadas al cine. Pero no está claro que sea un hecho histórico. Seguro que ambos hombres se entrevistaron varias veces en aquellas semanas. Pero el cómo París fue salvada del desastre total parece que fue algo en el que intervinieron muchos factores, muchos de los cuales tenían que ver con la progresiva desafección de los militares de carrera alemanes respecto a Hitler, que cada vez confiaba menos en ellos. Al fin y al cabo, la resistencia alemana en el frente occidental fue mucho menor, con más número de rendiciones y de acuerdos ante los aliados, que las que se produjeron en el frente oriental, donde el odio racial provocó una resistencia feroz y una lucha mucho más encarnizada.

Pero en esta película lo importante no son los hechos históricos, sino la defensa que se hace de la tolerancia, de la educación, de la cultura y de la civilización frente a la perversa lógica militarista y fascista. Y desde ese punto, disfrutamos de unos diálogos interesantes, bien llevados y que con una duración de menos de hora y media, no cansan nada en absoluto.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

Hôtel de Ville

Crecida que hubiera afectado especialmente al Marais (la marisma), que hubiera quedado inundada, lo que hubiera producido el derrumbe de edificios. Quizá entre ellos el Hôtel de Ville.