[Cine] Retour à Séoul (2022)

Cine

Retour à Séoul (2022; 23/20230326)

Me apresto a ponerme al día en temas que aparecen en este Cuaderno de ruta. En los días de Semana Santa faltaré unos cuantos, en los que pasaré en este blog al modo sólo fotos. Y seguro que sumo algún tema del que hablar en los próximos tres días. Y por lo tanto me dispongo a comentar una tercera película esta semana, esta vez vista en salas. Fue un poco casualidad que fuéramos a ver esta película francesa, aunque fue propuesta por Camboya para los Oscar en lengua no inglesa. Su director es Davy Chou, francés hijo de refugiados camboyanos en Francia, huyendo del sangriento régimen de los jemeres rojos. Y las críticas que leímos antes de ver la película eran normalistas. Positivas, pero sin entusiasmos. Lo que sucedió es que la versión original se proyectaba en salas de cine a una hora muy propicia para acercarnos a verla. Así de tonta nuestra motivación. Y esta sucesión de eventos fue un hecho realmente realmente afortunado.

La película se basa en las vivencias de una amiga del director, nacida en Corea del Sur, adoptada por una pareja francesa, o belga, o suiza,… no estoy seguro, con quien en 2011 estuvieron buscando a los padres biológicos de la moza. Y fue una experiencia que les marcó. Así crea una ficción sobre Freddie (Park Ji-min), una joven de 24 o 25 años que cuando se aprestaba a volar a Japón para un par de semanas de vacaciones como mochilera, se encontró con un tifón que canceló vuelos, y la compañía aérea se propuso cambiar el destino por Seúl. El caso es que Freddie fue una bebé adoptada por un matrimonio francés en Corea del Sur. Nunca ha vuelto al país. No se ha interesado por él. No conoce el idioma. Y no se ha interesado por sus orígenes. Pero con la recepcionista del albergue juvenil (Guka Han) donde se hospeda y otros conocimientos que traba en la capital coreana, le entra el gusanillo de conocer a sus padres biológicos. Y hay… cambia su vida, en un recorrido por la misma que dura ocho años en tres actos en Corea y un pequeño epílogo en Rumania.

Sinceramente, no estaba yo con ganas de ver nada sobre el tema de los niños adoptados en procesos internacionales de adopción. Son película que tienden o al excesivo buenrollismo o al melodrama. Y la última que vi sobre el tema, una película canadiense que se salía de la norma en parte, no dejaba de ser un melodrama, me dejó tan buen sabor de boca, que no me apetecía estropearlo. Pero he aquí que de repente descubrimos que Freddie… es un poco… bastante borde. Al mismo tiempo que encantadora; hay momentos que te la comerías. Y en otros que te horroriza con sus decisiones vitales o profesionales. Con una monumental interpretación de una actriz no profesional, ya que su dedicación profesional es artista audiovisual e ilustradora, por lo que entiendo. Es coreana de nacimiento y está afincada en Francia, pero no es una niña adoptada. Pero quizá ahí están las bondades de la película. La vida es un barullo. La vida de Freddie es un barullo, gordo, desde el momento en que aterriza por primera vez en Seúl. Un lugar que, más adelante en la película, confiesa que es tóxico para ella. Y luego ese alternar entre el drama y tonos de comedia amarga, especialmente cuando aparecen el padre (Oh Kwang-rok) y la tía (Kim Sun-young) biológicos de Freddie. Sus momentos, entre el histrionismo del alcohólico padre y las macarrónicas traducciones al ingles de la tía… son antológicos. Los intérpretes franceses, independientemente de su origen étnico, en la película son aficionados. Los intérpretes coreanos son profesionales. A él lo he visto previamente en películas del país asiático. Ella me resulta ya muy familiar de las series coreanas de Netflix. Esta actriz, casi siempre como secundaria, es omnipresente.

Y hablando de la traducción… es uno de los letimotivs de la película. Las traducciones nunca son precisas. Marcan las diferencias culturales, las diferentes mentalidades de unos y otros, y quienes se ven obligados a traducir, nunca lo hacen literalmente. Existe un miedo constante a ofender… y las observaciones y opiniones francas y directas de Freddie son de cuidado en ocasiones, por lo que quienes traducen cambian el sentido de la expresión original, en ocasiones de forma cómica, en ocasiones generando malos entendidos dramáticos.

Una película sobre la búsqueda de la identidad, que entendemos que dura toda la vida, encarnada en la camaleónica Freddie. Pero también una profunda reflexión sobre los choques culturales, sobre cómo conformar el respeto internacional e intercultural. Es el choque de una mujer joven francesa liberal y liberada, abierta al mundo aunque encerrada en sí misma, femenina pero feminista, que cuando comienza la película da por hechos unos valores como absolutos, con las gentes y la cultura del país donde nació, conservador, patriarcal. Entre una sociedad, la francesa, que, con muchas dificultades, se conforma en torno a la diversidad y la multiculturalidad, con nacionales de múltiples orígenes étnicos, y otra, la coreana, fuertemente condicionada por el ius sanguinis, por el cual se has nacido de sangre coreana eres coreano, y si no no, aunque lleves toda la vida en el país. Una película a la que llegamos un poco por casualidad, que nos gustó cuando la vimos, pero que ha crecido en nuestra mente e imaginación en los días posteriores. Muy recomendable. Muy muy recomendable.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] Broker (2022) / Soseolgaui Yeonghwa [소설가의 영화] (The Novelist’s Film) (2022)

Cine

Como casi todos los años, la entrada del Año Nuevo se dedica a las últimas películas vistas en el año anterior para, al día siguiente, comentar en conjunto el cine del año. Vamos con ello.

Broker (2022; 67/20221226)

Desde hace unos años, no suelo perderme las películas de Hirokazu Koreeda, que afortunadamente en estos momentos se distribuyen sin problema en nuestro país. La primera que le vi fue definitiva para aficionarme al cine de este autor. Aquel milagro me gustó tanto que no he dejado de querer saber más sobre la visión y las reflexiones que sobre la familia nos ofrece el realizador japonés. Hay varias que me han gustado mucho. La que menos, su incursión en el cine francés. Y que conste que me gustó bastante. La que más, una película absolutamente fenomenal, que está muy emparentada con la que hoy comento, y que nunca recibió toda la atención que merecía. El boom del cine asiático comenzó al año siguiente, y procedió de Corea del Sur. Donde se ha ido ahora a rodar.

Empieza la película con una joven (Lee Ji-eun) ante el torno de una iglesia para renunciar y entregar a su bebé. Dos grupos de personas están al tanto. En el exterior, vigilando desde un coche, una correosa policía (Bae Doona) y su compañera. En el interior, unos traficantes de bebés (Song Kang-ho y Gang Dong-won), que utilizan el torno para llevarse bebés que venden a familias que tendrían difícil la adopción por medios tradicionales. A partir de hay, comenzará un viaje por toda Corea del Sur en el que, junto un chavalillo que se escapa de un orfanato, todos formarán una curiosa, poco convencional, pero más unida familia que muchas de las reales.

Bastantes escenas en mercadillos y mercados del pescado de ciudades costeras coreanas en la película de Koreeda. Así que el mercado del pescado de Busán servirá para ilustrar la entrada de hoy.

Entre la comedia y el drama profundo, que bordea, pero nunca cae, en la tragedia. Koreeda, al igual que hizo con su familia de descuideros de tiendas, subvierte por completo el concepto de familia, formando una que, por provisional que pueda parecer, representa perfectamente los fines para los que suponemos que existe esta institución, al apoyo mutuo, la entrega y recepción de afecto, una vía para el crecimiento personal en una pequeña comunidad. Koreeda siempre nos lleva por lugares complejos y difíciles, pero consigue salir adelante sin adentrarse nunca demasiado ni en lo cursi ni en lo excesivamente melodramático, dosificando perfectamente un humor que nunca busca hacer sangre, y abriendo al final siempre puertas a la esperanza.

Pero probablemente, además del excelente guion del propio Koreeda, nada funcionaría tan bien sin el estupendo reparto de la película. Con mi exposición frecuente al cine y las series de televisión coreanas, ya me he familiarizado con varios de ellos. Song Kang-ho ha contribuido a algún Oscar y lo he visto bordar un papel de policía tosco e incompetente. Gang Dong-won se las ha tenido que ver con zombis. Lee Ji-eun demuestra constantemente que no sólo canta muy bien y es muy mona, tanto en dramedias románticas televisivas como en esta película. Y Bae Doona… desde su película con los/las Wachoski la he visto en demasiados sitios, siempre bien, como para detallarlos. Y entre todos funcionan como un reloj. Los surcoreanos, en cine, hacen cosas fenomenales, y sólo por las interpretaciones ya merece la pena el riesgo.

Película altamente recomendable, que conviene ver. Y conviene ser vista en idioma original que es como se aprecian muchos de los matices de las excelentes interpretaciones. Lo que pasa es que en estos momentos, en Zaragoza, las versiones originales apenas duran una semana en cartelera, y muchas veces en horarios inconvenientes. Pero, aunque les parezca mal a las gentes del cine, siempre queda internet para encontrar la industria nos racanea de forma mísera. Esperando ya con ganas lo próximo de Koreeda.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: *****
  • Valoración subjetiva: ****

Soseolgaui Yeonghwa [소설가의 영화] (The Novelist’s Film) (2022) (2022; 68/20221230)

Y la última película del año también nos llega de Corea del Sur. Y también de un director habitual desde hace unos años, Hong Sang-soo, con su actriz favorita, Kim Min-hee, en más de un sentido. Y también una de mis favoritas, aunque sólo en un sentido. Lamentablemente. Y como siempre con una película sencilla, rodada con cuatro perras, en un par de semanas, con su peculiar forma de entender los encuadres y los movimientos de cámara … siempre parcos, más bien ausentes, salvo sus zooms en momentos significativos. Heredero de la Nouvelle vague en muchos aspectos, sus películas suelen ser minoritarias, pero entusiasman a los que las ven.

Como de costumbre, sus protagonistas son creadores. En esta ocasión encontramos a una escritora (Lee Hye-yeong) que visita a una antigua colega (Seo Younghwa), que dejó la escritura para regentar una pequeña librería. Y a partir de ahí se producirán una serie de encuentros casuales, con un director de cine (Kwon Hae-hyo) que no quiso adaptar una de sus novelas, con una actriz a la que admira (Kim Min-hee) y que a su vez la admira a ella, y a un joven aprendiz de director de cine con quien aceptará rodar un cortometraje, con la actriz como protagonista. Y otros personajes que participan también en los diálogos. Literatura dentro del cine, cine dentro del cine.

Una película sobre los encuentros casuales, azarosos, sobre la interconexiones entre seres humanos de una comunidad, sobre cómo nos afectan en nuestras decisiones actuales los encontronazos o los encuentros del pasado, sobre evolucionar, no estancarse, hacer cosas distintas. Y como de costumbre, sobre el proceso creativo… y en el caso de los varones, probablemente como cataríes, sobre la variedad de formas en que la cagan. Como otros directores de esos que se llama «culto», los mismos temas una y otra vez, pero evolucionando y con distintos enfoques.

En general, muy bien. Aunque reconozco que atraerá a poco público, porque el público actual no está acostumbrado ni educado en este tipo de cine. Pero bueno, ellos se lo pierden. Como Hong es muy prolífico… ya estamos esperando la siguiente, que ya está estrenada en festivales. Se vio en Gijón en septiembre.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Libro] El legado de Maude Donegal/El hijo superviviente – Joyce Carol Oates

Literatura

Vuelvo una vez más a una de mis autoras preferidas en habla inglesa, aunque sea un libro traducido al español. Es el noveno que leo de Joyce Carol Oates desde el primero en 2015. Y si algo caracteriza a la autora es que, conservando una gran coherencia en cuanto a los temas y los mensajes que nos lanza a través de sus obras, la forma de las mismas varía, mostrando diversidad y dominio de los géneros literarios. Uno de esos autores siempre candidatos al Nobel… que probablemente nunca recibirá. En cualquier caso, esta autora ya octogenaria se sigue mostrando perfectamente lúcida y capaz, con una carrera enormemente productiva. Mucho me tendría que espabilar para abarcar toda su extensa obra.

La escritora, Joyce Carol Oates, es nacida en el estado de Nueva York, donde ha localizado la acción de algunas de sus novelas. No necesariamente las que nos ocupan hoy.

En esta ocasión afronto un volumen con dos novelas cortas que cogí de oferta en mi tienda de libros electrónicos habitual. Por lo que he colegido, en el original inglés el volumen incluía cuatro novelas cortas o relatos. Quizá en castellano considerase que si lo dividía por dos igual aumentaban los beneficios. O algún otro razonamientos cuya lógica probablemente se me escape. En cualquier caso, el libro que yo adquirí incluye dos novelas cortas en las que la protagonista, femenina en ambos casos, distinta, son personajes distintos, se enfrenta a un misterio del pasado. Un misterio incluso de corte policiaco o criminal.

En el primero de los relatos, la protagonista es una académica e investigadora del ámbito de las letras y las humanidades, hija adoptiva de una pareja de profesores universitarios del medio oeste americano, que en torno a los treinta años de edad vive una vida tranquila, casi podríamos decir monótona y aburrida, hasta que le llega la noticia de que ha recibido una herencia de la que fue su abuela biológica. Lo que le permitirá conectar con la familia de sus padres biológicos, fallecidos en accidente en extrañas circunstancias. Una familia con misterios y personajes problemáticos, en la que comenzará a investigar quienes eran sus padres.

En el segundo de los relatos, Oates da una vuelta a algunos de los temas que Daphne du Maurier planteaba en su famosa Rebecca, cuando la protagonista, una estudiante de letras acabe casándose con un profesor universitario, viudo de una famosa poetisa, muy rompedora y excéntrica, que murió en extrañas circunstancias. Por lo tanto, tendrá que vivir en una casa en la que la sombra de la fallecida lo ocupa todo. Y además, la fallecida dejó un hijo, novedad clara con respecto a la historia de du Maurier.

Cuando Oates plantea los misterios de estos relatos, no busca tanto su resolución, como tratar los temas que son frecuentes en sus novelas. Los problemas de la identidad, del lugar en el mundo, de la complejidad de vivir a la sombra de un hombre con gran influencia sobre la protagonista femenina, la relación con la infancia y la maternidad, propia o delegada. Lo bueno es que en este caso, además del interés de los temas, te llevas añadida la intriga por saber qué pasó. Incluso si es algo que nunca acabas de aclarar. Porque incluso la realidad puede ser relativa.

Oates es una autora que siempre me interesa. Tengo algún otro libro suyo pendiente de lectura. Y se nos viene encima la adaptación al cine de una de sus novelas más famosas, que leí hace algo más de dos años, o al menos de una parte de ella, en la que veremos a una actriz en ascenso convertirse en uno de los mayores iconos del siglo XX.

[Cine] Asa ga kuru 朝が来る (2020)

Cine

Asa ga kuru 朝が来る [Madres verdaderas] (2021; 53/20210810)

Naomi Kawase es una directora japonesa que me tiene un tanto desconcertado. En ocasiones, cuando más me gusta su cine… es cuando menos se ajusta a lo que se espera que sea su cine. Ya me pasó aquí. En alguna ocasión se la ha acusado de hacer schmaltz cinema, un cine con exceso de pretensiones y sentimentalismo, pero escaso de sustancia. Y es cierto que muchas veces le pierden las formas y el exceso de reflexión y recreación en los (presuntos) sentimientos o en las bellas imágenes. Pero a mí me gusta darle oportunidades. Y aunque condenen sus películas en la cartelera a lo profundo del verano, incluso en medio de la crisis pandémica, cuando aparecen, vamos. Y sucede en ocasiones, como en esta, que no nos arrepentimos en absoluto.

La película oscila, en sus localizaciones, entre Tokio, Yokohama y los alrededores de Hiroshima. Por esta última ciudad nos pasearemos fotográficamente para ilustrar la entrada.

Kawase, que por lo que he leído es hija adoptiva, nos plantea la situación en la que una pareja que se quiere y no quiere romper su matrimonio, a pesar de la incapacidad del marido para engendrar y del deseo de la esposa de tener un hijo, decide adoptar a un niño de una joven adolescente que se queda embarazada con sólo 14 años. Años mas tarde, la joven se planta ante el matrimonio reclamando al niño.

La situación que acabo de comentar es el macguffin del que tira Kawase para contarnos tres historias. La de la pareja, la de la joven madre adolescente, y la de la agencia de adopción. Por orden de importancia o trascendencia, habría que situar en primer lugar la de la joven madre adolescente. Y lo hace con parsimonia y con una sucesión de idas y venidas hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, entre el presente y el pasado de los protagonistas, que en su conjunto conforman la historia y otorgan sentido y comprensión a las situaciones que se van presentando en el presente.

Sobre unas excelentes interpretaciones, sobrias pero eficaces, entre las que destacaría la de la joven actriz de diecinueve años Aju Makita, la directora hace un cine de profunda denuncia social. Que por lo que he leído por ahí, en una serie de reseñas mayormente positivas, no siempre es entendido. El conflicto principal no es el de las dos madres, la biológica y la adoptiva. El conflicto es el de la conservadora sociedad japonesa hacia las jóvenes madres adolescentes, en el rechazo social, en la amenaza de caer en la pobreza, incluso cuando el embarazo ha terminado y han entregado al niño en adopción. Hay más matices y más temas en la película, pero para mí, indudablemente es el primordial. Y el que da sentido al drama.

Película que nos emocionó. Quizá un poco larga. No se cuentan tantas cosas, pero como digo Kawase se toma su tiempo, o maneja unos tiempos propios de la cultura asiática oriental, poco habituales en los productos de consumo rápido, digestión fácil, y olvido más fácil todavía, en los que cae con frecuencia el cine occidental. Muy recomendable. Aunque a lo mejor no sea del gusto de los tragapalomitas y fanáticos de los héroes en pijama de colores.

Por cierto, el título original japonés asa ga kiru 朝が来る, no habla nada de «madres». Significa «llega la mañana».

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ****

[Cine] 14 jours, 12 nuits (2019)

Cine

14 jours, 12 nuits (2019; 16/20210223)

La semana pasada, nuestra actividad pareció normal. Dejamos de lado por una semana las propuestas de las plataformas de cine bajo demanda en internet. No acudimos a ningún «evento» cinematográfico. Y optamos por una película que optaba, ya no, no ha pasado los cortes, al Oscar a la mejor película de habla extranjera (siendo lo «no extranjero» el inglés). Algo que podía haber sucedido cualquier año, con pandemia o sin pandemia. La película viene de Canadá, tiene como director a Jean-Philippe Duval, un realizador que se ha hecho más nombre en la televisión que en el cine. Y venía con críticas un tanto contradictorias… pero nos prometía viajar a bellos paisajes del sudeste asiático.

He dudado sobre ilustrar esta entrada con fotos de Canadá, del estuario del San Lorenzo, o buscar algún paisaje asiático. No tengo fotos de Vietnam. Todavía. Y no sé cuando podrá ser. Al final he optado por ir a Asia, a las montañas de Huangshan. No es lo más cercano a Vietnam que he estado, ese honor correspondería a Hong Kong/Macao,… pero me parece más apropiado por el tipo de paisaje.

Isabelle (Anne Dorval) es una mujer de mediana edad, oceanógrafa, canadiense, cuya hija adolescente, Clara (Laurence Barrette), adoptada, de origen vietnamita, ha fallecido en un accidente de circulación y está en pleno duelo. Por ello, decide realizar un viaje a Vietnam para reencontrarse con la cultura original de su hija. En el orfanato donde la cuidaron donde unos meses, le dan una indicación que le puede poner en contacto con la madre biológica de la niña, Thuy (Leanna Chea), que no la abandonó, que fue forzada por su familia a entregarla. Ahora es una artista, una pintora, que dedica parte del año a trabajar como guía en una agencia de turismo. Isabelle, sin hablar de sus motivos, contrata un viaje con ella por Vietnam, donde ambas conectarán.

La propuesta inicial de la película es bastante interesante. Qué se pueden contar, de qué pueden hablar dos mujeres que han perdido a una hija común, cada una con una perspectiva sobre esa maternidad totalmente distinta. Una procedente del mundo rico, del norte privilegiado. La otra, fruto de una nación que durante años fue devastada por la guerra y la violencia contra ese mundo, pero también de unas tradiciones y condicionamientos que le obligaron a perder a su hija. El problema es que la película, muy correctamente realizada desde un punto de vista académico, se recrea en exceso, hasta perderse en ocasiones, en ese viaje que parece promocionado por la oficina nacional de turismo de Vietnam, de maravillosos paisajes y simpáticas gentes. Al mismo tiempo que el ritmo de la película, su banda sonora y el ambiente general la dotan de una gravedad que resulta excesivamente pesada y morosa.

Lo bueno es la interacción de ambas actrices protagonistas, que establecen un duelo cara a cara de muy alto nivel, que va evolucionando durante la película, en el que siempre pesa la falta de sinceridad inicial de la canadiense. Aunque lastrado por ese ritmo pesado que mencionaba, son estos diálogos, los gestos de ambas, las miradas, las que hacen que la película merezca la consideración del aficionado al séptimo arte. Podría ser mejor, pero vale la pena acercarse a esta propuesta canadiense que nos propone una interesante reflexión sobre dos mundos distintos, a través de dos mujeres muy diferentes, pero con un mismo sufrimiento. La pérdida de la hija. Y lo mejor, resuenan sus palabras y sentimientos como mujeres auténticas, y no como productos de ficción. No hace mucho pudimos ver una película sobre el duelo por la pérdida de una hija, en la que no se reunían todos estos componentes, a pesar del excelente trabajo actoral. Curiosamente, también una película canadiense.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

[Cine] Lion (2016)

Cine

Lion (2016; 092017-1002)

No voy a perder mucho tiempo en ver esta película que, pese a lo bien valorada que ha estado por la crítica y por el a veces incomprensible público votante en IMDb, ya adelanto que nos decepcionó bastante. Y encima cuando habíamos quedado para ir un grupo relativamente numeroso al cine, difícil de conseguir quedar todos a la vez.

Dirigida por el australiano Garth Davis, que habíamos encontrado a los mandos de algunos de los capítulos de la interesante serie Top of the Lake, la película cuenta con un interesante reparto a priori.

No tengo fotos ni de Australia ni de India, donde transcurre la acción... da igual, las montañas de los Pirineos en el Alto Aragón valdrán esta vez.

No tengo fotos ni de Australia ni de India, donde transcurre la acción… da igual, las montañas de los Pirineos en el Alto Aragón valdrán esta vez.

Básicamente es lo que se llama una historia de «interés humano», basada en una historia real, con alguna ración de presunto «cine cebolla». Un niño de cinco años que vive en el interior de la India, Saroo (Sunny Pawar/Dev Patel) se introduce en un tren que arranca y lo lleva por el país durante dos días sin poder bajar y quedando perdido completamente de su familia. Tras pasar por una serie de peripecias, es recogido en un orfanato donde consiguen que sea adoptado por una pareja australiana formada por Sue (Nicole Kidman) y John Brierley (David Wenham). Ya adulto, estudiando para dirigir empresas hosteleras y con una novia guapa y comprensiva, el florero Lucy (malempleado el talento de Rooney Mara), le entrarán las ganas de conocer su origen e iniciará la búsqueda de sus raíces. Lo cual pondrá en peligro su vida familiar actual.

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Desconozco cómo sería la historia real del personaje en que se basa la película, que a priori me merece todos mis respetos. Pero el personaje que encarna Dev Patel,… me parece un memo. Creo que fuerzan un drama y una incertidumbre que no veo sentido que tengan que existir. Unos presuntos conflictos familiares que me parecen artificiosos o que, si existen, están mal planteados o mal contados. La cuestión es que la forma en que toda la parte dedicada al Saroo adulto nos sacó de la película en seguida, dejamos de sentir empatía con los personajes, y las casi dos horas de metraje se nos hicieron eternos.

Interpretaciones apañadas, con razonable oficio, para una película que tiene mucha menos chicha de la que nos han intentado vender. No especialmente recomendable, salvo para fanáticos del «a propósito de una historia real».

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: **

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[Cine] Philomena (2013)

Cine

Philomena (2013), 28 de febrero de 2014.

En vísperas de la gala de los óscars, ya comentada de una u otra forma, se estrena en Zaragoza, versión original incluida, una de las nueve candidatas, número claramente excesivo, al premio gordo de la Academia de Hollywood. Que además viene avalada por la dirección de Stephen Frears, y las interpretaciones de la prestigiosa Judi Dench así como del también guionista Steve Coogan.

Nos cuenta cómo, tras dejar su puesto en el departamento de comunicación del gobierno británico por un escándalo político, el periodista Martin Sixsmith (Steve Coogan) mientras decide por donde encaminar su futuro profesional accede a investigar el paradero del hijo de Philomena Lee (Judi DenchSophie Kennedy Clark de joven), una anciana irlandesa que en su adolescencia fue separada en contra de su voluntad de su hijo por las religiosas católicas del centro donde estuvo internada como consecuencia de su embarazo fuera del matrimonio. Esto les llevará a ambos a realizar un periplo por IrlandaEstados Unidos para averiguar qué pasó y qué fue del hijo de Philomena Lee.

Río Shannon en Clonmacnoise

El Río Shannon en Irlanda a su paso por Clonmacnoise.

Película sin muchas complicaciones que nos cuenta una «historia de interés humano», en la que hay una crítica, no especialmente incisiva, hacia las actitudes de la iglesia católica en relación con el tráfico de niños en adopción en la Irlanda de los años de posguerra. La película está interpretada con el oficio que caracteriza a los veteranos intérpretes británicos que en ella trabajan.

Siendo una película razonablemente visible, me parece bastante blandita dado los temas que tratas. Estando de fondo el tema del tráfico de niños y bebe a cambio de dinero por parte de instituciones religiosas presuntamente caritativas, opta por una historia amable de buenos sentimientos y pocas consecuencias. Se deja ver, como digo, pero no me parece que esté a la altura de una seria candidata a premios de importancia. Los personajes son reales.

Valoración

  • Dirección: ***
  • Interpretación: ****
  • Valoración subjetiva: ***

Clifden

Y más al oeste, sin salir de Irlanda, un puente de piedra en Clifden.

Madres & hijas

Cine

Madres & hijas (Mother and Child, 2009), 15 de julio de 2010.

No me he enterado de la existencia de esta película hasta esta mañana. Supongo que mi ignorancia puede ser atribuible a las vacaciones, que me han impedido estar al loro, y a que ha llegado a las carteleras con extraordinaria discreción. Pero claro, si me dicen que el responsable de In Treatment, Roberto García, ha dirigido una película que protagonizan Annette Bening y Naomi Watts, y que como secundarios tiene gente como Samuel L. Jackson y Jimmy Smits, entre otros menos conocidos pero igualmente competentes, lo que me pregunto a mí mismo es porque no he ido a verla ya. Y a eso vamos.

Karen (Bening) fue madre adolescente a los 14 años, y se vio obligada por su entorno a dejar a su hija en adopción. Vive amargada por el hecho, y para colmo de males, su madre muere dejándola sola. A pesar de todo, conoce a Paco (Smits) que con dificultades consigue sacarla de su caparazón. Elizabeth (Watts) es una abogada, mujer muy independiente, hija adoptada que vive su vida sola desde que tenía 17 años. En un momento dado, tiene una aventura con su jefe (Jackson) y con algún otro más. Queda embarazada, y sale huyendo de su entorno. Lucy (Kerry Washington) y su marido deciden adoptar ya que no son capaces de procrear de forma natural. Pero la cuestión no es sencilla. Tarde o temprano, las vidas de las tres mujeres acabarán convergiendo.

Nos encontramos ante un drama en el que ante cualquier otra cosa priman las emociones, los sentimiento. Correctamente planteado, desarrollado, y no tengo tan claro si resuelto, por su director a quien le sobra oficio a raudales para tratar con este tipo de situaciones, la película va avanzando sin prisas, pero sin pausas. Un desarrollo que lleva también consigo el cambio y la madurez para sus protagonistas femeninas, independientemente de la edad que representan, puesto que nunca es tarde para avanzar. Tal y como indica el título, la base temática es la reflexión sobre qué es, qué puede ser y qué puede no ser la relación entre una madre y una hija.

Pero sobre todo estamos ante una película de interpretaciones. Las dos protagonistas mencionadas en primer lugar están estupendas. Bening cada vez me sorprende más por su capacidad para evolucionar con su edad y con su físico. Esperemos que los buenos papeles no la olviden ahora que ya francamente ha entrado en la madurez. Y Watts nos ha hecho recordad papeles de hace un tiempo, después de aventurillas insulsas por el cine de acción y otras lindezas similares; es una actriz muy buena y muy atractiva. Pero no sólo ellas, también Washington está al mismo nivel, y cualquiera de los secundarios, más conocidos o menos conocidos están estupendos.

Resumiendo, un drama que si no es perfecto es porque el final puede ser discutible,… o no. Según se vea. Pero que creo que merece la pena ser visto. Por supuesto, si vas al cine a comer palomitas, a ponerte unas ridículas gafas 3D, o consideras que una película es buena porque tiene unos efectos especiales cojonudos, mejor quédate en casa. Esto es cine y no eso otro.

Dirección: ****
Interpretación: ****
Valoración subjetiva:
***

Esculturas de Jean Arp (Museo de Arte Moderno y Contemporáneo)

Si no recuerdo mal, alguna de estas estructuras del estrasburgués Jean Arp en el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Estrasburgo, tenía que ver con la maternidad;... creo - Panasonic Lumix LX3