[Libro] Como un espectro / Miao Dao – Joyce Carol Oates

Literatura

Este es el segundo libro que dedico este año a las novelas cortas de Joyce Carol Oates. Dos de ellas reunidas en un único volumen. Ya hace unos meses, a primeros de junio, leí otra edición similar de dos novelas cortas. Aquellas estaban dedicadas a dos mujeres que se ven metidas en unos misterios que emparentar con la Rebecca de Du Maurier, pero con una visión más moderna, más actualizada, y más feminista. Y eso que en la novela de Du Maurier había más chicha de lo que parecía a este respecto. En la pareja de relatos que traigo hoy, nos vamos a introducir en el ámbito del… ¿realismo fantástico? ¿terror? Hay que reconocer que Oates es una escritora polivalente, camaleónica, que se adapta perfectamente a cualquier género para contar su mensaje, y sin olvidar enganchar al lector con historias atractivas.

Comencé a leer estas novelas cortas en el último tramo de mi viaje al sur de Francia, y las terminé de leer poco después de regresar. Elijo por lo tanto algunas fotos del día más lluvioso del viaje para ilustrar estas desasosegantes historias.

En el primero de los dos relatos que componen este volumen seguimos las andanzas de una estudiante de una universidad de algún lugar de la costa este de los Estados Unidos. Estudiante dedicada y modélica, poco destacada desde un punto de vista físico, vive angustiada por el posible embarazo como consecuencia de una relación con un joven profesor que después de unos breves encuentros la ignora. Todo ello en épocas de abortos clandestinos. La aparición de prestigioso poeta sexagenario puede procurar alivio a la joven… o no. Sobre todo porque quizá su punto de vista de la realidad esté un poco desviado…

Una jovencita preadolescente vive angustiada en un entorno familiar en la que el padre/marido les abandonado por otra mujer y otra familia, y por los abusos que sufre por parte de algunos compañeros del colegio. Y las cosas no mejoran cuando su madre se case con un tipo, aparentemente simpático, pero que le dirige unas miradas preocupantes. De fondo… misteriosas muertes empiezan a producirse en el vecindario.

Oates sigue analizando las complejas relaciones de las mujeres con los hombres, en los que estos tienen un papel dominante o determinante en las vidas de estas, especialmente en la medida en que estas se lo permiten. Como ya he comentado en otras ocasiones, Oates es feminista. Pero no se anda con paños calientes a la hora de atribuir a las propias mujeres una buena dosis de responsabilidad sobre sus problemas. Y todo aderezado con unas historias inquietantes, agobiantes en ocasiones, dignas del mejor suspense de Hitchcock, con finales que pueden sorprender al lector que no ha estado atento a los detalles y a las metáforas del texto.

Joyce Carol Oates es una autora prolífica, diversa, y siempre recomendable. Y si bien estas dos novelas cortas no destacan tanto como otras obras más conocidas o prestigiadas de la autora norteamericana, no por ella dejan de estar a una buen altura. Siendo además una lectura que se acomoda bien a un viaje o a una tarde de mal tiempo para salir a caminar. Especialmente si el tiempo es tormentoso y agitado…

[Cine] Blonde (2022)

Cine

Blonde (2022; 48/20221005)

No sabía muy bien sobré qué hablar en este domingo en este Cuaderno de ruta. Me he levantado muy tarde para lo que es habitual en mí, lo habitual en domingo es que hable de fotógrafos y sus fotografías, pero me he encontrado también conque tengo acumuladas dos películas, dos adaptaciones literarias a la gran pantalla, y que durante los próximos días este Cuaderno de ruta estará en modo «sólo fotos». Al final me he decidido por el cine. Entre otras cosas por las vueltas a la cabeza que le he dado a la adaptación de la novela del mismo título de Joyce Carol Oates, que reconstruyen en forma de ficción la vida de Marilyn Monroe, y que me ha despertado sensaciones muy contradictorias. Vamos a ella.

Aunque tenga que compartir la condición de icono con personajes mucho menos glamurosos, no hace falta irse muy lejos para comprobar que la figura de Marily Monroe todavía goza de ese nivel. Si bien, para ilustrar esta entrada sí que nos hemos ido lejos, hasta Nueva York.

Leí la novela de Oates entre diciembre de 2019 y enero de 2020. En un momento en el que no tenía problemas para engancharme a la lectura en cualquier lugar y en cualquier momento. Semanas después comenzó el desbarajuste pandémico, y mi capacidad de concentración ante un libro descendieron a niveles alarmantes. En 2019 leí un total de 53 libros, mientras que en 2021 sólo leí 23, siendo muchos de ellos de muy corta extensión. En este 2022, con un canto en los dientes me daré si sobrepaso los 30. El caso es que aquella novela dedicada a Marilyn, o más bien a Norma Jeane, me impresionó. Basada en la vida de la persona real, Oates creo un personaje de ficción a través del cual denuncia la explotación de una mujer y de su sexualidad por la sociedad patriarcal. Nos cuenta una biografía ficticia que puede no ser verdadera, pero es plausible. Desgraciadamente.

En esta película de 2022, el director Andrew Dominik confía en tres elementos para salir airoso de la difícil adaptación de una novela compleja, árida en ocasiones, es muy poco complaciente con nadie ni con nada, y larga, con más de 900 páginas de texto. El primero es ser razonablemente fiel al texto, aunque no pueda detenerse en todos los detalles del mismo, lo que haría la película interminable. El segundo es una realización que mimetiza algunas de las imágenes procedentes de las películas de la época, con una relación de aspecto 4:3, más o menos, aunque existan escenas en otros formatos, tanto en blanco y negro como en color, siempre con una gradación tonal o del color que recuerda a la época de los años 40, 50 y principios de los 60. Y el tercero y más importante, confía en la presencia física y el buen hacer de la protagonista absoluta del filme, Ana de Armas. Por lo demás… el argumento es el mismo de la novela, la vida de Norma Jeane a través de sus más o menos tóxicas relaciones, tanto profesionales como personales, con los hombres. Aclarar que la relación a tres de Norma Jean con Cass Chaplin y Eddy G Robinson Jr no está constatada en la historia real. De hecho Cass Chaplin no murió antes que Norma Jean sino

En general, la película tiene todos los ingrediente para ser una gran película, candidata a premios y recordada en el tiempo. Y sin embargo, desde mi punto de vista no transmite las mismas sensaciones que la novela en que se basa, a la que sin embargo, en los argumental, es muy fiel. Pero es un tema de enfoque y de visión. Inmediatamente tras visionarla no sabía muy bien cómo explicarlo. Pero tras leer otras revisiones y reseñas del filme fui haciéndome a la idea de los motivos de mi alejamiento subjetivo de la película. Si Oates utiliza la figura de Norma Jeane para cuestionar la mirada masculina hacia la mujer, convirtiéndola en un objeto del deseo, en un ente sexual sin personalidad propia, mi sensación final es que el enfoque de Dominik no sólo no consigue cuestionar la explotación sistemática de la mujer sino que cae en la trampa y nos ofrece también un mirada explotadora de la sexualidad tanto de la actriz protagonista como de la mujer a la que representa. Y esto me generó incomodidad. Por otro lado, de Armas es una actriz muy solvente, pero en contra de los mucho que se ha alabado su interpretación, no acabo de ver a la persona real en su ella. No me parece que haga mal trabajo ni mucho menos, pero no la acabo de ver como Marilyn ni como Norma Jean.

La película no es una mala película ni mucho menos, pero no la veo al nivel de los catorce minutos de aplausos en la bienal de Venecia. Tampoco la veo en la bajísima puntuación del público votante en IMDb, plataforma en la que no llega al seis sobre diez. En algún lugar en el medio de estas dos visiones, de cierta crítica y de la mayor parte del título, está la valoración en la que yo situaría esta película. Como curiosidad, decir que esta novela ya tuvo una adaptación temprana en forma de miniserie de dos episodios poco después de su publicación en 2000, que se emitió en 2001. Pasó sin pena ni gloria.

Valoración

  • Dirección: ****
  • Interpretación: ***
  • Valoración subjetiva: ***

[Libro] El legado de Maude Donegal/El hijo superviviente – Joyce Carol Oates

Literatura

Vuelvo una vez más a una de mis autoras preferidas en habla inglesa, aunque sea un libro traducido al español. Es el noveno que leo de Joyce Carol Oates desde el primero en 2015. Y si algo caracteriza a la autora es que, conservando una gran coherencia en cuanto a los temas y los mensajes que nos lanza a través de sus obras, la forma de las mismas varía, mostrando diversidad y dominio de los géneros literarios. Uno de esos autores siempre candidatos al Nobel… que probablemente nunca recibirá. En cualquier caso, esta autora ya octogenaria se sigue mostrando perfectamente lúcida y capaz, con una carrera enormemente productiva. Mucho me tendría que espabilar para abarcar toda su extensa obra.

La escritora, Joyce Carol Oates, es nacida en el estado de Nueva York, donde ha localizado la acción de algunas de sus novelas. No necesariamente las que nos ocupan hoy.

En esta ocasión afronto un volumen con dos novelas cortas que cogí de oferta en mi tienda de libros electrónicos habitual. Por lo que he colegido, en el original inglés el volumen incluía cuatro novelas cortas o relatos. Quizá en castellano considerase que si lo dividía por dos igual aumentaban los beneficios. O algún otro razonamientos cuya lógica probablemente se me escape. En cualquier caso, el libro que yo adquirí incluye dos novelas cortas en las que la protagonista, femenina en ambos casos, distinta, son personajes distintos, se enfrenta a un misterio del pasado. Un misterio incluso de corte policiaco o criminal.

En el primero de los relatos, la protagonista es una académica e investigadora del ámbito de las letras y las humanidades, hija adoptiva de una pareja de profesores universitarios del medio oeste americano, que en torno a los treinta años de edad vive una vida tranquila, casi podríamos decir monótona y aburrida, hasta que le llega la noticia de que ha recibido una herencia de la que fue su abuela biológica. Lo que le permitirá conectar con la familia de sus padres biológicos, fallecidos en accidente en extrañas circunstancias. Una familia con misterios y personajes problemáticos, en la que comenzará a investigar quienes eran sus padres.

En el segundo de los relatos, Oates da una vuelta a algunos de los temas que Daphne du Maurier planteaba en su famosa Rebecca, cuando la protagonista, una estudiante de letras acabe casándose con un profesor universitario, viudo de una famosa poetisa, muy rompedora y excéntrica, que murió en extrañas circunstancias. Por lo tanto, tendrá que vivir en una casa en la que la sombra de la fallecida lo ocupa todo. Y además, la fallecida dejó un hijo, novedad clara con respecto a la historia de du Maurier.

Cuando Oates plantea los misterios de estos relatos, no busca tanto su resolución, como tratar los temas que son frecuentes en sus novelas. Los problemas de la identidad, del lugar en el mundo, de la complejidad de vivir a la sombra de un hombre con gran influencia sobre la protagonista femenina, la relación con la infancia y la maternidad, propia o delegada. Lo bueno es que en este caso, además del interés de los temas, te llevas añadida la intriga por saber qué pasó. Incluso si es algo que nunca acabas de aclarar. Porque incluso la realidad puede ser relativa.

Oates es una autora que siempre me interesa. Tengo algún otro libro suyo pendiente de lectura. Y se nos viene encima la adaptación al cine de una de sus novelas más famosas, que leí hace algo más de dos años, o al menos de una parte de ella, en la que veremos a una actriz en ascenso convertirse en uno de los mayores iconos del siglo XX.

[Libro] Delatora – Joyce Carol Oates

Literatura

Última novela publicada en castellano de la prolífica escritora estadounidense Joyce Carol Oates, una autora que entró en su momento con firmeza en mi lista de autores preferidos, y de momento no me arrepiento en absoluto. Aunque es mucho lo que se puede leer de la escritora nacida en el norte del estado de Nueva York, que ha entrado ya en los ochenta y tantos, pero que parece bastante en forma. Insistiendo en sus temas habituales. Escritora claramente feminista, crítica con la sociedad patriarcal, no descarga sin embargo de responsabilidad a las mujeres que protagonizan sus obras de su propio destino. La cuestión de la identidad personal también está presente. No obstante, eso no impide que sus obras sean diversas en estilo, en extensión y en contenidos. No le importan entrar en temas escabrosos. Y no es infrecuente que durante las lecturas de sus obras tengas que detenerte un tiempo para asimilar lo leído, puesto que hay momentos duros o intensos de los que pueden conmocionar.

Las comunidades estadounidenses de las orillas del Niágara sólo las he visto en la distancia, desde la orilla canadiense del río con sus famosas cataratas. Pero la ficticia ciudad de South Niagara no debe de andar muy lejos de la real Niagara Falls, y la ficticia Port Oriskany no debe ser muy distinta de la real Lockport, lugar de nacimiento de la autora de esta novela.

En cualquier caso, he leído 8 de sus libros, de los que uno es una colección de relatos cortos, dos son novelas cortas, una es una biografía muy sui generis, y el resto novelas de cierta extensión y profundidad. Incluyo entre estas últimas la última publicada en castellano y la última que he leído, que es la que traigo aquí hoy. Como otras de sus novelas, la acción transcurre en el estado de Nueva York, especialmente en el norte, en ciudades en la frontera con Canadá o próximas a ella. Es el lugar donde nació la autora. Entre las comunidades de origen irlandés católico, Violet Rue es la más hija más joven de una familia de siete hermanos. Aparentemente la preferida de su padre, y con una madre prematuramente avejentada y amargada, una serie de situaciones provocadas por sus dos hermanos mayores en los que muere un joven de diecisiete años, negro y brillante en los estudios y los deportes, de la población. Estos acabarán en la cárcel porque, tras un incidente violento con el más joven de los dos mayores, declarará en la enfermería de su colegio la participación de sus hermanos en la muerte del joven. Y eso hará que la niña de 12 años sea expulsada de la familia, enviada con otros parientes, por «rata» (el título original en inglés es My life as a rat), que es el apelativo que dan a los delatores, a los chivatos.

Nuevamente, Oates escribe una novela profundamente social, en la que hay un entorno sociofamiliar muy determinado, condicionado por unas tradiciones, por la incultura, por la religión, en la que una joven, una niña de 12 años al empezar la novela, una mujer joven de 26 al final de la misma, ha de pelear intensamente por encontrar su lugar en el mundo, una vez que se ve expulsada del entorno en el que a los 12 años alguien puede sentirse seguro, su propia familia. Se exploran diversos temas. La violencia intrafamiliar, el acoso o el abuso sexual a menores, las relaciones tóxicas con hombres aparentemente exitosos, la violación,… pero sobretodo, constantemente estamos ante la carencia de una identidad definida en una joven que ha perdido sus referentes, sin ser capaz de aferrarse a otros. Es característico, representativo, y condiciona mucho de lo que le pasa, que se ve a si misma como escasamente atractiva físicamente, cuando constantemente se ve sometida a los riesgos del deseo sexual que despierta en los hombres que la rodean. Por lo que estamos ante una joven con una visión deformada de sí misma, no sólo en lo físico, también en sus capacidades intelectuales o morales, por su condición de expulsada de su propia familia.

No es la novela que más me ha gustado de las que he leído de la autora, pero está muy bien escrita, y aunque bastante predecible en lo que se refiere a su resolución final, es razonablemente recomendable.

[Libro] Blonde

Literatura

Cuando a principios de noviembre apareció esta novela entre las ofertas del día a un precio de 1,89 euros, cuando normalmente esta a 9,49 euros, y teniendo en cuenta que es de una de mis escritoras contemporáneas favoritas, no pude contenerme. La adquirí. Aunque yo sea de los que prefiere la ficción narrada con cierta contención y sin demasiada extensión. Y las más de 900 páginas de esta novela me intimidaban un poco. Mucho.

Joyce Carol Oates afrontó en vísperas del final del milenio la ingente tarea de plantear una biografía de Norma Jeane Baker, popularmente conocida como Marilyn Monroe. Incluso las enciclopedias la incluyen en artículos bajo su nombre artístico en lugar de bajo su nombre legal. Porque una de las bases sobre las que se desarrolla esta larga novela, que me ha llevado casi cuatro semanas terminar es que Norma Jeane Baker nunca fue conocida por el público. Fue conocida su imágen externa, el personaje que construyeron sobre ella, y fue conocida por lo que representaba, no por lo que era.

Niagara… inevitablemente…

Oates avisa desde el principio. Esta no es una biografía exhaustiva y precisa de la actriz. Esto no es un ensayo riguroso sobre el personaje histórico. Esto es una reflexión, en forma de novela, ficcionalizada, sobre la vida de una persona que tiene más de trágico que de cuento de hadas. Es una reflexión sobre una infancia a merced primero de un madre que acabó ingresada en centros psiquiátricos por un trastorno mental grave, y después por un sistema de orfanatos y en hogares de acogida que tenía poco de protección de la infancia. Es una reflexión sobre las relaciones sentimentales con los hombres que mantuvo y sus consecuencias. Sobre a quien amaron esos hombres, si a la mujer o al símbolo. Es una reflexión sobre las pequeñas tragedias de una mujer en una época de machismo rampante con una moral conservadora sumamente hipócrita. Es una reflexión sobre el nocivo sistema de los estudios de Hollywood, representados por «la Productora», la 20th Century Fox si no estoy mal informado, que tanto dinero amasó, que a tantas personas, especialmente mujeres, explotó y que tantas vidas destruyó en el proceso. Es una reflexión sobre la hipocresía social, que puede amar al símbolo, al icono, y despreciar a la persona. Y es una especulación sobre quién fue realmente Norma Jeane, sobre qué pudo sentir, sobre qué pudo opinar y sobre qué pudo hacer que acabase como acabó. Sin que podamos saber qué fue lo que sucedió… ¿una sobredosis? ¿un suicidió? ¿un asesinato? En cualquier caso, una mujer que había emprendido un camino rápido y de un sólo sentido hacia la tragedia.

Oates es una escritora feminista. Y eso debe quedar claro. En el mejor sentido de la palabra posible. Denuncia con claridad lo que tiene que denunciar, pero nunca esconde la responsabilidad de cada cual. Incluso la de las mujeres que son víctimas. Muestra simpatía por Norma Jean. Un indudable cariño. Pero no le duelen prendas en mostrar sus inconsecuencias y su «colaboración» en el destino al que se dirigió. Habiendo muchos palos a repartir entre tanta gente, tampoco es una novela maniquea. Como ya he mencionado, es una obra que invita a la reflexión, más que a otra cosa. Quizá por eso las cuatro semanas que me ha costado leerla, que no se explican sólo por la longitud del libro, sino también por la necesidad que personalmente he sentido de parar de vez en cuando, pensar un poco, dejar reposar, y luego recomenzar la lectura.

Oates es muy buena escritora. Muy buena. Y por lo tanto, la novela es absolutamente recomendable. Pero no es fácil, no es amable, no es glamurosa. Quizá por que Marilyn pudo representar el glamour. Pero Norma Jeane fue otra cosa, que no le dejaron ser.

[Libro] Riesgos de los viajes en el tiempo

Literatura

Estaba a punto de salir de vacaciones, hacia finales del mes de mayo, cuando me enteré que en junio salía a la venta la traducción al castellano de la última novela de Joyce Carol Oates. Desde hace unos años, desde que leí su peculiar y «disléxica» versión del cuento de Caperucita Roja, Oates es una de mis escritoras favoritas. Intentar recuperar toda su obra es una labor inabarcable ya que la norteamericana es una escritora sumamente prolífica, que a sus 81 años se muestra todavía muy activa y muy lúcida. Pero poco a poco iré rescatando alguna de sus novelas u otros escritos, al mismo tiempo que permaneceré atento a las novedades que presente. Como ha sido el caso en el actual. La quinta novela de Oates que leo, el sexto de sus libros si incluyo el de relatos cortos que leí en su momento.

De entrada me sorprendió y me atrajo el título. Y más cuando los adelantos de la novela hablaban de una historia de viajes en el tiempo. Un género que siempre me ha atraído, aunque desconocía cómo podía encajar en el estilo de la escritora. Antes de comenzar a leer el libro, la respuesta más probable a esa cuestión es que su sumase a otros autores, como la canadiense Margaret Atwood, a la hora de utilizar un entorno distópico para ejercer un crítica de la situación sociopolítica actual. La escritora mantiene posiciones progresistas en el ámbito sociopolítico norteamericano. Ellos la denominaría «liberal», pero ya sabemos, o deberíamos saber, que ese adjetivo tiene distinto significado político a ambos lados del Atlántico. Así que utilizaremos el adjetivo «progresista». Su anterior novela profundizaba notablemente en el conflicto entre integristas religiosos de extrema derecha y el derecho a elegir en cuestiones de planificación familiar.

Casi toda la película transcurre en un entorno universitario,… que por su calidad y brillantez académica no es precisamente equiparable a la inglesa Cambridge. Pero estas son las mejores fotos que tengo de una universidad, así que tendrán que valer.

Efectivamente, mis suposiciones no iban desencaminadas. La protagonista de la historia es Adriane Stohl, una joven de 17 años, que vive en un futuro dentro de 20 años, en el que los Estados Unidos de América han absorbido a lo que es Méjico y Canadá, y se presentan en como una sociedad distópica en la que gobierna una élite plutocrática que ejerce un fuerte control sobre los ciudadanos a través de los sistemas de información electrónica. La joven, brillante estudiante en su instituto, es detenida por haber preparado un discurso de despedida de su promoción que plantea dudas sobre el sistema social y político. Y su castigo será ser trasladada en el tiempo, a 1959, donde recibe un nuevo nombre y es matriculada en una mediocre universidad del medio oeste americano.

Y aquí viene la potencia de la historia que nos narra Oates, puesto que en la distopía en la que profundiza no es la de la sociedad del futuro, en la que en un remedo de lo que ha sucedido con Donald Trump, gobiernan aquellos plutócratas extremadamente ricos que mejor controlan la información y los recursos. La distopía en la que profundiza es la de las sociedades mediocres, en su actitud, en sus valores, en sus creencias, en la profundización de los conocimientos, que es representada por esa ficticia universidad de Wainscotia, en cuyo campus se desarrolla la mayor parte de la acción. Un entorno, muy asociado al vertiginoso desarrollo económico de los EE. UU. en los años 50 y 60, al mismo tiempo que se genera una corriente de pensamiento único, consecuencia de la guerra fría y del miedo a los soviéticos.

Y si esta es la visión política de la historia, está también los aspectos relacionados con la identidad personal, o la fragilidad de la misma, la capacidad de manipulación que las sociedades tienen o pueden tener sobre quienes somos, y quienes son los que nos rodean. Con el trasfondo de sus estudios en psicología conductista, viene la reflexión sobre si realmente somos libres en nuestras decisiones, o al fin y al cabo, no somos quienes creemos ser, sino meros seres condicionados fuertemente por nuestro entorno, por la presión del grupo y por las sociedades en las que vivimos.

Al final, el cierre de la novela, muy satisfactorio, no responde a todas las preguntas que se plantean a lo largo del relato, sino que muy al contrario, abre todavía más interrogantes sobre la auténtica realidad y la auténtica historia de Adriane.

A pesar de las frecuentes paradas para pensar en lo que estaba leyendo, me lo leí en poco tiempo. Me enganchó fuertemente, me pareció sumamente original, y lo considero altamente recomendable.

[Libro] Rape: A Love Story

Literatura

En los últimos años han sido varios los libros que he leído de la escritora nortamericana Joyce Carol Oates. Novelas no muy largas, novelas más largas y famosas, compilaciones de relatos cortos,… todos ellos me han gustado tanto por estilo literario como por los temas que tratan, siempre con personajes femeninos en conflicto, o en el centro de los conflictos. Salvo cuando se ven obligadas a girar en torno a los conflictos de los hombres.

Hoy comento una novela corta. Muy corta. Que yo estaba convencido que me iba a costar muy pocos días leer. Pero que me ha llevado mi tiempo. Ya me explicaré. Este libro no está en castellano en versión electrónica, pero dado su tamaño y las experiencias previas con la autora, no dudé en adquirir la versión original en inglés. Lo que puede explicar en parte una lectura más lenta… pero sólo en una parte pequeña.

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Hace unos años visité las cataratas del Niágara, pero desde el lado canadiense, donde también hay una ciudad, bonita en algunos barrios, con el nombre de Niagara Falls. La Niagara Falls estadounidense sólo la vimos de lejos. En la otra orilla del río Niagara que une los lagos de Erie y Ontario.

Una de las primeras cosas que llama la atención del libro es el título, ya que expone juntos dos coneptos que difícilmente pueden ir juntos. El libro parte de la violación en grupo de Teena Maguire, mujer divorciada de 35 años, atractiva, en las últimas horas de un 4 de julio, en la ciudad de Niagara Falls, EE.UU. Hay otra Niagara Falls en Canada, en la otra orilla del río Niagara. Violación en la que está presente su hija de 12 años, Bethie, la cual, aunque golpeada y vejada, no llega a ser violada. Será la niña la que saldrá a dar aviso a una patrulla de policía qu encuentra en las cercanía de la que forma parte Dromoor. Este es una antiguo soldado metido a policía, que tiempo atrás conoció a Teena, sientiéndose atraida. No hubo más por estar el casado y ser fiel a su relación. A partir de aquí comienza el segundo calvario para Teena y Bethie, ya que a la recuperación física y psicológica del trauma se suma la actitud de la comunidad. Cuando se detienen a los perpetradores, en su condición de sospechosos, previo al juicio, y con un abogado famosos y agresivo, la acusación hacia los violadores se transforma en una acusación hacia la víctima.

El relato de Oates no se recrea en los aspectos más morbosos de la violación. Pero los mantiene presentes a lo largo del relato. Y sobretodo, genera una sensación de inquietud y desasosiego constante cuando asistimos a la actitud de los miembros de la comunidad. Inquietud y desasosiego que se transmite al lector que, por lo menos en mi caso, se ve obligado a interrumpir la lectura y a pensar. Por ello, la lectura se prolonga unos días más de lo previsto. Hay que digerir lo leído, aunque os aseguro que Oates escribe con una claridad diáfana.

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Los valores, estos son los que están en la picota. Los valores de una comunidad que carga sobre la víctima con la obligación de demostrar que era inocente antes de la violación, y que esta es injustificada. Situación aberrante. En España denominamos a estos delitos, delitos contra la libertad sexual. Da igual cómo ejercitemos nuestra libertad sexual, cualquier atentado con la misma será grave, independiente que en el ejercicio de nuestra libertad decidamos permanecer castos o decidamos saltar de una pareja sexual a otra. El problema es que esta libertad se anule; y lo será por el uso de la violencia o la amenaza de violencia. Todo encausado tiene derecho a una defensa y a un juicio justo. Y desde mi punto de vista, no toda defensa es permisible. Es permisible que se ponga en duda la comisión del delito y exista la obligación de la acusación demostrarlo. Pero que se acepte la comisión de los hechos, y se diga que no son delito por el comportamiento de la víctima en el libre ejercicio de su sexualidad, me parece inaceptable, y los tribunales de justicia debieran de proscribir este tipo de defensa. Desgraciamente, por lo que leemos, no en la ficción, sino en las sentencias que se conocer de vez en cuando, las juzgados, la administración de justicia está ideologizada en un determinado sentido, influenciada por la moral religiosa, y no existe la igualdad ante la ley en este aspecto. Ahi lo dejo.

En esta corta novela… ¿existe una historia de amor? Pues sí… existe. Peculiar. Extraña. No previsible. Lógica. No daré pistas sobre la misma. Que cada uno la descubra. También se produce justicia. Extraña justicia. Justicia torcida. También la deberéis descubrir vosotros mismos. Por que debéis leer el libro. Es muy muy recomendable. La escritora nació a pocos kilómetros de la ciudad de Niagara Falls.

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[Libro] Mágico, sombrío, impenetrable

Literatura

Hace poco más de un año que leí mi primer libro de Joyce Carol Oates, un libro que me dejó lo suficientemente intrigado sobre la forma de escribir de esta autora norteamericana como para que pocos meses después repitiese, y afrontase su obra más conocida. Ya en ese momento había decidido que iba a estar al tanto de las novedades sobre Oates y, eventualmente, recuperar alguna de sus obras anteriores. La cuestión es que es una escritora bastante prolífica, por lo que era difícil saber por donde tirar. Como aparte de sus novelas, también tiene afición a escribir relatos cortos, decidí seguir con una de sus recopilaciones de estos, la más reciente, publicada en castellano este otoño pasado. Y ya adelanto que no me arrepiento nada en absoluto…

Mágico, sombrío, impenetrable
Joyce Carol Oates; traducción de José Luis López Muñoz
Alfaguara, 2015
Edición electrónica

Muchos de los relatos de Oates suceden en la costa este de los EE.UU. y en ambientes cultos, universitarios.

Muchos de los relatos de Oates suceden en la costa este de los EE.UU. y en ambientes cultos, universitarios.

Como decía, se trata una recopilación de 13 relatos cortos, que tienen un nexo en común. Sus protagonistas, o al menos un personaje fundamental en el relato es una mujer que de una forma u otra vive con un mayor o menor grado de dependencia de un varón. Esposas, hijas, amantes, colegas,… cualquiera que sea la relación, soportan de forma más o menos abnegada el egoísmo de esos hombres para quienes las mujeres son un accesorio. Incluso si son mujeres inteligentes, profesionales, con capacidad de autonomía personal, pero que no ejercen o no completamente. Y por ello, este conjunto de extrañas relaciones, pero llenas de veracidad, están llenas de magia, de esas sombras y de esa profundidad impenetrable que dan título al volumen, así como uno de los relatos, uno que tiene como protagonista masculino un poeta norteamericano histórico, aunque el relato sea ficticio. Lo que es evidente es que Oates no siente especial simpatía por el poeta…

El único sitio con estas condiciones al que me puedo trasladar es a Nueva York, donde transcurre alguna de las historias de esta colección.

El único sitio con estas condiciones al que me puedo trasladar es a Nueva York, donde transcurre alguna de las historias de esta colección.

El caso es que aunque el título de la colección induzca a pensar que los relatos son de naturaleza fantástica o gótica… sin embargo, no son así… o no de la forma que acostumbramos. Salvo uno, «Los payasos», que según he visto algunos consideran una historia de fantasmas. Yo no lo interpreté así… pero es quizá efecto, o defecto, de mi formación profesional y académica. Pero es cierto que dan miedo… miedo por cómo es la naturaleza humana, fundamentalmente. Bueno… hay otro… protagonizado por un joven de 27 años de origen filipinoamericano e hija adoptiva de un ricachón, que da miedo por sí mismo.

Los relatos se leen sin sentir. Te atrapan… algunos te desasosiegan. Pero entiendo que ese es justamente el efecto que te quiere producir la escritora. Y van «in crescendo»… Los más cautivadores están al final del libro. O a lo mejor es que en ese momento te has dejado llevar perfectamente por el espíritu del mismo y lo disfrutas más. El caso es que te quedas con las ganas de que hubiese más… más relatos, infinitos relatos, más mujeres y hombres, y Oates explorando sus relaciones. Unos terminan «bien», otros no también. En ocasiones, no arrancan sonrisas; francas, a veces, tristes, otras. En cualquier caso, yo os digo una cosa… Qué hacéis que no vais a leerlo todos ahora mismo.

Y concretamente nos acercaremos a Washington Square y alrededores, próxima a la New York University.

Y concretamente nos acercaremos a Washington Square y alrededores, próxima a la New York University.

[Libro] La hija del sepulturero

Literatura

Sigo intentando ponerme al día con los libros leídos, y voy por uno que terminé a mediados de marzo, y que hasta ahora no había encontrado un hueco. Lo cual no viene mal, porque esta novela de Joyce Carol Oates tiene mucho sobre lo que pensar y reflexionar antes de dar opinión. Es un relato, un largo relato para lo que es mi costumbre, que nos cuenta muchas cosas, muchas situaciones, y nos describe unas evoluciones personales y sociales que dan mucho de sí. Es uno de los éxitos más recientes de la autora, de la cual comenté hace unos meses otro relato con características muy distintas.

La hija del sepulturero
Joyce Carol Oates; traducción de José Luis López Muñoz
Editorial Alfaguara, 2010
Edición electrónica

Rebecca Schwart es una joven de 22 años. Casada con un niño pequeño que tuvo a los 19, trabaja en una fábrica en el norte del estado de Nueva York. Su marido pasa largas temporadas fuera de casa. Por motivos de trabajo, se supone. Un día es acosada por un individuo elegante, que la confunde con otra mujer. La desazón que le supone este hecho le lleva a retroceder a su pasado. Los Schwart, Jacob y Anna, fueron un matrimonio con dos hijos que huye hacia finales de los años treinta del ambiente de persecución a los judíos existente en su Alemania natal. Su entorno social y cultural tenía cierto nivel antes de la llegada de los nazis. Ella era música, interpretaba al piano. Él había sido profesor en un instituto y trabajó en una imprenta dedicada a los libros técnicos y científicos. Tras una travesía en malas condiciones, con Anna embarazada, llegan al puerto de Nueva York, donde no bajan a tierra hasta que da a luz a Rebecca en un difícil parto. Una vez en el país de acogida, tienen dificultades para establecerse, y Jacob acaba encontrando trabajo como sepulturero en un pueblo del estado de Nueva York. Han pasado de una confortable clase media en Alemania a lo más bajo de la escala social en el ambiente rural de Estados Unidos. Esto será nefasto para la familia, y condicionará la vida de la joven Rebecca, que vivirá una serie de tragedias en su niñez y en su juventud que le llevarán a la necesidad de reinventarse a sí misma. Completamente. A vivir una vida que es una mentira. Para salir adelante ella, pero sobretodo para sacar adelante a su hijo.

Rebecca, la protagonista de la novela, nace a finales de los años 30 en el puerto de Nueva York, lo que la hace, al contrario de su familia, americana de nacimiento.

Rebecca, la protagonista de la novela, nace a finales de los años 30 en el puerto de Nueva York, lo que la hace, al contrario de su familia, americana de nacimiento.

Inspirada la novela por las vivencias de la abuela de la escritora, que de hecho fue hija de un sepulturero y sufrió la violencia a manos de su marido. Sin embargo, la escritora carece de toda la información sobre lo sucedido. El tema no se trata libremente en su familia, por lo que según entiendo no puede contar la historia como fue. Así que rellena el desconocimiento con la invención de unos personajes inspirados por los de la historia de su abuela, y sitúa la acción en un entorno, el norte del Estado de Nueva York.

A partir de ahí, los temas a tratar son muchos y difíciles. El racismo y la xenofobia; el miedo o el desprecio al extranjero. La pobreza y sus consecuencias. La inadaptación de las personas expatriadas a sus nuevos ambientes; el miedo a ser despreciados y las barreras a integrarse en la nueva sociedad. La violencia familiar; la violencia de género.  El descubrimiento de la sexualidad asociada al miedo y a lo desconocido. Las carencias afectivas que impiden identificar los sentimientos auténticos de los impostados. La maternidad y la necesidad de proteger al hijo deseado. El sentimiento de abandono por el hijo que triunfa que ya no necesita de la madre. Y sobretodo, la necesidad de mentir, de recrearse a sí misma, de crear una nueva vida, un nuevo pasado, unas falsas raíces, de interpretar continuamente las 24 horas del día y durante años un personaje. Renunciar a quien eres, para conseguir salir del agujero en el que has vivido desde el momento que no moriste en un nacimiento no deseado.

Un hecho que le sirve de poco, porque sufre de una falta continuada en sus primeras décadas de vida de documentación sobre quién es y cuál es su estado. No le impide sentirse extraña entre sus "compatriotas".

Un hecho que le sirve de poco, porque sufre de una falta continuada en sus primeras décadas de vida de documentación sobre quién es y cuál es su estado. No le impide sentirse extraña entre sus «compatriotas».

La novela está escrita de forma fluida y, al menos en la traducción al castellano, te lleva a una lectura atrayente y difícil. Hay pequeños y grandes dramas y tragedias a lo largo de una vida, con algunos éxitos y satisfacciones. Pero no han faltado los momentos en los que te tienes que parar y descansar durante un día para reflexionar sobre lo leído, sobre lo acontecido y su significado. Como ya se ha visto hay muchos temas trascendentes en marcha en la vida de Rebecca.

El libro termina con un intercambio epistolar entre la protagonista, ya convertida en una mujer mayor, viviendo retirada en Florida, con una prima alemana que creyó perdida y que ha adquirido notoriedad como escritora. Una sección del libro que se escribió de forma independiente y con anterioridad, pero que le da un final con mucho sentido al relato, al mismo tiempo que nos hace pensar sobre el sentido de la vida de las personas, como lo vivimos cada uno, como lo ven los demás.

Un libro muy interesante, que engancha, aunque no siempre te convenzan las soluciones argumentales de la escritora. Pero con razonable coherencia en su conjunto. En líneas generales, me parece una lectura recomendable, sobre la que me he dejado muchas cosas en el tintero. Pero es que tampoco me apetece extenderme en exceso en una entrada de blog personal, que no pretende ir más allá de comentar mis lecturas y expresar una opinión.

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Necesitará reinventarse para acabar siendo aceptada. En cualquier caso, tendremos que suponer que su entrada quedaría registrada en las oficinas de Ellis Island, que adivinamos en esta fotografía tras la isla y la estatua de la Libertad. ¿De qué libertad estaremos hablando?